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Domingo 20 de enero de 2013

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Revista Dominical

Interview: Literatura

Néstor Taboada Terán

20 ene 2013

Fuente: LA PATRIA

Por: Juan Manuel Fajardo - Abogado, Ensayista, Crítico de Cine

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Pocos autores nacionales han tenido una influencia tan fuerte en el mundo de nuestras letras, como el muchas veces galardonado internacionalmente, Néstor Taboada Terán, Premio Nacional de Cultura (2008), Doctor Honoris Causa, Universidad Andina (Sucre 2012), que ha asumido, un criterio riguroso sobre el hombre y la mujer bolivianos, trabajando a fondo para establecer tanto el polo positivo como el negativo de su perspectiva; a la vez que en sus libros, gradualmente lo sintetiza en una filosofía propia. También ha sido paladín de los que escriben con libertad, y sobre la libertad, en distintas épocas de nuestra historia. Dos obras salidas de su pluma, “Mientras se oficia al escarnio” (1968) y “Tierra mártir” (2006), patentizan tanto como otras, también importantes, con genuina calidad literaria, que para Néstor Taboada de Terán escribir es una obsesión que trae desde temprana edad, y que con valentía, honradez y ética asombrosa, ha practicado más de medio siglo. Lo que sigue, es el texto de la entrevista concedida por el escritor, en exclusiva a LA PATRIA, en su residencia de la ciudad de Cochabamba en diciembre del 2012.

JMF.- (Juan Manuel Fajardo).- ¿El escritor en Bolivia, es un ser aislado? ¿Es cautivo de una vida que si logra ganársela escribiendo, significa que no tiene que pensar en apresurarse para no llegar tarde a la oficina, que no tiene un jefe ante quien ser responsable, mientras hace algo útil, algo de importancia?

NTT.- (Néstor Taboada Terán).- En Bolivia, y en ninguna parte del mundo, no hay en absoluto ningún escritor aislado. Ni cautivo de una vida. Quiero decir que no existe un escritor modelo. Hay tanta variedad de escritores como llamas, alpacas o cocodrilos. Escritores que pasan dichosos sus vidas al lado de sus p… tristes. Un escritor de las clases altas, los “decentes” de otrora, entre éstos los maricas, no son parecidos con los escritores de las clases bajas o pobres. Otros son sus comportamientos. Y los escritores de familias de apellidos ilustres que fueron dueños de la situación desde la creación de la República. En Bolivia hasta la toma del poder por el MNR y hoy día coadyuvado por el MAS, la transformación boliviana ha sido profunda. Ahora ya no se venden indios esclavos en las grandes haciendas. Vivimos una nueva realidad con los inconvenientes de todo nacimiento. Las clases sociales se han democratizado. Ya no existen partidos fascistas sino trotskistas. Los oprimidos de ayer tienden a proclamarse como una nueva clase. Lo que había pronosticado Alcides Arguedas, en una ocasión hallándose en Buenos Aires: “Un congreso indigenal tenido en mayo de este año de 1945 y prohijado por el gobierno ha adoptado resoluciones de tal naturaleza que el paria de ayer va en camino de convertirse en señor de mañana…”

JMF.- Los escritores cuando empiezan a escribir, novela, teatro, ensayo, poesía, etc., sienten una especie de liberación, de realización, de haber llegado a una meta, donde todo parece estar justificado y desea que se les tome en cuenta y se le discuta o comente. ¿Escribir es para Ud., como un viaje, una odisea con la convicción de descubrir algo, realizar el hallazgo de algo que ha existido durante mucho tiempo escondido, oculto al conocimiento?

