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Jueves 24 de enero de 2013

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Ecológico Kiswara

Editorial

A tiempo para evitar la contaminación lumínica

24 ene 2013

Fuente: LA PATRIA

Según informes de grupos especializados en medio ambiente, la mayoría de los europeos no pueden ver la Vía Láctea, no pueden deleitarse con el espectáculo nocturno que brindan las estrellas y muchas especies nocturnas están en peligro de extinción, todo esto se debe a la contaminación lumínica.

En Bolivia, quizás más en Oruro, estamos a tiempo de evitar ese tipo de contaminación, pues la luz artificial tiene efectos tanto en los animales como en los seres humanos, ya que puede alterar el descanso nocturno, que es el que ayuda a recargar la mayor parte de la energía que utiliza el cuerpo en el día, además puede alterar de sobremanera nuestra forma de vida.

Al no tener un adecuado descanso las personas sufren estrés, enfermedades neurológicas, además que se daña la vista, por eso es importante que durante la noche además de haber menos ruido se reduzca la luminosidad.

Cuando se habla de seguridad ciudadana es importante que los diferentes barrios estén bien iluminados, porque de esa manera se reduce el riesgo de atracos, robos, y otros crímenes, lo que puede resultar en una contradicción y las autoridades se vean en la encrucijada de iluminar las calles y brindar mayor seguridad a los vecinos o apagar las luces y sálvese quien pueda.

Quizás la respuesta a esa disyuntiva esté en saber iluminar correctamente las calles sin provocar contaminación, porque mucho hace el tipo de foco y de lámpara que se use, además de la orientación que tengan éstos.

Para iluminar correctamente las calles de una ciudad debe haber un estudio previo sobre el tipo de luminaria que se puede colocar para evitar la llamada contaminación lumínica, que es tan perjudicial tanto para animales como para los humanos y a la vez ofrecer seguridad y tranquilidad.

Oruro ha crecido considerablemente en los últimos años y la gente ha comenzado a padecer de la denominada “edificitis”, es decir, el afán de construir edificios a diestra y siniestra, quizás sin ninguna planificación; no vaya a ser que lo mismo ocurra con la necesidad o el impulso de iluminar las calles, pues estamos a tiempo de hacerlo de manera planificada, sin afectar la salud ambiental del hábitat de los orureños, ni la salud de la población.

Por tanto, antes de colocar luminarias conviene que los encargados de hacerlo se informen sobre la mejor opción en cuanto a focos y lámparas se refiere, además de la orientación correcta que deben tener, de esa manera se evitará la contaminación y se tendrá una ciudad lo suficientemente iluminada para que además sea un lugar seguro para vivir.

Fuente: LA PATRIA
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