Luego de un año conflictivo Lo que queda es la esperanza

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El 2012 comenzó como un año conflictivo, ya que tras el anuncio navideño en 2011 de un gasolinazo, que días después fue retirado, se dio marcha atrás y la medida “impopular” fue desechada, pero el daño ya estaba hecho, los precios que habían subido en algunos rubros se mantuvieron ocasionando problemas a la población.

Por otra parte, estaba latente el descontento de los habitantes del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), quienes marcharon en septiembre de 2011 pidiendo que no se toque el corazón de su territorio por tratarse de un área protegida por su biodiversidad, habiendo logrado lo que querían, una norma que planteaba la intangibilidad del mismo, luego desde esferas gubernamentales se alentó una contramarcha de gente externa al Tipnis que pedía “carretera ya”.

La Novena marcha partió en abril de 2012, esperando el apoyo y el resultado que tuvo la Octava Marcha, el gobierno se encargó de brindar seguridad a los marchistas, en lugar de reprimirlos como ocurrió en 2011. Sin embargo ese movimiento lo único que consiguió fue la promesa gubernamental de realizar una consulta “previa” que al final resultó póstuma, además donde primó la prebenda y se consultó a personas que no pertenecen al Tipnis, se hizo oídos sordos a los reclamos de los indígenas, humillándolos y pisoteando sus derechos, la promesa de una carretera “ecológica” resultó de la conclusión de la consulta, pero la ruta pasará por el corazón del Tipnis “sí o sí”.

Cuando la marcha llegaba a La Paz, esa capital estaba convulsionada por la protesta de los policías, quienes pedían un salario más justo y mejores condiciones para realizar su trabajo; quienes estaban llamados a velar por la seguridad en las ciudades cometieron actos “vandálicos”, rotura de vidrios, golpes, quema de equipo y material de escritorio.

Por otra parte, médicos y trabajadores en salud habían realizado una larga huelga de brazos caídos, poniendo en peligro la salud de la población y el gobierno aprovechó para argumentar que hay gente que tiene intereses mezquinos y no se preocupan por el pueblo. Finalmente, se obtuvo la promesa de realizar una cumbre de salud para analizar todos los dilemas por los que atraviesa en el sistema de salubridad de Bolivia, pero la misma fue relegada y no se realizó, se dijo que se prepara todo para el año 2013, sólo queda la esperanza de ver avances positivos en ese aspecto y no se vuelva a poner en peligro la salud de la población.

El Gobierno exteriorizó lo que el Presidente Evo Morales había dicho varias veces antes, que la prensa es enemiga, ya que las autoridades, por todo y por nada se sienten atacadas, pasan pidiendo rectificaciones y aclaraciones, sin tomar en cuenta que ni periodistas ni dueños de medios de comunicación se inventan las historias que se difunden, sino que existen fuentes responsables, aunque la Ley de Imprenta obliga a los periodistas a protegerlas.

No obstante, el acabose fue el proceso penal instaurado contra tres medios de información, la Agencia de Noticias Fides y los impresos paceños Página Siete y El Diario, que cuando sus directores declinaron competencia se estudió la posibilidad de instaurar otro proceso por la Ley 045, de Lucha contra el Racismo y toda forma de Discriminación. Los juicios se mantienen abiertos, aunque se demostró por demás que no tenían razón de ser.

Otro revés para la prensa, con cara de beneficio, fue la Ley de Seguro de Vida para Periodistas, que si bien es un logro para los trabajadores de este rubro, confisca a los medios privados y públicos el 1 por ciento de sus ingresos brutos y a los medios alternativos, campesinos, originarios, indígenas e independientes el 0,25 por ciento, un impuesto por encima de otros impuestos, para alimentar un fondo cuyos remanentes se destinarán “por decreto” a financiar lo que el gobierno vea conveniente con el rótulo de “obra social”.

El censo de población y vivienda se realizó en una jornada tranquila y apacible, pero con gusto amargo, ya que de la papeleta de consulta fueron suprimidas ciertas preguntas que hicieron sentir discriminada a una fracción grande de los habitantes bolivianos, pues, quienes no podían contestar que son indígenas estaban consignados como “nada” o “nadie”. Los católicos, que son mayoría en Bolivia también se sintieron discriminados porque consideraban importante que se refleje cuántos bolivianos realmente profesan esa fe.

Cuando se pensó que ya se había visto todo, se destapó la olla de la corrupción, se llegó a descubrir una red de extorsionadores y corruptos que operaban en las narices de las autoridades gubernamentales, quienes afirmaron no saber nada, sin embargo hace pocos días la ministra de Transparencia, aseguró que sí conocía lo de la red desde octubre, pero no hizo absolutamente nada.

Frente a tantos conflictos y sinsabores lo único que queda es la esperanza de que se corrijan los errores y se pueda construir un mundo más solidario, más caritativo, donde reine la paz, la armonía y sobretodo exista amor, ese amor puro y sincero, incondicional que nos brinda Dios y que Jesús lo legó a la humanidad.

No en vano el 2012 fue nombrado el Año de la Fe, la fe es lo único que puede mantener de pie y con la esperanza viva, pues aunque las autoridades terrenales fallen, Dios es infalible, ya lo dijo Jesús, “mi reinado no es de este mundo”, porque él no pide nada a nadie, sólo que lo sigan y que vivan en el amor, en la fe, en la misericordia y en el perdón.

Para el año que está por comenzar queda esa promesa que quizás sea la única que se cumplirá porque no es una promesa hecha para ganar votos o la gracia de la población, es una promesa divina, perfecta, misericordiosa y amorosa. Por eso debemos enfrentar la vida con optimismo, pero no nos quedemos de brazos cruzados hagamos lo nuestro, ayudemos a que el mundo sea un mejor lugar para vivir.

Fuente: LA PATRIA