El verdadero espíritu de la Navidad es la unión de la familia, en ningún momento debería ser noche, día de regalos, la humanidad desde muchos siglos atrás, viene recordando y ratificando su amor por el nacimiento de Jesús.
Muchos de nuestros niños y niñas pobres, seguramente dentro de sus sueños, ilusiones, inocencia, siguen dejando sus calzados en su ventana (lavando sus únicos calzados el algunos casos) esperando recibir algún juguete del llamado papá Noel, por su parte los niños y niñas ricas, semanas, meses antes ya tienen definido la clase de regalo que recibirían sin esperar al papá Noel que fue creado por el comercio irracional.
La llegada de la Nochebuena, tiene que representar para los católicos y otras religiones, un momento de reflexión, perdón, arrepentimiento, unión, alegría, dejar la maldad atrás, discriminación, soberbia, humildad, y ayudar al prójimo.
La Navidad que representa nacimiento y fiesta religiosa, tiene diferentes significados: misa de Cristo, noche de bendición, noche de nacimiento, noche buena, noche de paz, noche de amor.
El Papá Noel (barbudo blanco), Santa Claus, San Nicolás, personaje popular por su bondad, generosidad supuestamente con la gente sometida a la miseria y riqueza, se dice que está inspirada en la vida del obispo de Mira (Turquía) el Papá Noel repartía regalos montado en un caballo y a pie.
La iglesia en la Edad Media incorporó el nacimiento, villancicos pero también existieron ciertas épocas en que desapareció. En el Siglo XIX por su parte el uso del árbol y postales se extendió en Europa y en nuestra América, posteriormente en EE.UU. se inventó al Papá Noel (figura que es antigua y compleja) trineos, renos y bolsas de juguetes de carácter eminentemente comercial.
En nuestra patria en las últimas décadas, esta mala costumbre del país del Norte llegó a la mayoría de las familias, que producto de la actividad comercial se fue estableciendo el intercambio de regalos en diferentes reuniones institucionales, familiares, desvirtuando el verdadero sentido de la Navidad de antaño.
En el país donde existe tanta pobreza, la llegada del nacimiento del Niño Jesús, abre mucho más la brecha entre los que tienen más, aquellas familias que tienen poco y familias que no tienen nada (que no quieren que llegue la Navidad de los ricos).
En las últimas décadas la fuerza de la actividad comercial ha cambiado primero el verdadero sentido de la Navidad porque antes solo faltando unos días se efectuaban preparativos para recordar el nacimiento, segundo ahora las propagandas en la televisión, prensa, radio, se inician en algunos casos faltando dos meses, todo por ofrecer y vender cosas materiales, sin que la Iglesia diga nada o reflexione verdaderamente al pueblo católico.
La verdadera pobreza de nuestro pueblo, salta del área rural a las diferentes ciudades, sin que esto signifique que en nuestras ciudades no exista pobreza, semanas antes de la llegada de la llamada Nochebuena (para pocas familias) por que la mayoría del pueblo llora, sufre sus limitaciones económicas o falta de empleo para poder llevar a sus familias esa Nochebuena por lo menos un buñuelo, chocolate, biscocho o panetón, ahora podemos ver a muchos de nuestros niños contentarse tan solo viendo a otras familias derrochar, farsantear sus riquezas o ver vitrinas y en algunos casos hacer uso de dinero mal habido.
Otras familias al haber perdido a sus seres queridos (padre, madre, hijos, hermanos, abuelos) no tienen con quien pasar la Navidad, el sentido del nacimiento queda atrás por el dolor de haber perdido a algún familiar querido por lo que se expresa frecuentemente: Navidad sin papi ni mami no es Navidad.
(*) Abogado
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