Hay quienes creen que tienen poder sobre el hombre porque poseen en sus manos instrumentos de muerte y de dominación.
Hay quienes creen que su poder es imperecedero y se comportan como dioses poniéndose por encima de otros hombres con orgullo y prepotencia.
En Bolivia no habrá nunca Democracia si persiste la cultura de la violencia, el terrorismo, la corrupción, la extorsión, el terrorismo cobarde y anónimo, y por ello no existirá jamás la paz que anhelamos, no queremos una patria donde se pague "ojo por ojo y diente por diente", queremos una justicia independiente, eficaz y transparente.
Queremos una Democracia basada en la justicia, cuyo fundamento ético sea el pleno respeto a los derechos humanos sin extorsionadores y que sean las instituciones civiles las que garanticen el más pleno desarrollo de la libertad de las personas y las instituciones que resguarden el derecho de todos, el derecho al desarrollo personal y social que es natural e inalienable en cada persona, pero eso nunca se podrá lograr sin la libertad de expresión.
Deseamos la primacía de la persona y de la asociación voluntaria en los factores económicos y sociales, la orientación del consumo y la producción para el beneficio de la sociedad, la distribución equitativa de los ingresos y la transformación integral y pacífica de las estructuras sociales y económicas injustas como medidas de hacer frente al hambre, la pobreza, la marginalidad, el desempleo y el régimen totalitario.
Sólo de esa forma podremos construir una sociedad justa para el bienestar común de nuestra sociedad boliviana.
Queremos una democracia para todos los bolivianos, que se perfeccione a sí misma y que encuentre en su profundización su propia fortaleza.
Y así, la democracia será el ejercicio permanente de los acuerdos y no de las exclusiones, del entendimiento y del diálogo y no de las amenazas, la democracia necesita ser gobernable.
Nadie aplastará a nadie, nadie tendrá más poder que el pueblo íntegro que se expresará a través del respeto a sus derechos y de su recto juicio. Pero la Democracia deberá contener claros límites a los desacuerdos. Las normas de convivencia, los derechos de los ciudadanos tendrán que conjugarse necesariamente con las metas prioritarias de eliminar el escándalo de la extrema pobreza y la marginalidad, la creación de trabajo estable y el logro de una tasa alta y sostenida de crecimiento, y que Bolivia sea una patria para todos.
Democracia significa un respeto a la justicia colectiva por el grave desbalance de nuestra familia nacional, por lo que es necesario hacer lo imposible porque ese esfuerzo se aliente y encuentre los causes adecuados en nuestra legislación y nuestras instituciones para que cada boliviano esté amparado de verdad en sus derechos constitucionales y la justicia sea accesible a todos por igual y no por amenazas, dinero, amistad y parentesco.
Pero hoy más que nunca Democracia debe significar para nosotros un profundo esfuerzo de respeto y cariño colectivos.
El reconocimiento íntimo de que Bolivia tiene un destino histórico y un papel que cumplir hacia sí misma y hacia la comunidad de las naciones y que debe descansar sobre el reconocimiento íntimo de nuestra solidaridad como pueblo, nuestro respeto y cariño hacia cada comunidad, cada etnia, cada grupo nuestro y un profundo respeto por los derechos humanos de todos, esa es la Democracia queremos los bolivianos.
(*) Es Dr. Pdte. Centro Cívico Bolivia –Regional Oruro
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