Lunes 28 de enero de 2013

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La declaración de Wilma Velasco, presidenta del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia sobre la implementación del voto electrónico para el 2014 (1), provoca curiosidad sobre el sistema de votación electrónica, la confianza en dicho sistema así como las posibilidades de alteración de resultados, comparto el material encontrado así como los comentarios.
Si se analiza el contexto global, Beatriz Busaniche, en el libro “Voto electrónico – los riesgos de una ilusión” (2) dice que “lo que cuenta no es el voto, sino quien cuenta los votos”, esta afirmación debería significar una profunda reflexión sobre la confiabilidad en los sistemas de votación electrónica y la probable manipulación de los resultados por determinados grupos de poder en cualquier parte del mundo, teniendo presente que existen grupos de poder interesados en mantener el poder a cualquier precio.
Así también, Richard Stallman, gurú del software libre, tiene una posición clara al respecto, que transcribo tal cual: “Votar con computadoras es abrir una puerta grande al fraude. La computadora ejecuta un programa, y el programa puede ser cambiado o reemplazado. Puede ser reemplazado temporalmente durante la elección por otro diseñado para dar totales falsos. Ningún estudio del programa que debería correr puede asegurar que otro programa no actúe mal(…) Muchos activistas de software libre piensan que usar el software libre en la máquina de votación asegura una elección honesta. Usar software privativo es malo aquí, como siempre: el fabricante podría diseñarlo a sus anchas para fraude. Pero ser libre no basta, porque luego la autoridad electoral podría hacer el fraude. El único sistema de confianza es votar con papel” (3).