¿Somos crédulos, confiados, incautos, o tontos útiles?
• Por: José Hurtado Gonzales
El 20 de enero de 1839 se produjo la batalla de Yungay, en contra de las fuerzas confederadas de Andrés de Santa Cruz, triunfando las tropas al mando del general chileno Manuel Bulnes, alentados por esta situación favorable, comenzó el avance y la ocupación de nuestras tierras completamente desguarnecidas por sus súbditos; y fue por las cuantiosas riquezas por ellos conocidas, porque anteriormente ya las habían explorado, como ser: guano, salitre, azufre, plata y cobre del inmenso yacimiento de Chuquicamata; ambicionaban apoderarse de los mismos lo más antes posible, para así mejorar su magra economía. Y bien preparados, con el apoyo de los ingleses, el 14 de febrero de 1879 provocaron la artera invasión para apropiarse de más de 120.000 Km2 de costa marítima y territorio mineralógico del departamento Litoral.
En agosto de 1862 el Gral. José María Achá, fue nombrado por el Congreso Nacional, Presidente Constitucional de la República, siendo su colaborador más brillante y destacado su ministro de RR. EE., Dr. Rafael Bustillos, que en nombre del Gobierno y pueblo de Bolivia protestó enérgicamente ante los gobernantes chilenos por la presencia provocadora de dos barcos de guerra en la bahía de Mejillones. Su valiosísimo informe decidió al Congreso de 1863 a sancionar una Ley que autorizaba la compra de armamento y declarar la Guerra al invasor chileno, que nunca se cumplió.
El problema data no solamente desde 1879, sino desde 1840, cuando ellos se percataron de las riquezas mencionadas anteriormente. Fue Diego Portales, quien los inspiró, diciéndoles al sur hay pobreza y miseria, y al norte riquezas en abundancia. De ahí que si hacemos cálculos reales, nuestros reclamos tienen más de 173 años, primero, para que no avancen hacia lo nuestro, aunque "igual lo hicieron" y nunca respetaron nuestra soberanía; segundo, en numerosos tratados y convenios, ratificados, canjeados, protocolizados por ellos, empeñaron su palabra para otorgarnos una salida al mar; como con las famosas notas reversales de julio de 1950, cuando el embajador Truco haciendo honor a su apellido burló al canciller Eduardo Arce Quiroga, ofreciendo un pedazo de costa, lo que jamás se cumplió; y el otro compromiso del año 1975, que tampoco se cumplió; lo que nos demuestra que siempre se burlan de nuestros .gobernantes que tontamente todo les creen.
Sebastián Piñera antes de posesionarse como Presidente dijo que él no va a perder el tiempo hablando con, nosotros de límites, franjas, corredores, puertos, o enclaves, para dar una salida al mar a Bolivia, porque el tratado ominoso de Paz y Amistad firmado por ambos países en octubre de 1904 es intangible, según ellos, qué falsa amistad.
Radios, canales de televisión, y periódicos del país, informaron sobre las recientes declaraciones de los gobernantes chilenos, en sentido de que ellos están llanos a un diálogo constante y permanente con nosotros, como haciéndonos un favor para encontrar vías de acuerdos o soluciones a nuestros justos reclamos; pero llegado el momento de concretar, siempre encuentran pretextos que nunca les faltan. ¿Entonces para qué queremos diálogo si nunca se van a pronunciar, a nuestro favor? queda claro que nunca han actuado de buena fe, siempre lo han hecho para burlarse de nosotros, antecedentes sobran al respecto.
A riesgo de ser reiterativo, una vez más sostengo que negociar con los señores de La Moneda es perder el tiempo: Por dignidad, no nos queda más que dejar de ser tontos útiles y terminar las relaciones comerciales, cerrando nuestras extensas fronteras y desviar nuestro comercio exterior por los puertos peruanos de Ilo, Mollendo, Matarani, y otros. No sigamos favoreciendo la economía de nuestros eternos enemigos, puesto que nuestras compras al año bordean los 1.000 millones de dólares americanos; antecedentes al respecto sobran, como cuando la Guerra del Chaco con la hermana República del Paraguay (1932-1935) retuvieron en sus puertos mucho tiempo el armamento que nuestro glorioso Ejército, necesitaba con urgencia. Por lo tanto es necesario recurrir a la Corte Internacional, de Justicia Permanente de La Haya, porque en este diferendo no pueden ser jueces y parte. "Esta gestión tardará demasiado tiempo", como viene sucediendo con el Perú desde enero del 2008; y suponiendo que el dictamen nos favorezca, ¿acatarán su veredicto?
El presidente peruano Alan García dio hace tiempo atrás amplias facilidades para una salida al mar de Bolivia; pero los gobernantes chilenos, Sebastián Piñera, y el canciller Alfredo Moreno, ya se pronunciaron rotundamente en contra para no darnos salida al mar con soberanía, ni lo van a hacer, pues no les faltan salidas o evasivas; ellos no deciden, en gran parte definen los del alto mando militar y su Estado Mayor, a quienes previamente se tiene que concientizar, caso contrario correrían la misma suerte que Salvador Allende.
Para el Batallón Colorados de Bolivia, nuestro más profundo y sincero homenaje al recordar las glorias y la valentía con que lucharon el 26 de mayo de 1880 defendiendo Tacna, territorio peruano, en la batalla del Alto de la Alianza, donde hubo más de 2.000 bajas entre muertos y heridos, ahí los chilenos con salvajismo y crueldad remataron a los heridos con el repaso. Honor y gloria eterna a los valientes Colorados de Bolivia, cuando a viva voz dijeron ¡Agarrarse rotos, que aquí entran los Colorados de Bolivia!
Conclusión: Las tales relaciones, dialogo con tozudos, o la famosa agenda de los trece puntos, de que nos sirve. De nada.
Y a los que insisten con el diálogo estéril; Y por entrar al juego que a ellos les favorece en gran manera serán considerados chilenófilos.
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