Está en funciones el flamante Consejo Municipal de Seguridad Ciudadana, tercero en el país después de los habilitados en las ciudades de El Alto y Sucre, de acuerdo a la versión que hizo conocer el Ministro de Gobierno a tiempo de posesionar a las personas encargadas del futuro y necesario trabajo de cuidar la seguridad de la población.
El índice de delincuencia que prevalece en varias ciudades del interior, especialmente los casos que se conocen casi diariamente en Santa Cruz, La Paz o Cochabamba, alarman a la población civil y preocupa ese crecimiento a las autoridades que están creando mecanismos necesarios para prevenir, controlar y en su caso erradicar las acciones delincuenciales que de manera directa alteran la seguridad ciudadana.
Menos mal que no es el caso de Oruro en particular, aunque también se producen muchos delitos y los mismos tienen incidencia en sectores juveniles, un grupo social muy vulnerable y que necesita de ayuda a través de planes especiales para evitar el crecimiento de un mal que si no es prevenido y controlado con oportunidad, puede dar muchos dolores de cabeza a las autoridades y padres de familia.
La principal autoridad de control ciudadano, como es el Ministro de Gobierno, identificó seis formas delincuenciales que ponen en riesgo la seguridad de las personas: Se trata del tráfico de mercancías, de personas, de órganos, drogas, armas y dinero. En pos de esos elementos se producen los delitos y deben aplicarse medidas especiales que frenen tales delitos.
Se establece que la Policía es el organismo cuya principal función es “luchar contra el mal, por el bien de todos”, pero se reconoce también la existencia de algunas deficiencias que impiden a la entidad policial cumplir plenamente sus funciones, de ahí que se crearán los Consejos Municipales de Seguridad Ciudadana para que las autoridades directamente ligadas con el desempeño ciudadano puedan coordinar tareas que cumplen el objetivo de disminuir y mejor aún eliminar las condiciones que dan oportunidades a la comisión de delitos, en las calles, en los barrios, en los colegios, en los caminos. Hay que trabajar programas especiales que debidamente elaborados, coordinados y aplicados, permitan dar tranquilidad y seguridad a la población local.
Se insiste en que la “seguridad ciudadana es tarea de todos”, evidentemente, pero de manera fundamental en organismos especializados como la Policía, en su caso el Ejército y como sucede ahora con un Consejo Municipal de Seguridad Ciudadana, que seguramente delineará sus específicas tareas que entendemos serán de apoyo educativo a la población con fines preventivos, detección de ciertos factores negativos que se presentan en la cotidianidad y que son detectados por gendarmes municipales o de manera práctica, en las calles o en los centros de abasto donde la Alcaldía puede ejercer cierto control del que no podrá estar ausente la fuerza policial.
Consideramos que extremar recursos para cuidar la seguridad de las personas y tratar de ampliar las responsabilidades en esa misión puede ser un elemento coadyuvante a las expresas responsabilidades policiales. Lo importante será que no se burocratice con más “Consejos” una tarea que debe ser aplicada bajo claras reglas de juego e iguales responsabilidades.
Fuente: LA PATRIA
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