Después de varios años el Departamento de Oruro celebra su aniversario revolucionario en coincidencia con el Carnaval. En el caso de Oruro una y otra celebración son sumamente importantes pues representan, por un lado el sentimiento cívico y revolucionario con la total expectativa de un pueblo esperanzado en mejores condiciones de vida, por el otro y sin medir esfuerzos ni económicos, ni físicos los orureños se entregan en alma, vida y corazón a mostrar a propios y extraños la magnificencia de su única y exclusiva demostración devocional hacia la Virgen del Socavón.
Este año el día de la recordación revolucionaria del 10 de Febrero cae en Domingo de Carnaval, prácticamente imposible de cumplir al mismo tiempo deberes cívicos y también festivos, de ahí que se adelantan los festejos en homenaje al patriota Sebastián Pagador en días previos al nuevo acontecimiento tradicional que atrae a miles de turistas provenientes de varios países y otros hermanos del interior, que ya se encuentran paseando por las calles locales que se ven congestionadas por turistas de toda condición en busca de comprobar la belleza de un Carnaval que ostenta el título otorgado por la Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Claro que esta proximidad de celebraciones en el calendario de febrero complica la situación general de autoridades, estantes y habitantes que deben acomodar su permanencia a las alternativas de temporada, pero en el caso de los orureños en calidad de anfitriones el asunto se pone cuesta arriba, se trata de un mes propiamente más corto y extremadamente reducido por los feriados obligados en función de cumplir lo cívico y lo tradicional.
La ciudad ya cambió su imagen y aunque sus calles céntricas siempre están congestionadas, en los días previos al Carnaval se reducen en espacio tanto para motorizados como para peatones, pues las graderías, las barandas de seguridad y otros detalles emergentes del arreglo de las calles hacen poco menos que imposible un tráfico más o menos regular, situación que tendrá anticipación de dificultades debido a la programación de actos cívicos, toda una novedad para visitantes admirados ya de observar la transformación de la ciudad en un escenario que dará paso al ballet folklórico más grande del mundo durante varias jornadas, propicias para que nuestros visitantes disfruten y no olviden, lo que sucede en Oruro, Capital del Folklore de Bolivia.
Se están cumpliendo paso a paso esos detalles de organización, todo un arduo trabajo que mezclará actos cívicos, desfiles, sesión de honor, Té Deúm y de inmediato la presencia de la representación tradicional del sector provincial en la Anata Andina, un día más y comienzan las “challas” en instituciones públicas y privadas y, prácticamente llega el día más importante que es el Sábado de Peregrinación de los miles de danzarines devotos que terminarán su largo recorrido postrándose a los pies de la milagrosa Virgen del Socavón.
Una simbiosis que sólo se da en ésta parte del mundo, donde se mezclan, como sucede este año, civismo y devoción, recordación histórica y tradición, una larga programación que pone a prueba la capacidad, voluntad y esfuerzo de nuestras autoridades, pero al mismo tiempo el esfuerzo material, espiritual y físico de danzarines y en realidad un sacrificio de todos los orureños.
Justificamos un saludo especial y anticipado a nuestros visitantes, deseándoles una grata permanencia y pidiéndoles comprensión ante la natural presencia de los ineludibles problemas de un periodo estrictamente orureñista.
Fuente: LA PATRIA
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