En Oruro, la fiesta más grande y más esperada es el carnaval, fiesta devocional dedicada a enaltecer a la Virgen del Socavón y los valores culturales de nuestro departamento; a esta fiesta llegan turistas nacionales e internacionales, que vienen a apreciar toda una gama de colorido y de música y que por fe realizan su baile todos los conjuntos reunidos en la Asociación de Conjuntos Folklóricos de Oruro (ACFO).
En los últimos días, la ciudadanía observó estupefacta, el conflicto que se desató por la emisión de un Decreto Municipal, que reglamenta las actividades del Carnaval, a falta de una ordenanza municipal; este conflicto lo llevaron adelante la alcaldesa de Oruro, y la ACFO a través de los medios de comunicación.
Sin dar la razón a ninguno de estos actores, como ciudadano, observo que cada año se presentan estos inconvenientes, que parece se suscitan por el manejo económico que genera el Carnaval orureño; el año pasado 2012 fue la controversia entre la ACFO y la Asociación de Bandas por algo similar, manejo económico.
Se habrán puesto a pensar, las personas que dirigen estas instituciones, cómo nos observan desde otros departamentos, ¿la incapacidad que tenemos de no poder solucionar durante todo el año este tipo de problemas? y tiene que presentarse en las últimas semanas previas al Carnaval, poniendo en riesgo este acontecimiento fastuoso y que por esta razón muchos de los que pensaban venir a visitarnos como turistas ya no lo hacen, temerosos de que pueda ocurrir paros, bloqueos que puedan poner en riesgo su integridad física.
Nos pondremos a pensar los orureños, que dase de formación les brindamos a nuestros hijos con todos estos escandaletes, que al parecer tienen su inicio porque un sponsor ya no les dará la cantidad de cajas de cerveza que se tenían previstas y que por ende ya no tendrán el ingreso económico que se pensaba manejar.
Me parece que la alcaldesa de Oruro, y la ACFO, ponen a un lado el objetivo por el cual se realiza la fastuosa entrada del Sábado de Peregrinación, para ellos está primero la cantidad de dinero que van a manejar y no la fe y devoción por la que se realiza el baile, dedicando el esfuerzo del bailarín a la Mamita del Socavón.
En definitiva, los actores principales del Carnaval, son los miembros de los conjuntos, que efectúan sus aportes, pagan su vestimenta y realizan el esfuerzo de ensayar cada domingo, para que la coreografía del Sábado de Carnaval sea excelente, y no aquellos figuretes, sean de la Alcaldía o de de la ACFO que están de paso en esas instituciones.
Debemos reflexionar, hermanos orureños, a quienes nombramos como nuestros dirigentes, quienes nos representan y quienes permiten que seamos observados como un pueblo que no puede organizarse. Existen departamentos muy cercanos al nuestro, que quisieran ser "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad", y que aplauden cuando este tipo de conflictos se presentan en nuestra ciudad, que ponen en entredicho, la formación cultural de nuestra juventud y de la sociedad en su conjunto, que observa callada, todos los improperios que se dicen unos y otros.
Cada año en carnavales, los gastos son más elevados, ¿y qué de nuestros(as) hijos(as)?, ¿Dónde queda el aprendizaje de valores morales?, ¿dónde dejamos su formación integral competitiva?, debemos pensar qué les estamos enseñando, ¿queremos que más adelante se comporten como los actuales dirigentes y autoridades?
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