Martes 15 de enero de 2013

ver hoy





























































Hacen ya varias décadas que Santa Cruz crece en tasas superiores al resto del país como una tendencia constante a la que debieran atenerse las autoridades y técnicos responsables de la planificación, por lo que en la gestión municipal es imperativa una pausa en las urgencias coyunturales para encarar con seriedad un diseño planificado de nuestras ciudades capitales.
Paralelamente, el país se ha municipalizado totalmente y hoy por hoy la presencia de Estado se expresa a través de los gobiernos municipales en todos los campos. Sin embargo, en el ámbito que miremos tenemos grandes ausencias y deficiencias, evidenciando que la gestión municipal no está encarando las necesidades emergentes de ese proceso de crecimiento, ni en magnitud, inserción tecnológíca y menos en la celeridad de sus operaciones.
Si los ingresos municipales se han multiplicado de forma importante, es de esperar que sus Planes de Inversión respondan al reto con obras de gran envergadura, como en su momento significaron por ejemplo el aeropuerto Viru Viru o el Parque Industrial.
Dónde están las grandes avenidas, viaductos y puentes, edificios de estacionamiento y parquímetros para resolver el congestionado tráfico vehicular donde reina la Ley de la Selva; donde un Plan de Pavimentación que asegure a la ciudadanía el retorno de sus impuestos, en vez de subvencionar a los no contribuyentes fomentando la clandestinidad y el caos urbano; dónde un Plan de Drenaje donde no sea necesario que para desaguar a unos se tenga que ahogar a otros; donde un Plan de Edificaciones Públicas y Equipamiento para que en pleno siglo XXI los trabajadores y profesionales en salud, no tengan que hacer “paros” periódicos porque los techos se les caen encima de las ollas o los quirófanos, situación que se extiende a escuelas y colegios.