Un hecho sobresaliente que se dio en el mes de noviembre pasado fue la propuesta boliviana ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pidiendo que se declaren a los “servicios básicos como un derecho humano” a favor de todos los pueblos del mundo, pero de manera especial a los que sufren por las limitaciones en el uso del agua potable y el elemental servicio de saneamiento básico, como garantía para preservar la salud ciudadana.
En ésa línea de sugerencias, planteadas a nivel internacional por Bolivia, hay que recordar que el año 2010 nuestro gobierno propuso al organismo internacional reconociera el agua potable y saneamiento básico como derechos humanos universales. En esa reunión internacional fueron 122 países que votaron a favor de emitir una resolución que fuera redactada por Bolivia para formalizar un compromiso que reconozca ese fundamental derecho humano, sólo 41 países se abstuvieron aunque sin rechazar la sugerencia.
En función de la elaboración de la resolución encomendada por la ONU el 2010 se recomendó facilitar el acceso al agua como un derecho humano fundamental, haciendo énfasis en la necesidad de que los países desarrollados y el conjunto de los organismos internacionales faciliten las condiciones para un acceso barato al agua, pero principalmente al servicio de saneamiento básico.
Como un complemento específico de apoyo interno a esa posición boliviana ante la ONU, se remarca lo que señala la nueva Constitución Política del Estado vigente desde el 2009 que reconoce como parte de los derechos fundamentales el “derecho al agua y a la alimentación, asimismo y de manera especial el “acceso equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas domiciliario y telecomunicaciones”, el conjunto de los que se consideran “servicios básicos”.
Recordamos la iniciativa boliviana, su reconocimiento en el ámbito internacional y la necesidad de que ese objetivo comience a cumplirse “por casa” y algo se avanzó en esa materia, pues en muchos poblados rurales ya se cuenta con el elemento básico que es el agua potable, empero en esos mismos sitios y lo que corresponde especialmente a las ciudades y en ellas a cientos de barrios marginales no se cumple la que debería ser una paralela obligación de dotarles a miles de bolivianos del servicio de alcantarillado, como obligación paralela en el cumplimiento de las metas que se mencionan en los planes de servicios de saneamiento básico.
Lo que se rescata de una reciente e inusual visita del Primer Mandatario a una autoridad cabeza del ejecutivo municipal, como sucedió recientemente en nuestra ciudad, parece apuntar justamente a recomendar a los miembros que deliberan en los Concejos Municipales, dar paso con prioridad y urgencia a la aprobación de planes que tienen que ver con la dotación de servicios básicos para la comunidad.
Para el cumplimiento de esos fines los recursos departamentales deben ser inscritos en los POA’s respectivos, como parte fundamental de los programas dirigidos a otorgar salud, seguridad y bienestar a la población, y en todo caso la premisa debe ser encarar la dotación de servicios básicos, agua potable, alcantarillado, luz, calles en condiciones de transitabilidad y luego los planes de bienestar complementario como áreas verdes, parques, campos deportivos con todo su pintoresco maquillaje.
Fuente: LA PATRIA
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