El agua es un bien cada vez más precioso y escaso

El agua dulce es un bien cada vez más escaso, por lo tanto también más precioso, ya que es esencial para vivir, pero al haber mermado su presencia en el planeta se convierte en un tesoro que todos estamos obligados a cuidar.

En Oruro, se sabe, se cultivó por muchos años la tradición de jugar con agua y aunque en los años recientes, por las campañas de concienciación la misma ya no es tan frecuente, vale la pena recordar una vez más y llamar a la conciencia de todos y cada uno de los ciudadanos para que se abstengan de reavivarla.

Uno de los problemas que se tiene que enfrentar en cuanto al uso de las espumas es que los comerciantes ganan bastante dinero con su venta, por lo que quizás no estén dispuestos a abandonar la comercialización de esas sustancias, sin embargo, no está demás apelar a la conciencia de ese sector de la población para que piense no sólo en el lucro, sino que se tome en cuenta el daño que se le inflige a nuestro hábitat y quienes lo pagarán caro serán los mismos humanos.

No obstante, como ya se dijo en anteriores editoriales, la tarea no es solamente de la población civil, sino que es una labor conjunta que tienen que realizar tanto los ciudadanos de a pie como las autoridades, que están llamadas para realizar la prevención y el control respectivos para que no exista desperdicio de agua durante los días de Carnaval, principalmente.

Los legisladores están llamados a dictar las normativas correspondientes para evitar el uso indebido y en abundancia del líquido elemental, asimismo, deben ser las autoridades llamadas por ley, o la fuerza pública, quienes hagan cumplir las normas dictadas y la población debe tomar conciencia para respetarlas en bien de la sociedad en su conjunto.

Fuente: LA PATRIA