EDITORIAL

En tan solo pocas horas se vivirá en el mundo, una de las fechas más esperadas, especialmente por los niños, porque todos o por lo menos la mayoría, tiene la ilusión de recibir un regalo, quizás el juguete añorado o sencillamente tendrá que conformarse con el que le dieron en una actividad organizada por alguna entidad.

Sin embargo, debemos decir con tristeza que de un tiempo a esta parte se fue matando la ilusión de los niños y la existencia de un personaje, mal que bien, hacía de los infantes vivir un mundo de fantasía.

Recordamos cuando éramos niños, cómo nuestras mamás nos decían incluso meses antes de la Navidad, que nos portemos bien, que no hagamos travesuras, porque Santa Claus ó Papa Noel, no nos traería ningún obsequio para la Navidad.

Ese simple hecho, hacía que muchos de nosotros moderemos el comportamiento y quizás en la recta final del año, cambiemos algún detalle que no agradaba a nuestra querida progenitora.

Si bien para muchos, el personaje de Papa Noel es mercantilista y muy asociado al consumismo, podemos afirmar que no es tanto así, porque la noche de Navidad, es y debe ser mágica, hacer que los niños aunque sea por esa noche, vivan en un mundo de ilusión y fantasía, pese a que esta época es complicada en muchos aspectos. En fin, la magia debe continuar para si no se puede, tratemos de hacer el intento.

Como se diría popularmente, al volcar la tortilla, podemos afirmar que la esencia de la Navidad es el Nacimiento del Niño Dios, Jesús, quien con su llegada a este mundo trajo muchas bendiciones y el anuncio que moriría para redimir nuestros pecados, por eso también ocurre el afán de cada año, en preparar el Nacimiento como corresponde.

La Navidad es una época bonita, no solo por los regalos, que es la parte secundaria, sino por el significado mismo, no por algo a esa noche la denominaron como Nochebuena o Noche de paz. La convivencia en el seno familiar es lo que debe primar la víspera de Navidad. El amor, la felicidad y la paz, aunque algunas personas dirán que no tienen dinero, pero recordemos que antes de lo material, están primero esos valores que mencionamos.

El mejor regalo que se puede tener esa noche, es la presencia en unión de nuestros seres queridos y tener la dicha de estar en el momento preciso para celebrar el Nacimiento del Niño Dios.

Lo material es secundario, son los egos que nos piden tener algo tangible, pero no olvidemos que cuando Jesús nació, lo hizo en medio de la nada, hablando materialmente, pero en el plano espiritual, sí tuvo la bendición de Dios, el amor de su madre y por su puesto la compañía de quienes sabían que iba a ser el Salvador.

Libremos nuestro corazón a ese sentimiento de espiritualidad, de amor y de paz. Todos ustedes, nuestros queridos amigos de Tu espacio, hagan votos por regalarnos una noche mágica, simbólica y de fantasía, en medio de la unidad que es lo que debe caracterizar ese momento.

Feliz Navidad para todos, feliz Navidad en paz y amor, feliz Navidad les desea Tu espacio.

Fuente: LA PATRIA