El psicólogo responde

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Licenciada:

Creo que he cometido un grave error: hace dos semanas el mejor amigo de mi esposo me dio un beso. Yo me molesté y no le di mucha importancia. Pero por dentro me sentía muy mal conmigo misma por haberle fallado a mi esposo, así que le comenté cómo ocurrieron las cosas.

Yo pensé que se pondría furioso, sin embargo, me dio un tiempo para ordenar mis ideas y sentimientos. Él trabaja en otra ciudad, pero ya volverá en estos días. Desde que se fue no me ha llamado, yo le llamo todo el tiempo y él no ha querido hablar del asunto.

Yo no entiendo su actitud. Ahora este “amigo” también me visita. Yo no le doy chance, pero parece que está enamorado y se empeña en conquistarme. No quiero que mi marido me deje o que nuestra relación termine por esto, lo amo mucho. ¿Qué hago?

Querida Amiga:

Por otro lado, el que ha resultado más confundido es tu marido, ya que no sabe si perdonarte o no. Hay dos cosas que puedes hacer para poner claras las cosas:

Primero, que tu esposo sepa que tú lo amas y que tu deseo y decisión es estar con él a toda prueba. Tienes que eliminar cualquier duda para que se dé cuenta que lo que has hecho es ser sincera y demostrar tu confianza hacia él.

Y lo segundo, tienes que hacer entender al amigo de tu esposo que su actitud perjudica tu relación, que tú amas a tu esposo y que su forma de actuar y malentender las cosas sólo va a causar dolor y empeorar las cosas. Pueden conversar los dos, tú y tu esposo como pareja con el amigo y aclarar todo esto.

Si ese “amigo” no es capaz de valorar su relación, no merece ser llamado e incluso aceptado como amigo de tu familia y es mejor que la relación que tengan con él, se termine.

Es importante rescatar de todo esto, que la comunicación asertiva, es indispensable, para que la relación en un matrimonio resulte, además de la confianza, respeto y lealtad.

Si la situación presenta muchas dificultades para ser superada, te sugiero que busques o busquen a un profesional para que les pueda orientar.

¡Suerte!

Lic. Carolina Isabel Mena Medina

Fuente: LA PATRIA