NTT.- En efecto. El ser humano cuando ve realizada la aspiración de su vida, puede ser en el amor, en los negocios o en la literatura, se siente plenamente realizado. Yo escritor con 127 obras publicadas, considero que estoy a cabalidad cumpliendo la misión encomendada por nuestros dioses, seres omnipotentes, Tata Illapa mediante, por eso estimo que no soy un escritor vocacional sino un escritor de nacimiento. Y qué felicidad, he prestado servicios de director de extensión cultural en tres universidades importantes: Oruro, Cochabamba y La Paz. En la UTO trabajamos juntos con su señor padre, Jorge Fajardo, un destacado intelectual orureño, publicando la revista Cultura Boliviana, reimpresa en USA. Mi obra literaria ha sido traducida a ocho idiomas: alemán, inglés, francés, italiano, croata, etc. Como verá, me he impuesto luchando contra la adversidad derrotando a las clases dominantes. Veo con gran afecto los dos libros publicados por estima de parte de las editoriales “Los Amigos del Libro” y “Grupo Editorial Kipus”: Oficio de coraje. 50 años de Literatura (2.000) y La espada que Dios me dio. Diez veces diez obras (2012).

JMF.- En la introducción de su obra “Mientras se oficia el escarnio” para la edición Camarlinghi de 1968, Ud., señala que, “es una colección de relatos que pertenecen a tres ciclos de nuestra vida social y política, esbozada dentro del plano de los comportamientos colectivos”. ¿La “Pre revolución”, la “Revolución” y la “Post revolución”, todas tienen una característica o son el reflejo de la sociedad Boliviana en el espejo de la oligarquía?

NTT.- Sí, eran épocas en que se vivía la lucha por la sobrevivencia de la oligarquía boliviana. Una oligarquía que demostró una espantosa incapacidad desde la forzada creación de la República en 1825, con la traición del jefe guerrillero José Miguel Lanza por servir a su clase social. El último disfraz oligárquico fue el “nacionalismo revolucionario”, que terminó con la confesión del Jefe: “Bolivia se nos muere”, y no tuvo el valor de declarar: el país que matamos y en la historia escrita trata de mostrarse lo más progresista posible tapando naturalmente el asesinato masivo de trescientos mineros en Catavi para tomar el poder con los militares jóvenes y, después de la toma del poder, el fusilamiento de una decena de políticos de derecha con toda la técnica hitlerista de la vieja Europa en la montaña de Chuspipata. Luego viene el enfrentamiento contra el “comunismo” y el “capitalismo” con la tentativa de asesinato de José Antonio Arze y el secuestro del judío industrial Mauricio Hochschild, para extorsionarle con un cheque firmado en blanco por su fabuloso rescate. Era como pretender matar a un difunto, porque para el MNR y especialmente para el escritor Augusto Céspedes, ya no existía Mauricio Hochschild sino Zenón Omonte, personaje literario.

JMF.- En estos relatos Ud., se concentra en la psicología individual, en los problemas individuales, en la patología individual, sin exclusión del marco social; Tolstoi por ejemplo escribe sobre la Rusia de su tiempo, Balzac sobre la Francia de su época. Ud., toma a la literatura muy en serio, especialmente cuando trata de la sociedad en sus relaciones humanas, del hombre común y corriente, ¿los personajes de estos relatos, todos o algunos existieron realmente, o Ud., los inventó?

