El vertiginoso paso del tiempo impele a las autoridades responsables del desarrollo regional a extremar esfuerzos y recursos para cumplir una mínima agenda de servicios en la que estén consignados los proyectos prioritarios, tanto dependientes del Gobierno Autónomo Departamental (Gador) a través de la Gobernación cuanto del también Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (Gamo) con responsabilidad ejecutora de la Alcaldía orureña.
Parece sencillo el problema, sin embargo hay una complejidad en el orden administrativo de ambos organismos dependientes de recursos provenientes de regalías, impuestos asignación porcentual de utilidades, acuerdos crediticios independientes y donaciones u otras formas de ingresos para uno de los “tesoros” departamentales.
Este hecho obliga en cada caso la elaboración del ya famoso POA, conocido como Plan Operativo Anual o identificado en otras instancias como Presupuesto o Programa Anual, en todo caso se trata de un presupuesto (preliminar) pues casi siempre es objeto de varias modificaciones antes de convertirse en instrumento regulador de los gastos públicos.
Lo que preocupa es que por circunstancias especiales en algunos casos no se consignan las partidas financieras para los proyectos más importantes, por tanto algunas obras sufren retrasos y ese hecho ocasiona reacciones casi siempre justificadas de vecinos que se consideran defraudados en sus expectativas de mejorar sus condiciones de vida.
Es importante que las autoridades departamentales se reúnan, por lo menos una vez a principio de gestión, para intercambiar ideas, explicar propósitos y definir la proyección y ejecución de lo más necesario para la comunidad, en la ciudad y en el área rural, de modo que los POA,s puedan ser alimentados con datos originados en las reales necesidades que tienen los ciudadanos en su entorno estrictamente familiar y comunitario.
Hay algunas premisas en el plan gubernamental, impulsar planes de educación y salud, este último un rubro en el que por supuesto lo principal es el saneamiento básico, es decir la dotación en todos los ámbitos comunitarios, de agua, alcantarillado y luz, tres factores que deberían ocupar las principales asignaciones presupuestarias para el desarrollo de proyectos a nivel general.
Por supuesto que habrá que añadir luego el desglose programático de lo que debe hacerse en cada caso, por ejemplo en la ciudad hay necesidad de contar con un nuevo hospital de tercer nivel y un mercado central, en ambos casos hay proyección preliminar que se arrastra de tiempo atrás, por lo que corresponde actualizar esas carpetas y proceder a su financiamiento y ejecución.
Las obras inconclusas de vías camineras es la otra preocupación, pues hay necesidad de terminar tramos tan importantes como el de la carretera hacia Pisiga para consolidar el corredor bioceánico, dando por hecho el emplazamiento del Puerto Seco como factor fundamental del desarrollo sostenible del departamento.
Hay que ganar tiempo en las tareas de coordinación especialmente ahora cuando es urgente establecer una demanda regional ante el Gobierno central con motivo del aniversario orureño, de modo que el próximo mes, ojalá tengamos algo para festejar y que se anote como respuesta al clamor orureño, situación, que deben recoger los parlamentarios para comenzar su gestión con responsabilidad y criterio regionalista antes que meramente partidario.
Fuente: LA PATRIA
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