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Domingo 20 de enero de 2013

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Cultural El Duende

“Signos de vida”de Jaime Martínez-Salguero

20 ene 2013

Fuente: LA PATRIA

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El poemario Signos de vida de mi caro y admirado amigo Jaime Martínez Salguero goza del privilegio de haber sido prologado por Georgette Canedo de Camacho que nos habla sobre la naturaleza de su poesía. Hallo apropiado, por tanto, ocuparme más bien de la trayectoria de este autor en el mundo de las letras en sentido general, si bien con énfasis en lo poético.

Jaime nació en Sucre, pero su familia se trasladó a residir en La Paz, cuando él cursaba el segundo año de primaria. Es, pues, paceño por adopción como somos muchos de sus habitantes.

En el colegio fue desarrollando tempranamente su innata afición a la lectura y a la escritura. Hizo sus primeros versos, sin guía de nadie, en las aulas del bachillerato con que iría a culminar sus estudios. Aspiraba entonces a tener formación universitaria en literatura. Pero cuando su padre se dio cuenta de ello, no aprobó tal vocación por considerar a aquella carrera inadecuada para que Jaime aprendiera a ganarse la vida. Y por tanto lo indujo firmemente a estudiar más bien Bioquímica farmacéutica en la Universidad Mayor de San Andrés. Sereno, disciplinado y laborioso, el joven Martínez no tuvo dificultad para acatar con buen suceso la voluntad paterna. En efecto, obtuvo en la UMSA el título de Bioquímico- Farmacéutico. Y al año siguiente abrió una farmacia en sociedad temporal con un amigo.

Más aún, estudió en Francia, a nivel de maestría Farmacia Industrial, una especialidad poco conocida entonces en Bolivia. A su vuelta a La Paz estableció en la Facultad de Farmacia de la UMSA la cátedra sobre dicha nueva especialidad. Por otra parte, enseñó la materia de lenguaje en la Facultad de Comunicación de la Universidad Católica. Paralelamente fue en la Carrera de Literatura de la Facultad de Humanidades de la UMSA catedrático a cargo de la materia de Literatura de la conquista y de la colonia en Hispanoamérica con atención especial sobre México, Perú y Bolivia.Así conjugó, pues, Martínez Salguero en la práctica su dedicación a lo que tuvo que estudiar con su pasión por lo que más amó desde la adolescencia. Ambos rubros vendrían a ser, por tanto, sus fuentes de sustentación.

Posteriormente hizo estudios de complementación en Bélgica y Holanda que robustecieron su formación académica superior.

A la edad de 22 años publicó su primera obra literaria en el libro de poemas al que tituló Cuando el dolor florece. Ya en él manifestó preferencia por expresar la inquietud por saber a plenitud y en definitiva, qué es la vida del ser humano. E hizo su intento inicial de tratar de despejar esa incógnita en términos como los de esta bella metáfora:

La vida es una gota de infinito/escondida en el fondo del corazón/como una estrella en el cielo.

En el tiempo transcurrido desdeentonces hasta hoy, él ha publicado cinco poemarios más. En todos ellos es perceptible la perduración de aquella inquietud existencial en un grado u otro y con sólo leves variantes en el modo de expresarla.

La segunda obra de Jaime Moradas iridiscentes está hecha de poemas en celebración de la naturaleza. Contiene menciones a la relación de ella con la existencia humana. Por ejemplo:

En “Fuego”

…Vida que revienta como capullo maduro/en las manos del hacedor de los misterios/extraña flor que ya destila el volcánico licor/de una cuita secretada/por los pétalos pensantes/que crecemos a la vera del amor que nos atrapa…/Amor que elabora/la dulce forja de los huesos/a golpes de dolor/en este yunque de la vida/ para transformarnos en sutil joya/brillando en manos del destino…//…Vibrante vaso de la vida, fuego eterno/¿Quién vierte en tu seno este licor de energía/con que te gastas sin consumirte?

En “Agua”:

…Son las horas que preparan el terreno/de nuestra existencia/ para la siembra de la vida,/siembra que debemos realizar/con estas manos de barro redivivo…//Las horas nos circundan con la ronda mortal/de las arenas desteñidas/que construyen nuestra esperanza/y desmoronan nuestra vida/con su disolvente mano/ de hielo marchitado…

En su libro Polen del tiempo hay varios poemas que trasuntan su atribulada reflexión sobre la vida.

En “Nunca estamos solos”:

¿Hacia dónde van mis pasos/ acumulando arpegios de distancia/que me separan del vértice original/de la vida y del tiempo?

