El ser humano tiene un acordado y largo camino que recorrer desde el momento en que encarna en el planeta Tierra, hasta su desencarnación posterior. (Nacimiento y muerte)
1.-Energía Universal
Habitamos un mundo lleno de energía, no solo proveniente del astro solar, sino también de otras energías cósmicas que se entrecruzan a diario en el ambiente terráqueo, como el también llamado prana o soplo vital que se constituye en el elemento básico y fuente de toda vida, el mismo que fluye por todo el cuerpo humano, se la ubica y se la extrae del aire que respiramos.
Un círculo protector de energía rodea a nuestro planeta que almacena en su interior todos los conocimientos existentes desde el principio de los tiempos. La energía como fuerza vital y actividad corporal es tan viejo como el mundo .El mundo en que vivimos está compuesto de gases y energía. Las plantas, animales, y el ser humano tienen una frecuencia energética vibratoria, para crear la vida, crecimiento y evolución. La materia no es más que energía condensada, es la manifestación de un estado de la energía, así que las piedras no tienen sexo como alguien desorientadamente afirmara. No hay nada nuevo bajo el sol, nada se descubre, solo se redescubre.
2.-El ser divino
El campo energético humano es una manifestación de la energía universal, íntimamente ligada a la vida humana. El ser humano , tiene centros de energía que están en contacto con el sistema endocrino del cuerpo humano y otras energías que se encuentran dormidas o aletargadas en el corazón ,como en la base de la columna vertebral del cuerpo humano . Esperando que nosotros, por mecanismos apropiados, la activemos y de este modo realmente irradiemos desde nuestro universo interior no solo el amor incondicional, sino que al despertar esa energía cósmica que se encuentra aletargada en el kundalini, pueda convertirnos en seres divinos llenos de amor, caridad y generosidad, para todos los que nos rodean, desechando el egoísmo destructivo y hacer de este mundo un mundo de paz y lleno de virtudes.
Vale decir que activando esos centros de energía los hombres nos convertiremos en seres divinos y transformaremos nuestras sociedades donde las bases de sustentación serán el amor y la caridad, o sea el cambio en la sociedad se producirá de adentro hacia afuera, no viceversa. SI QUIERES CAMBIAR EL MUNDO CAMBIA TU PRIMERO.
Energías cósmicas que bajo determinadas condiciones penetran por la palma de las manos orientadas hacia arriba, también ingresan por las plantas de los pies, y los siete centros de energía situadas invisiblemente en la parte exterior del cuerpo físico y solo quienes tienen facultades pueden verlos circular esas energías, en diferentes colores y a una frecuencia vibratoria determinada. La energía penetra en nuestro cuerpo los 365 días del año, no solo en determinadas épocas.
Hay que vivir estas experiencias para afirmar con absoluta seguridad sobre el impacto que tienen sobre nosotros esas energías y el uso beneficioso que prodigaríamos en favor de nuestros semejantes.
"En el ser humano existen tipos de energía, denominados compatibles, incompatibles y neutros las energías compatibles que se juntan generan en las parejas energía revitalizadora de combustible magnético, en cambio las energía incompatibles combinadas producen una insuficiencia del campo magnético (bajo vientre) perdiendo de este modo su gran capacidad de extraer energía humana de los pulmones". La interacción de campos energéticos en los seres vivos influye en la salud de los mismos.
El hombre al acumular energía en el plexo solar por mecanismos apropiados, no cualesquiera lo hace, transmite energía curativa a sus pacientes, se convierte no solo en un acumulador de la energía sino también en distribuidor de esa energía acumulada en el plexo solar para distribuirla y sanar a los enfermos. Eso mismo hacían los apóstoles del evangelio por la imposición de manos.
Todo esto forma parte de la Sabiduría Universal, no es prerrogativa ni privilegio de una sola cultura .Las energías que nos envuelven, la conocían las culturas con más de 5.000 años de antigüedad, como la de los Hindúes, Tibetanos, Egipcios y otros. Acaso esas civilizaciones milenarias no adoraban también el sol por los beneficios que proporcionaba tanto al ser humano como a la Tierra. La Tierra sola (Pachamama) no produce y no significa nada sin el concurso de los rayos solares, del aire, el viento,el agua, la Tierra sin esos elementos no tiene valor alguno. El Sol tampoco, bajo determinadas condiciones puede acabar con nuestra civilización, de donde se tiene que no es conveniente endiosarlos. Conviene resaltar que los guerreros de la luz están alineados al CRISTO y son de naturaleza cósmica y combaten a las fuerzas de la oscuridad a los enemigos de la luz, pero no con armas convencionales o con armas de destrucción masiva.
Concluimos que el levantar las palmas de las manos con dirección al astro solar, en la puerta del sol o en cualesquier otro lugar no tiene efecto alguno sobre las personas no apropiadas. Es más no hay memoria ni registro alguno en el país de los pormenores de esta energía universal así descrita a grandes rasgos. Por el contrario las civilizaciones orientales líneas arriba referidas, tienen registros escritos y una práctica milenaria.
(*) Abogado
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