NTT.- Desde el principio de mi carrera pública yo tomé la literatura en serio. En 1948 gané el concurso literario estudiantil del Colegio Nocturno “Simón Bolívar”, el relato titulaba Claroscuro y se publicó con el prólogo del profesor Nicolás Fernández Naranjo, un prestigioso sacerdote católico que fue excomulgado por la Iglesia hasta la quinta generación por casarse con una docente cochabambina. En 1960 publiqué mi primera novela con el tema de la matanza de trabajadores de Catavi, una provincia minera de Potosí. La matanza se produjo pese a las recomendaciones que hiciera el presidente de la República general Enrique Peñaranda al mayor Gualberto Villarroel, comandante accidental del Regimiento Sucre 2 de Infantería, de no utilizar balas de guerra sino de fogueo en la represión de los huelguistas. Villarroel era jefe de la logia secreta “Razón de Patria” que necesitaba de mineros muertos para subir al poder. Toda mi literatura ha sido tomada de la realidad viviente. La ficción entra de contrabando en mi obra y naturalmente sin comprometer lo esencial del relato. Y lo mismo la poesía, ahí está lo recreativo. La música que siempre reclama Borges en la prosa. He querido dejar testimonio de la tragedia boliviana a través de los relatos históricos, como hicieron los grandes en el mundo y me han resultado más de un centenar. Una diáfana disentería histórica; mi promiscuidad literaria ha resultado inconfundible. Soy ferviente admirador de Benito Pérez Galdós, León Tolstoi y Nikos Kazantzakis. Y mis lectores han recalcado en la influencia que recibí de John Steinbeck, Giovanni Boccaccio, Alejo Carpentier y otros autores.

JMF.- La década del cuarenta, hasta el 2005, concretamente el 18 de diciembre del 2005 en que el ciudadano Evo Morales Ayma, asume como Presidente de Bolivia con el 54 % de la votación nacional, ¿fue una época sin esperanzas, la gente tenía que creer en una causa, tenía que encontrarla en alguna parte?, ¿en términos de estructura social, ahora todo es diferente?

NTT.- Evo Morales Ayma llegó a ser una necesidad sociológica imprescindible. Una antítesis dialéctica de Víctor Paz Estenssoro. Desde los 500 años en que los españoles pusieron sus pies en América, Evo fue esperado como libertador. Tardó en llegar, pero llegó. Por eso no es casual que un sacerdote español Xavier Albó sea ahora su sombra fatal. Un día el fraile está diciendo el santo sacrificio de la misa del Tipnis al aire libre y otro día en el interior del Palacio Quemado dando bendiciones a los indios necesitados. Es el incontenible y audaz padre Valverde de Pizarro que horrorizado lanzó su grito de guerra cuando Atahuallpa arrojó lejos la atorrante Biblia sagrada: ahora el resucitado Valverde ha llegado en misión al corazón de América como soldado leal del Cristo Conquistador para precautelar que no desaparezca la obra de los 500 años de cristianismo letal.

Comenzando de su nombre, nunca se había concebido en el país que un hombre originario de las pampas de Oruro se llamara Evo, como la de Eva, y fuera caudillo popular. Un indio orureño que comía en los caminos los desperdicios que le arrojaban los camioneros, panes duros y cáscaras de frutas. En 1960, en El precio del estaño, describí aquella situación en los caminos potosinos y orureños de los minerales y también una verdad que se hizo realidad: ¿Cómo era posible que existiera entre nosotros una democracia con la mayoría del 80 por ciento de la población de indios sometidos, esclavos que andaban con los pies desnudos, khalachakis? Parecían ecuatorianos o peruanos. Electoralmente victoriosa la clase dominante de criollos no era tal, sino, una tiranía de parásitos que dominaban al país mediante el ejército, la burocracia y el alto clero.

El proceso de cambio que vivimos actualmente en Bolivia con Evo a la cabeza, lo anticipó el destacado intelectual José Antonio Arze, en Oruro en 1940 donde las izquierdas erigieron su cuartel general. Este proceso de cambio actual que vivimos calificó de Revolución Democrático-Burguesa, democrática por su contenido político y burguesa por su contenido económico. Proceso de cambio de creación de un capitalismo desarrollado para llegar al socialismo con todas las de la ley. Es una lástima que culturalmente estemos postergados ahora porque es urgente estudiar el pensamiento de José Antonio Arze.

JMF.- Hemos vivido en los últimos cincuenta años épocas difíciles. El país del 2001 a la fecha está en la cúspide de influencia política a nivel latinoamericano y mundial. ¿Ud. considera que el movimiento indígena, los movimientos sociales son algo extraordinario, con una oportunidad histórica de volver al carril que originalmente se propuso seguir la Revolución Nacional del 52?, ¿su libro “Tierra Mártir” es un ensayo histórico?