En “El camino de la paz”:

Salgo de la luz que me cobija/y camino hacia la noche/que también avanza/envuelta en crespones de silencio,/en olas luminosas que han muerto/en el gran mar del horizonte/y tiemblo/porque mi vida/es brizna de eternidad/aventada al tiempo en el que navego

En “El momento de los momentos”:

Sí, la vida viene, nos toca y pasa./Cuando volteamos para ver su rostro/ya está delante de nosotros/y solo nos queda seguirla/sin poder mirar de frente su cara.

En “Requiem:

Calla, hermano,/¿ no escuchas el lúgubre doblar/de las campanas de tu vida?/Si están doblando por el hombre muerto,/ por el hombre que conocemos,/¡por nuestro hermano, el hombre!

En su libro del año 2000, El aroma del verbo, en su poema “Ese día”, Martínez-Salguero dice:

En este espacio/la Vida/poblándolo/ con el polvo del misterio…// En este espacio/ toda su presencia/ apretado amor en que te comprimes/ para caber en el punto de vida/ de un corazón iluminado.

Igualmente, en su libro de 2005 Mis paisajes interiores, el poema “Mi camino” reza: Vine por el camino de los trigales/ abiertos al verano/ trayendo esta sangre germinada/ con la fuerza de mi vida…// …Me introduje en la choza/ signada con los pungentes/ cristales de la desesperanza/ allí donde canta y llora,/ donde juega y ríe el niño/ madurando sus minutos/ para el holocausto final de la vida. //También estuve con el varón/ que, poco a poco,/ aprende la enseñanza de la semilla/ y, junto a ella/ penetra en el surco de la vida/ llevando aun las astillas de su niñez.

Y en este libro de 20l0 titulado Signos de vida que se entrega ahora al público, Martínez-Salguero hace en su poema “El arcano” esta pregunta: ¿Has visto el solemne bautizo de la vida,/cuando una mano tan suave/ como la caricia de la esperanza/ echa la aspersión del agua lustral/ sobre el cerebro de un grano oscuro/ para tornarlo en ascua de luminosa existencia?

Como se aprecia en estos ejemplos fragmentarios, el poeta Martínez-Salguero se comunica con los seres humanos, con la naturaleza, con la divinidad y consigo mismo y sondea el misterio que el vivir conlleva. Lo hace en un lenguaje llano que es propicio a lo sustantivo y profundo y facilita la comprensión de sus pensamientos y de sus sentimientos, así como las imágenes que maneja con tino y pericia. Es, pues, ajeno al circunloquio y la divagación y no se vale de retórica abstrusa y rimbombante. Por otra parte, Jaime tiene al escribir una musicalidad natural cifrada en su buen sentido del ritmo, no en un empeño para rimar.

Además de esos seis libros de poesía, Jaime Martínez-Salguero ha publicado ocho en prosa igualmente lúcida, parca y significativa. De ellos cinco son ensayos y tres obras de ficción en los formatos de novela y de cuento. Cronológicamente, estos son sus títulos NOVELA Y POESÍA DE JAIME MENDOZA (l977); FRANZ TAMAYO, EL INDAGADOR DEL MISTERIO (l979); EL RELATO MINERO DE BOLIVIA (l99l); TAMAYO, EL HOMBRE Y LA OBRA (l99l); LAS VOCES DE LA TRAGEDIA(l997); POBLADORES DE LA TIERRA (l999) (cuentos); EL COMBATE MÍSTICO (2002) (novela);y, DE LA MUERTE Y OTROS CUENTOS (2007).

El ensayo sobre Mendoza fue premiado en l974 en un concurso conmemorativo de su centenario patrocinado por la Alcaldía Municipal de Sucre. El correspondiente a los relatos mineros recibió en l980 un premio de la Universidad de Potosí. Y en 2003 las Fuerzas Armadas confirieron a Martínez-Salguero la condecoración “Coronel Julio Díaz Arguedas”.

En reconocimiento a tales merecimientos, la Academia Boliviana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española, lo acogió en su seno en l984 en calidad de Miembro de Número. Y llegaría a ser elegido Secretario de ella, cargo que desempeñó por nueve años en tres períodos consecutivos. También es Miembro Correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y de la Academia Filipina de la Lengua Española e integrante del Círculo de Escritores de Venezuela y de la Casa del Poeta del Perú. Preside a la Sociedad Boliviana de Escritores y al Consejo Consultivo de la Sociedad de Arte de Bolivia y es miembro del Consejo de Redacción de la revista literaria SIGNO.

Estamos pues ante un escritor de cepa y buena talla consagrado por su talento y por su feraz y poligráfica experiencia en el mundo de las letras. Vayan a él y a su esposa Patricia Collazos Bascopé–que no sólo es eficaz colaboradora suya sino que también cultiva con amor el arte literario– nuestra felicitación y agradecimiento por poner en nuestras manos esta valiosa obra.

Luis Ramiro Beltrán Salmón.

Académico de la Lengua.

Fuente: LA PATRIA
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