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Domingo 03 de febrero de 2013

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Revista Dominical

Los “Chantas” (Segunda parte)

03 feb 2013

Fuente: LA PATRIA

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Al inicio del trabajo del directorio que se hizo cargo de la entidad a partir de la década del 90, las inscripciones en el conjunto eran baratas, porque lo que se pretendía era atraer a los danzarines.

Los diablos consideraron el inicio de la década del 90 como la refundación de la diablada, por todo el impulso que se puso para hacer surgir la institución y que a partir de ese momento se adoptarían una serie de simbolismos, y hechos que a la fecha son muy populares no solo en Oruro, sino que trascendió más allá de las fronteras.

Una de ellas es la “carcajadita de diablo” que se adoptó en la Diablada Artística Urus y que ahora es escuchada en varias entidades folklóricas de esta especialidad de danza.

Un personaje prominente de la diablada para varias de las innovaciones que se hicieron en los diablos, fue Freddy Céspedes (†) quien con su frase: “Hay que hacerlo con ñ’eque (fuerza)”, se hicieron varias transformaciones no solo a la vestimenta, sino también a la danza.

El único fin de todos esos aspectos fue para el bien y engrandecimiento de la institución, que se consolidó con la unión que había en el bloque de los diablos y que era infundido por Freddy Céspedes, ya que después de su deceso, los “Chantas” decidieron adoptar la nominación de “La legión de diablos Freddy Céspedes”, en reconocimiento y honor al danzarín que amó la danza la diablada.

Los “Chantas” hicieron historia a partir de la década del 90, se innovaron los pasos y coreografías, cuyo precursor fue Freddy Céspedes.

En 1997 fue cuando la uniformidad se apoderó del bloque de los diablos, no sólo en la ropa de convite, sino también de la vestimenta utilizada en las entradas del Carnaval, adoptando el buzo de un mismo color, al igual que las caretas y pañoletas centrales y laterales.

Ese momento fue como colocar la semilla para que a un futuro no muy lejano, los réditos sean mayores como se los ve hoy en día, con una entidad posicionada y convertida en una de las más representativas del Carnaval de Oruro, pero ese momento, con el surgimiento de los “Chantas”, el proceso se inicio como un aporte a la Obra Maestra sino también inculcados por esa fe y devoción

En 1998 se da una innovación en el conjunto folklórico y fue la presentación de las caretas cromadas o niqueladas que causaron sensación en ese Carnaval. Hecho no muy aceptado por otro grupo de diablos que se hacían llamar los “internacionales”, quienes aún decidieron mantener las caretas tradicionales y multicolores.

La idea de esas caretas nace a consecuencia de su visita al taller de doña Berna, quien exponía caretas niqueladas de achachi, entonces le plantearon la idea de hacer unas del mismo material, pero de diablo.

Una anécdota que está guardada en la memoria de los diablos, es cuando visitaron el taller del caretero René Flores para hacer una cotización, fue ahí que el artesano les mostró una de las primeras caretas de diablo y no fue precisamente una máscara o careta, sino una caretilla de cuero que solo cubría el rostro y no así la nuca, de ahí es que nace la motivación para tener en el bloque de la diablada las mascarillas, con una frondosa cabellera negra que cubre la nuca de los danzarines, ya es una característica del bloque de los diablos.

Otra innovación que se hizo fue llevar una víbora a la altura de la bota, para dar la impresión que dicha animal subía por la pierna. Asimismo, los guantes marcaban la diferencia en relación a otros grupos de diablos, ya que la idea era tener el guante a “medio dedo”, que ayudaba a deshacerse de los inconvenientes que se tenía cuando la vestimenta se enganchaba entre un danzarín y otro.

También se intentó hacer otras creaciones, como el aliento del diablo o implantar una careta movible para darle movimiento a la boca, sin embargo, por distintos factores no se concretaron esos hechos, que aún están en el pensamiento de los diablos antiguos, fundadores de los “Chantas”.

El trabajo de los diablos ha sido motivación para los otros bloques del conjunto, que año tras año, mejoren los uniformes, se esmeren para presentar algo nuevo y que es siempre del agrado del público local y visitante, durante la fastuosa entrada del Carnaval de Oruro.

Un elemento vital de los “Chantas” fue la constancia, ya que si bien la promesa para bailar por la Virgen del Socavón es de tres años consecutivos, muchos de los integrantes multiplicaron esos tres años, por muchos más, por el cariño a su tierra, devoción a la Virgen del Socavón, a su Carnaval, a su institución.

MUJER

La participación de la mujer también fue importante en el bloque de los diablos y precisamente fue Katty Martínez, la primera mujer diablo, quien fue compañera de trabajo de Juan Céspedes. Se la invitó a participar y no solo aceptó, sino que fue parte del directorio de 1990 a 1991.

A partir de ella, se incluyeron otras entre ellas, Victoria Gamarra. A la fecha son seis diablos mujeres que tiene el bloque.

Su inclusión no significó consideración, ya que cada una de ellas, tuvo que someterse a las reglas del bloque y con las mismas exigencias que al de los varones.

La inclusión de la mujer en el grupo de los diablos fue aplaudida por la sociedad, pero no solo las mujeres se favorecieron como parte de la institución, sino también personas con capacidades diferentes, quienes también le rinden su culto a la Virgen Morena del Socavón.

Fuente: LA PATRIA
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