NTT.- Sí, el libro Tierra mártir. Del socialismo de David Toro al socialismo de Evo Morales (Plural Editores, 2006) es un ensayo histórico escrito con la rapidez de gallo de un escritor comprometido. Y no solamente eso, le postulé al Premio Nobel de la Paz. Se trataba del nuevo Benito Juárez de América Latina. Fui invitado a conversar con él en el Palacio Quemado a las 6 de la mañana. Le llevé de obsequio un par de ejemplares de Tierra Mártir y observé que en los pasillos del Palacio correteaba una imillita, que me indicó el secretario privado que se trataba de la hija del presidente. Emocionado Evo le mostraba a la imillita su retrato impreso en la tapa del libro de Plural. A su secretario le instruyó Evo la impresión inmediata de 4.000 ejemplares y la traducción a cuatro idiomas: inglés, francés, alemán e italiano. Tanta maravilla se frustró por los malos manejos del secretario privado que también saboteó abiertamente la postulación al Premio Nobel. Estos hechos vergonzosos me permiten asegurar que los peores enemigos que tiene el régimen de cambio están incrustados en el mismo gobierno, son enemigos acérrimos y potenciales. Aquel secretario privado respondía al nombre de Contreras, no es para menos aquel apelativo, ahora se haya convertido en un profesional anti-Evo. Por mi cuenta y riesgo hice una segunda edición de Tierra Mártir financiada por un anticrético de mi vivienda de Alto Miraflores, y en cuanto a la traducción al inglés en el Palacio Quemado no se le quiso pagar por su trabajo al traductor inglés Keith Richards, y no se publicó la versión inglesa de Tierra Mártir.

JMF.- Volviendo a sus orígenes, su vida, su carrera y los hitos históricos que tuvieron que ver en su formación, ¿Cuáles fueron los factores más memorables que moldearon sus ideas, como fue su época?

NTT.- Eran épocas de lucha constante, de sacrificio permanente. A la oligarquía minero feudal la juventud revolucionaria no le dio tregua. Mi generación, que fue la de Sergio Almaraz, hizo la revolución del 9 de abril de 1952. Éramos muy jóvenes en 1950. Matamos de un tiro al Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR) que se había transformado en oligárquico y dos años después estaba hecha la revolución. El revólver que mató al PIR me proporcionó el mismo PIR. Lo notable fue que las condiciones objetivas y subjetivas se dieron simultáneamente. El pueblo esperaba ver estallar los diques de contención de aguas que no tardaron en desbordarse tumultuosamente. Luchamos cuerpo a cuerpo con el Ejército varios días. Primero fue la huelga de colegios nocturnos, lucha de vanguardia como adiestramiento, después sería la lucha de los mineros, posteriormente los fabriles de Pura Pura y el pueblo en general. Oruro también tuvo sus horas de gloria. Triunfante la clase trabajadora fundamos la Central Obrera Boliviana (COB) y yo me vi homenajeado como trabajador gráfico e intelectual progresista, al ser designado responsable del periódico Rebelión, al lado de Enrique André y Waldo Álvarez, primer ministro de trabajo en el gobierno socialista del coronel David Toro. El homenaje que se me rindió fue ni más ni menos que el rendido al escritor Oscar Cerruto: los obreros le dieron la responsabilidad de la edición del vocero sindical Bandera Roja en 1936.

JMF.- En la década de 1940 muchos intelectuales adoptaron el comunismo, ¿Cómo fue que tantos autores, artistas, educadores oscilaron tanto a la izquierda?, ¿Ud., fue un radical?

