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Domingo 27 de enero de 2013

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Revista Dominical

La reproducción de lo establecido y su resistencia crítica reflexiva

27 ene 2013

Fuente: LA PATRIA

Por: Juan Carlos Treviño Meneses - Periodista

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Al pasar el tiempo, pareciera que las teorías expuestas por los integrantes de la denominada Escuela de Frankfurt, reveladas con mayor fuerza durante las décadas del 60 y 70, cobraran notoriedad, fundamentalmente por la actual coyuntura en la que se percibe a una latente y creciente decadencia de la sociedad.

El accionar de la estructura social de hoy en día, presenta específicamente como elemento articulador el uso desproporcionado y extralimitado de la tecnología, sin importar las brechas sociales o económicas. Visto de ese punto de vista se convierte en términos generales en un agente “deshumanizante”, desechando los conceptos por los que supuestamente fueron creados, es decir para coadyuvar con el desarrollo de la “humanidad”.

Para el abordaje de estos conceptos, recurrimos sin duda alguna a los cimientos de la denominada teoría crítica, que surge en el período posterior a la primera guerra mundial, en la segunda década del pasado siglo, para cuestionar a la teoría tradicional.

Se encargaron de reproducir estos pensamientos que se adherían a las teorías de Georg Wilhelm, Friedrich Hegel, Karl Heinrich Marx y Sigmund Freud, filósofos e investigadores en ciencias sociales como Theodor Adorno, Walter Benjamin, Max Horkheimer, Herbert Marcuse, Jürgen Habermas o Hermann Schweppenhäuser, entre otros, articulados en la Escuela de Frankfurt, inaugurada en 1924 en Frankfurt del Meno, actualmente la ciudad más poblada del Estado federado de Hesse, Alemania.

La teoría tradicional o funcionalista es aquella que asiste a la reproducción del orden establecido, y por lo tanto emerge de los procesos de división del trabajo, en tanto la teoría crítica se refiere a aquella que altera el orden establecido y su proceso de reproducción social.

La deshumanización que aqueja a la sociedad, viene reflejada en lo que viene a llamarse como la sociedad de masas, dominada por la cultura de masas, los medios de comunicación de masas, la sociedad de consumo de masas y las instituciones impersonales de gran escala.

La dependencia de la tecnología es palpable en cualquier punto del planeta, sin importar la situación económica de su entorno, pues por ejemplo vale más poseer un celular de última generación que alimentarse o vestirse de forma adecuada, uniformizando de esta forma costumbres, pensamientos y sentimientos; un sometimiento al sistema establecido que busca básicamente el consumo, el irracionalismo del fascismo y la homogenización de la industria cultural moderna, fruto de procesos de racionalización emplazados en el liberalismo económico y político.

Seguramente surgen una infinidad de cuestionantes y apreciaciones sobre este tema, de parte de seguidores y fustigadores de la Escuela de Frankfurt, a pesar que promueven la emancipación del hombre a través de la filosofía de la conciencia y de la denuncia de los elementos de manipulación, dominación y explotación del hombre por el hombre, pues cohíben el libre desarrollo de las capacidades críticas y reflexivas.

Fuente: LA PATRIA
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