Martes 29 de enero de 2013
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Durante la presidencia de Siles Suazo, un enero de 1984, fue inaugurada Karachipampa, la que recién funciona después de 29 años de inactividad con su horno soviético KIVCET, defendido por Kiran B. Chaudhuri, Michael Koch y Jorge Lema Patiño, entonces Gerente de ENAF, con capacidad de fundir anualmente 20.000 TMB, siendo la dimensión del proyecto de 50.000 TMB.
El 5 de noviembre de 1976 el gobierno del Gral. Banzer autorizó a la Sociedad Mixta ENAF Comibol estudiar la licitación que se lanzó en 1977 y la calificación favoreció al consorcio alemán belga Klockner Sidech. Costó entre USD 123 a 160 millones y por insuficiencia de minerales nunca funcionó. Financiado en gran proporción por el Deutsche Bank, a través del Departamento de Crédito a las exportaciones HERMES del Gobierno Alemán y con avales de agencias estatales bolivianas, esta cifra incluyó USD 20 millones en comisiones a promotores locales estrechamente conectados a los militares.
Su representante en Bolivia era Gundlach. Esta empresa fue creada por Cornelius Gundlach y después vendida a la familia Trepp de mineros entonces exitosos, quienes a su vez la vendieron a los Quiroga. También estaba el minero Arturo Pabón y recibían visitas de los Lema Patiño. El gerente general era Germán Quiroga, ex Ministro de Gobierno.