NTT.- Sí, siempre fui un radical, pero nunca trotskista. Tiempos de la aparición del socialismo de Carlos Marx y Federico Engels y los sangrientos encuentros de dos bandos radicales en Europa: la extrema izquierda y la extrema derecha. El socialismo soviético y el nacionalismo alemán. Se estructuraron los grupos de izquierda: el Partido Socialista Obrero de Bolivia del que se desgajó el Partido Obrero Revolucionario, afiliado a la Cuarta Internacional, fundado por León Davídovich, Bronstein Trotski, y en Oruro el Partido de la Izquierda Revolucionaria, fundado por el coronel chileno Marmaduque Grove que declaró a Chile en 1932, República Socialista. Y por la extrema derecha se fundaría en Santiago de Chile la Falange Socialista Boliviana y el Movimiento Nacionalista Revolucionario en Viacha de La Paz. El mundo democrático se puso en pie de alerta contra el nazismo alemán. El presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt lanzó su programa de Cuatro Libertades y tuvo un vicepresidente activo y popular, Edgar A. Wallace, que llegó de visita hasta el valle de Cliza. Bolivia jugó un papel importante en la derrota de Alemania fascista aportando a las democracias con materias primas que el sistema capitalista se aprovechó. El dictador Villarroel fue ahorcado en la plaza mayor por las masas antifascistas como Benito Mussolini y su amante Claretta Petacci. Villarroel fue hijo de un sacerdote punateño y él un nazi camuflado que por mantenerse en el poder entregó las riquezas naturales a USA. Mi primera novela histórica publicada en 1960 abarca este tema. La historia villana de la violencia de las dictaduras castrenses comenzó en aquella época. Y después una buena cantidad de intelectuales abjurarían de sus principios hitleristas. Tal el caso de Alcides Arguedas. A la muerte del nacionalsocialismo la mayoría de los intelectuales en el mundo ya estaban militando en el socialismo marxista, a excepción del escritor escandinavo Knut Hamsum, quien fue autor de una importante elegía a Adolfo Hitler.

JMF.- Repasando su trayectoria, la experiencia vivida en más de medio siglo como escritor comprometido, ¿cuál es o debería ser el papel del intelectual en la política?, ¿cuál el papel del intelectual en Bolivia?, ¿la estructura social, le permite al intelectual influir indirectamente en las decisiones políticas, contribuir significativamente a la sociedad y a la solución de sus problemas?, ¿en resumen debe el escritor, el intelectual asumir una posición, participar activamente en la estructuración de la política?

NTT.- Otra vez el retintín, amigo Fajardo. Necesariamente un intelectual obedece a su condición de clase. La clase a la que pertenece determina su pensamiento, su posición ideológica. No obstante, hay escritores burgueses que por su rebeldía innata terminan en las filas del enemigo. Por ejemplo en Bolivia tenemos el caso del culto aristócrata Gustavo Adolfo Navarro, escritor chuquisaqueño que fundó el PSOB, recorrió el mundo como aventurero obrerista, usó el pseudónimo ruso de Tristán Marof y le unió una dilecta amistad con el ideólogo peruano José Carlos Mariátegui, director de la revista Amauta. Y también tenemos el caso sonado del sobrino del Rey del Estaño, Simón I. Patiño, llamado Marcelo Quiroga Santa Cruz, que llenó de banderas rojas el país. Sus enemigos políticos cobraron su venganza: los militares le tomaron preso y en el gran cuartel lo descuartizaron y distribuyeron sus fotografías de prisionero bañado en sangre. El cuerpo del mártir desapareció como el del poeta español Federico García Lorca, fusilado por los falangistas españoles. La cabeza visible de estos desmanes en Bolivia fue el alemán Klaus Altmann Barbie, jefe de la represión en Francia con el gobierno nacionalista-revolucionario de Charles Petain y contratado por Víctor Paz Estenssoro y Hernán Siles Suazo para crear campos de concentración en 1952, como en Alemania hitlerista.

