Motín y corrupción marcan un momento crítico en la Policía
20 dic 2012
Fuente: La Paz, (ANF) -
Por: Jaime Loayza Zegarra
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A siete años del gobierno del Presidente Evo Morales, la tan anunciada reforma policial y las prometidas mejores condiciones de trabajo y de vida no llegaron; más bien el malestar se desbordó y desembocó en un motín que puso en jaque a la administración por seis días consecutivos, del 21 al 26 de junio, jornadas en las cuales el Ejecutivo acusó a los “uniformados rebeldes” de gestar un golpe de Estado en supuesta concomitancia con los indígenas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y partidos políticos de la derecha.
A todo esto se sumó los supuestos vínculos de uniformados con el narcotráfico y bullados casos de corrupción que terminaron de enlodar la imagen de la institución policial, más aún cuando son procesados por la justicia ordinaria los excomandantes generales de la institución Jorge Renato Santiesteban, implicado en el ingreso irregular de cadetes a la Academia de Policías a cambio de dinero, y Víctor Hugo Escobar recluido en la cárcel de San Pedro por la adjudicación irregular de departamentos en el edificio Los Reyes, caso denominado Covipol, que alarmaron a la opinión pública.
Los policías recordaron el pasado 25 de junio los 186 años de creación de la institución verde olivo con marchas de protesta en las principales calles de las ciudades del país, en medio de un motín. Al final en la madrugada del 27 de junio firmaron un acuerdo con el que lograron un aumento de 100 bolivianos al salario básico y la suspensión de la draconiana Ley 101 de régimen disciplinario, violatoria a la Constitución Política del Estado.
El malestar de los policías de bajo rango contra el Gobierno fue creciendo por tres factores: Primero, la intervención gubernamental a las cuentas de más 20 millones de dólares de la Mutual de Seguros del Policía (Musepol), entidad que se encarga del pago a los uniformados jubilados, que antes de esa medida su directorio era elegido por voto de los miembros de la institución, pero ahora esas designaciones se las realiza a dedo por el comandante General de turno.
Segundo, los privilegios en cuanto a la asignación presupuestaria de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) para infraestructura, equipamiento logístico, técnico y operativo, incrementos salariales a favor de sus miembros, diferencia en cuanto a la seguridad social que el Gobierno se encargó de consolidar desde que el presidente Evo Morales llegó al poder, 22 enero de 2006. Los militares, a diferencia de los policías, se jubilan con el 100 por ciento del salario que reciben por los 35 años de servicio.
Tercero, la discriminación social y de clase que aún impera en las filas policiales, entre efectivos de baja graduación con los oficiales, coroneles y generales, toda vez que los segundos gozan de mayores comodidades técnicas, logísticas, operativas y salariales para realizar sus labores, mientras que los uniformados de base cumplen sus funciones en situaciones paupérrimas, sin una adecuada alimentación, pero además de ello soportar los malos tratos que reciben de sus superiores bajo la amenaza de ser dados de baja.
En la Policía, un efectivo de baja graduación no podía reclamar sus derechos o contradecir la orden de un superior, ni responder de mala manera un saludo, pues corría el riesgo de ser separado definitivamente de la institución, gracias a la Ley 101, que fue aprobada el año pasado, que vulnera lo establecido por la Constitución Política del Estado.
TRES MOTINES: Los policías de bajo rango protagonizaron en los últimos 12 años tres motines: el primero, suscitado el 8 de abril de 2000, durante el Gobierno de Hugo Banzer Suárez, en demanda de un incremento salarial del 50 por ciento, conflicto que no dejó ninguna víctima.
El segundo, ocurrido el 12 y 13 de febrero de 2003, en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, a causa del impuesto al salario que derivó en un enfrentamiento armado con el Ejército en inmediaciones de la plaza Murillo, que dejó 30 víctimas fatales entre militares, policías y civiles. El tercero, registrado el 21 junio pasado, en el cual quemaron algunas de los ambientes del Tribunal Disciplinario Superior de la institución.
OCHO COMANDANTES EN LA ERA EVO: El Gobierno del Presidente Evo Morales posesionó, desde enero de 2006 hasta el momento a ocho comandantes generales de la Policía, de los que al menos cinco dejaron el cargo en medio de problemas y el estigma de la corrupción, a excepción del general Miguel Vásquez Vizcarra, quien fue viceministro de Seguridad Ciudadana (noviembre de 2009 a junio de 2012), quien dejó el cargo luego del motín policial de junio pasado.
- El general Isaac Pimentel asumió el cargo de comandante General el 25 de enero hasta el 29 de diciembre de 2006
- El general Miguel Vásquez Vizcarra asumió el cargo de comandante el 29 diciembre de 2006 hasta el 30 de mayo de 2008
- El general Miguel Alfonso Gemio Urrutia asumió el Comando General del 30 de mayo de 2008 al 9 de marzo 2009.
- El general Víctor Hugo Escobar fue comandante General desde el 9 de marzo de 2009 al 24 de enero de 2010
- El general Oscar Nina asumió el comando General el 24 de enero de 2010 al 11 de marzo de 2011
- El general Oscar Ciro Farfán asumió el cargo desde el 11 de marzo al 18 de mayo de 2011 (fue el más fugaz)
- El general Jorge Santiesteban fue comandante General del 18 de mayo de 2011 al 21 de mayo de 2012
- El coronel Víctor Santos Maldonado juró el 21 de mayo de 2012 como nuevo comandante General y se desempeñó en el cargo hasta principios de diciembre.
El coronel Alberto Aracena, tomó posesión del comando el 6 de diciembre y en la actualidad es la máxima autoridad de la entidad del orden.
Fuente: La Paz, (ANF) -
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