Miercoles 19 de diciembre de 2012
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La Contraloría General, por instrucciones gubernamentales, ha realizado una especie de auditoría sobre lo que ganan los profesionales docentes en las universidades públicas y, como era de suponer, han “descubierto que ganan más que el Presidente”. Este hecho, según las justificaciones, no corresponde “porque nadie puede ganar más que el Primer Mandatario” según una disposición aprobada hace años.
Hay verdades que ni el gobierno ni nadie puede discutir: profesionales que dictan cátedra en las universidades y casos que, además, desempeñan puestos de Directores de Carrera, perciben sueldos conforme a lo que hacen porque saben enseñar, formar profesionales y cumplir el mandato constitucional de enseñar porque todos ellos, al margen de ganar correcta, honesta y conscientemente sueldos, lo hacen convencidos de su propia capacidad e idoneidad para la cátedra.
El que haya una disposición por la que se establece que “nadie, en el sector público, puede ganar más que el Presidente o no puede percibir dos o más sueldos en la administración del Estado” a más de ser medida contraria a toda lógica y ajena a todo principio de sana y honesta administración, es perjudicial para todos porque sueldos y salarios se fijan conforme a la capacidad de quienes ejercen un cargo con idoneidad, honestidad y responsabilidad y son ingresos que se perciben por la atención de varias funciones, especialmente en universidades.