A la clase “decente” no se la puede encarecer que haga causa común con los hombres pobres. Esa vida vive otra realidad poco accesible. El político Marcelo Quiroga Santa Cruz siempre fue un escritor burgués. Su literatura siempre mantuvo una prudente distancia con el pueblo trabajador. Marcelo no pudo sobreponerse a su realidad. En Los deshabitados andan extraviados, los proletarios no entienden la dialéctica marxista como lo entiende Marcelo Quiroga. La literatura de Jaime Mendoza está más cerca de los trabajadores que la literatura de Quiroga Santa Cruz.

Los burgueses o los hombres de clase media acomodada nunca van a cambiar, salvo que se propongan hacer su existencia como problema de vida o muerte. En esta circunstancia no todo es infortunio para ciertos escritores que se proponen a denunciar hechos sociales. No todo está perdido para los escritores de alta alcurnia y escribir como Dios manda, escribir. Adolfo Costa du Rels escribe como los dioses en la novela Tierras hechizadas, obra editada por ediciones Plural dentro de Las 10 mejores novelas bolivianas. La historia de un terrateniente capitalista sin entrañas para el prójimo y menos para su hijo noble y valiente. Una obra literaria excelente, de gran calidad literaria. Literatura de país subdesarrollado con un escritor de lujo.

JMF.- Para volver al panorama contemporáneo de la literatura, ¿que encuentra Ud., de admirar en el mundo literario de hoy?, ¿la novela está en un momento especial o está decadente? ¿Cuán de cierto hay que la novelística de hoy está llena de aburrimiento, de frustración, de fantasías sexuales?

NTT.- Bolivia atraviesa su peor momento cultural. El gobierno del cambio en todas sus realizaciones diez puntos de calificación, bien, menos en la cultura. No hay creación, todo es mediocridad burocrática. No se advierte por ningún lado obra creativa. La ignorancia campea. Los jóvenes bolivianos ahora se entregan a culturas extrañas como el llamado Hallowen (cadáveres de gringos horribles chorreando sangre, máscaras que infunden terror). No hay un sentimiento nacional cultural, hay pereza intelectual, puterío de alto nivel. Vivimos la anticultura en su plenitud. En ciertas altas esferas culturales se cree que haciendo bailar indios, ciertas veces en escenarios pomposamente decorados ya está hecha la revolución cultural.

Entendámonos, no hay en el país una política cultural. Nunca hubo. Vivimos en río revuelto con ganancia de pescadores. No se ha entendido el pensamiento del Presidente Evo Morales. La verdad que no se la quiere entender. El mundo cultural está apagando tristemente sus últimos fuegos. La vieja Rosca está de plácemes. Los organismos culturales del Estado necesitan un profundo sacudimiento. Los pocos organismos culturales de clase media conservadora ya han dejado de existir. Y sólo están sobreviviendo viejos nombres del pasado burgués y reaccionario que hacen de francotiradores. No se vislumbra un arte nuevo y revolucionario. La palabra revolución languidece penosamente, ha perdido vitalidad. Todos la rehúyen. La literatura nacional, tienen razón los que estiman, que ahora está llena de aburrimiento, frustración y fantasías sexuales. Pero no todo está perdido. Está claro, la Revolución Cultural debe surgir del campo, ser originaria. Tiene que tener el sello de la Madre Tierra. Hay gente que tiene vergüenza de la expresión terrígena campo. Nos van a criticar, arguyen. ¡Van a creer que todos somos indios en Bolivia!

El pensamiento boliviano ya no se deja sentir porque no existe. En el pasado los escritores tenían su voz propia: Franz Tamayo, Alcides Arguedas, Adolfo Costa du Rels, Carlos Medinaceli, Gamaliel Churata, Tristán Marof, José Antonio Arze, Ricardo Jaimes Freyre, Adela Zamudio, Augusto Céspedes, Oscar Cerruto y Jaime Sáenz.

Tenemos que actualizarnos con el Primer Poeta Boliviano Juan Wallparrimachi Mayta.

Fuente: LA PATRIA
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