Fujimori y Sendero Luminoso recuperaron protagonismo en 2012

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Los fantasmas de la era de Alberto Fujimori, el grupo terrorista Sendero Luminoso y el propio expresidente, condenado a 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad, volvieron a ser protagonistas de la política peruana durante 2012.

Aunque Fujimori fue condenado en abril de 2009 y permanece desde entonces en un cuartel policial de Lima, su vigencia en la política nacional se ratificó a lo largo del año, apuntalada por el debate sobre su estado de salud.

En medio de una polémica por los aparentes privilegios de que goza en su prisión, Fujimori fue conducido en varias oportunidades a una clínica de Lima por presentar problemas en una lesión precancerígena que sufre en la lengua desde fines de los años noventa.

En septiembre pasado, Fujimori presentó complicaciones de cicatrización en su quinta operación quirúrgica en la lengua, lo que originó que sus familiares y seguidores pusieran en la agenda política el tema del indulto a su favor.

Los médicos encargados de supervisar su salud indican, sin embargo, que la dolencia que padece está controlada, mientras que sus opositores remarcan que un eventual indulto ratificaría la impunidad en Perú.

Sin embargo, el gobierno confirmó que Fujimori no había firmado la solicitud de indulto, lo que hubiera implicado una aceptación implícita de su responsabilidad en los delitos por los que fue condenado, y exigió conocer la opinión del ex mandatario.

El 31 de octubre, el abogado de Fujimori, César Nakasaki, entregó un documento para certificar la adhesión del ex mandatario a la solicitud de indulto, aunque dijo que el documento fue suscrito "bajo protesta".

La solicitud de indulto humanitario fue aceptada a trámite por la comisión encargada de evaluar este tipo de pedidos, que en una fecha no determinada deberá enviar una opinión no vinculante al presidente Ollanta Humala, quien decidirá finalmente si otorga el indulto.

Fujimori, de 74 años, fue condenado a 25 años de prisión por la autoría mediata de 25 asesinatos y dos secuestros durante su gestión (1990-2000), además de haber recibido otras penas menores por delitos de corrupción.

Otro de los "fantasmas" de la época fujimorista, el grupo terrorista Sendero Luminoso, volvió a irrumpir en la vida de los peruanos, mediante los ataques de un grupo armado que se desplaza en la zona sur del país y el intento de ingresar a la vida política del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef).

Esta agrupación, liderada por los abogados del líder preso de Sendero, Abimael Guzmán, fracasó el año pasado en su intento de inscribirse como agrupación política, pero en los últimos meses volvió a la carga con un gran protagonismo mediático.

Aunque sus promotores e integrantes defienden el llamado "pensamiento Gonzalo", la ideología con que Sendero Luminoso se enfrentó al Estado, afirman que buscan una amnistía general para todos los presos por delitos cometidos durante esos enfrentamientos.

En noviembre pasado, la Policía aseguró, sin embargo, que el Movadef es un "organismo de fachada" fundado por el propio Guzmán y que su objetivo es lograr la excarcelación de los presos por terrorismo con el propósito de reestructurar y reactivar a Sendero Luminoso y prepararse para el reinicio de la lucha armada.

Sus militantes son, según la policía, en su gran mayoría senderistas que cumplieron condenas por terrorismo, o cuyos procesos fueron anulados, así como familiares de subversivos presos, desaparecidos o fallecidos, y algunos jóvenes universitarios.

El Movadef tiene 13 bases instaladas en Lima, 9 comités regionales en Junín, Áncash, Puno, Ayacucho, Arequipa, Apurimac, Tumbes, Lambayeque y Piura, y 4 bases activas en Chile, Argentina, Bolivia y Francia.

Precisamente la base en Argentina tuvo gran protagonismo, después de que los medios locales revelaran que algunos de sus miembros se habían reunido con el entonces embajador peruano en Argentina, Nicolás Lynch, quien fue llamado a Lima y finalmente tuvo que renunciar al cargo.

Otro grupo de ex senderistas, liderados por los hermanos Quispe Palomino, mantuvo una intensa presencia en la zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), en el centro y sur del país, con ataques y emboscadas a patrullas de militares y policías.

El Gobierno de Humala se anotó, sin embargo, un punto a su favor, al lograr capturar en febrero a Florindo Eleuterio Flores Hala, "camarada Artemio", el líder de otro pequeño grupo de senderistas que se desplazaba en la zona selvática del Río Huallaga y que prácticamente ha sido desarticulado.

Fuente: Lima, 12 (EFE).-