Si bien se encontrarán contradicciones entre las propuestas de diversos sectores empresariales y los laborales en torno al comportamiento económico nacional es bueno establecer algunas coincidencias como la necesidad de encarar la nueva gestión 2010, primero que nada “despolitizando” el plan de trabajo gubernamental e impulsando los factores sociales que se descuidaron en los cuatro años pasados.
Un informe alentador reflejaba el pasado mes de octubre que el Producto Interno Bruto (PIB) boliviano crecería por encima del promedio de la región, con un registro del 2.8% siendo una de las más altas de América Latina y el Caribe estimándose que el año 2010 la economía boliviana tendrá un mejor desempeño que posiblemente alcance el 3.4 por ciento, se trata de una previsión del Fondo Monetario Internacional que de ningún modo está de acuerdo en las estimaciones del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas del país que calculó en 4% el crecimiento del PIB boliviano.
Otros datos interesantes contenidos en el documento del FMI “Perspectivas de la Economía Mundial” refiere que el PIB boliviano no podrá repetir lo acontecido en materia de crecimiento el año 2008 que llegó a 6.1%. En lo que corresponde a la tasa inflacionaria para Bolivia el organismo internacional dice que ésta (la inflación) mejorará con relación al 2008 que fue de 14 %, podrá llegar a 4.3% el año que acabó 2009 y no será mayor al 4.5% el 2010.
MATERIAS PRIMAS
Algo interesante es señalar que se reanudaron los flujos de capitales hacia la región reduciendo algunas diferencias en materia de deudas. Pero lo que sobresale es la reciente recuperación del precio de las materias primas que significa un “empujón” especial a la economía regional, particularmente por lo que significará la exportación de las materias `primas, mucho mejor si esos materiales se convierten en productos con valor agregado que subirán los porcentajes de utilidades para el sector latinoamericano y para nuestro país.
A propósito de la proyección económica nacional en la gestión 2010 los empresarios privados han decidido plantear al gobierno un plan estratégico de 13 “ejes medulares” dirigidos a generar empleos y mejorar el crecimiento económico del 4%, pero una posibilidad interesante es que el sector sea parte en las discusiones de las anunciadas 100 leyes que se ha propuesto aprobar inicialmente el Poder Ejecutivo en el presente mes de enero.
Entendidos en materia económica y en los sistemas de producción plantean aplicar una serie de correctivos en los programas de finanzas, soluciones al problema del desempleo, apertura de mercados para la producción nacional y atracción de capitales para inversiones en los rubros de mayor rendimiento como los sectores de recursos naturales, hidrocarburos y minería.
HIDROCARBUROS Y MINERIA
A propósito de hidrocarburos la sugerencia es “desgasificar” la economía y que YPFB comience a trabajar de manera técnica y con planes específicos para el sostenimiento de la empresa y su beneficio general para el país.
En el caso de la minería la propuesta es diversificar las economías regionales allí donde se producen actividades mineras y en orden de las potencialidades buscando industrializar sectores estratégicos como el Mutún donde se extrae hierro que debe ser convertido en acero, el caso del carbonato de litio de los Salares de Uyuni y Coipasa que debe ser la base para la industria de baterías de ese material para surtir el mercado mundial; el cobre de Coro Coro para la fabricación de alambrón y otros materiales, el caso del uranio para fines estratégicos pero pacíficos y la alta producción de otros importantes minerales como los de San Cristóbal, San Bartolomé, San Vicente o el oro de Inti Raymi y muy pronto también de Amayapampa.
Los grandes proyectos de crecimiento económico son parte sin lugar a dudas de la extracción de nuestra riqueza mineralógica y los planes futuros deben estar en directa relación con la industrialización de esos concentrados de manera que los réditos sean mayores en el mercado internacional.
Si la proyección es así de simple corresponde proponer entonces, con justificada razón la “mineralización” de nuestra economía, simplemente aplicando claras reglas de juego que garanticen inversiones, que eviten avasallamientos, que permitan la creación de “fondos financieros” para subsectores mineros alentando más exploraciones y el desarrollo de los grandes emprendimientos con tecnología de punta y por lo mismo con absoluto cumplimiento del cuidado del medio ambiente. La perspectiva minera es la que se abre en el horizonte económico del país este 2010.
Fuente: LA PATRIA
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