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Domingo 16 de diciembre de 2012

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Revista Dominical

Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados

Una centuria adoptando y cuidando a las personas de la tercera edad

16 dic 2012

Fuente: LA PATRIA

Alimentación, abrigo y mucho cariño es lo primordial para los ancianos • Por: Alicia Navía Mier, periodista

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Congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Oruro, cumplió cien años de constante servicio, protección y cuidado a los abuelitos que por distintas circunstancias de la vida quedaron solos y tuvieron que buscar refugio en el asilo de ancianos Hogar La Sagrada Familia.

El hospicio en nuestra ciudad, más conocido como el asilo de ancianos, es administrado por las religiosas de la congregación quienes tienen la vocación de servir a las personas de la tercera edad que son abandonadas o que por circunstancias de la vida quedaron solos y desamparados, motivo por el que necesitan un hogar, vestido y comida y algo que es muy importante amor, comprensión y cuidados especiales.

En el asilo Hogar La Sagrada Familia, se encuentran alrededor de una centena de personas de la tercera edad entre hombres y mujeres que en muchos casos no pueden ni levantarse por sí solos, otros suelen colaborar con sus propios compañeros apoyando el trabajo de las religiosas que deben realizar las labores de una casa grande aunque tienen la ayuda de voluntarios para esta sacrificada tarea.

La atención que se brinda a los ciento treinta ancianos entre hombres y mujeres, se realiza gracias a la colaboración de las personas entre ellas instituciones que mensualmente hacen donaciones para la subsistencia de abuelitos y abuelitas que tienen muchas necesidades para su manutención entre ellos alimentos, ropa, medicamentos y lo fundamental pañales que son necesarios para los abuelitos que por su edad tienen problemas de incontinencia y otro tipo de molestias por lo que es necesario colocarles pañales.

La labor surge de la idea de entregarse por completo a los más necesitados según manifestase la fundadora de la congregación, la religiosa Teresa Jornet, quien por el sacrificio y entrega a los huérfanos de cariño, a pesar de su deceso continúo velando por los ancianos con falta de cariño y apoyo, fue declarada santa.

A raíz de esta vocación de servicio, Santa Teresa Jornet fundó en España la congregación de los ancianos desamparados en base a una vivencia evangélica del amor a Dios el 27 de enero de 1872 fundando posteriormente varios asilos por el mundo.

En Oruro, la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados se fundó en 1912 con la llegada de 10 religiosas, año desde el cual brindan un servicio a la ancianidad de las ciudades, campo y minas con la colaboración económica y aporte de personas de buen corazón que se entregaron a la misión de ser útiles a los necesitados, huérfanos y oprimidos considerando que los ancianos tienen muchas necesidades.

Las necesidades de los adultos mayores son numerosas, más aún si se encuentran en situación de abandono, pues ya no sólo existe la falta física de alimento, de atención médica, de medicamentos, de ropa y cobijo, sino que también se ven necesitados de cariño, de compañía, de comprensión y de alimento espiritual.

Las religiosas resumen su vivencia evangélica como un amor misericordioso a Dios, cuidado y brindando atención a los ancianos desamparados, que es un don del espíritu de estas monjas, quienes asumen esta responsabilidad por generaciones pasadas, presentes y futuras.

Estas motivaciones llevan a las religiosas a tener presente que el carisma que deben tener no es solo hospitalidad porque los ancianos deben tener un lugar donde dormir también deben tener un lugar donde comer, con qué vestirse entre muchas necesidades, motivo por el que deben emprender la búsqueda de donaciones de puerta en puerta.

Las religiosas refieren que a través del evangelio encuentran materia para alimentar su espiritualidad, aunque los pasajes bíblicos que les ayudan a sobrevivir son la historia del buen samaritano haciéndose prójimos del anciano y las bienaventuranzas.

La misión de la congregación en la Iglesia, se prolonga a través de la vida doliente de tantos ancianos, manteniendo la llama casi extinguida de esas vidas, ofreciéndolas a Dios como parte doliente de cuerpos místicos de Cristo y para que el anciano descubra en su vida que Dios es el Padre de los huérfanos y oprimidos, que su vida tiene un valor y un sentido, que no es un ser inútil ni abandonado y que ellos no van hacia la muerte sino hacia la verdadera vida.

En el asilo se abre para al anciano toda una experiencia que se convierte en una ayuda fecunda como una vida de total entrega sin cansancios con entusiasmo, sin titubeos sabiendo que solo cuando el grano de trigo muere es cuando obtiene para sí y para los demás la verdadera vida.

Las religiosas ofrecen a los ancianos una vida estable con medios eficaces para alcanzar la santidad a la que todos por gracia de Dios fueron internados o dejados en muchos casos en la comunidad fraterna y una libertad fortalecida por la obediencia para afrontar la verdadera caridad y perfección.

El objetivo de la congregación es la búsqueda de la perfección cristiana por el crecimiento en la caridad viendo en el anciano el rostro desvalido de Cristo dedicándose exclusivamente al cuidado, socorro, asistencia espiritual y corporal a las personas de la tercera edad preferentemente a los más pobres.

LA CONGREGACIÓN

La Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en el mundo fue fundada por el Siervo de Dios, D. Saturnino López Novoa en colaboración con Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, nombrada Superiora General desde sus comienzos.

El Instituto religioso nació en Barbastro (Huesca) el 27 de enero de 1873, el 11 de mayo del mismo año se abrió la Casa Madre en Valencia, España.

En la actualidad cuenta ya con 139 años de vida institucional.

“El Carisma de la Congregación es el cuidado y asistencia espiritual y material de los Ancianos desvalidos de uno y otro sexo, preferentemente los pobres, que sean puestos al cuidado de la Congregación”, señala la reseña histórica de su página web oficial www.hermanitas.es.

Hay más de 200 casas de acogida en 17 países en tres continentes, existen noviciados, con sus correspondientes postulantados, juniorados y aspirantados, en Bolivia se tiene el aspirantado en el Hogar San Ramón, en la ciudad de La Paz.

Como parte de la reseña se puede acotar el siguiente texto: Junto a D. Saturnino, Madre Teresa Jornet. "Nos encontramos ante una de esas figuras que dejan una impronta propia y profunda de su paso por el mundo, legando a la Iglesia y a la sociedad el sello de su personalidad siempre lozana e inaccesible. Servir, inmolarse por los demás, será la faceta distintiva de la espiritualidad de Santa Teresa Jornet (...) esta española universal por el espíritu y el alcance de su obra4".

VIDA DIARIA

Estos objetivos que son parte de los votos que realizan las religiosas de la congregación no son fáciles de cumplir puesto que con la contribución y donación que realizan las personas deben mantener todas las necesidades de un hogar grande, es decir que deben cubrir los gastos de mantenimiento de la infraestructura para brindar las mejores condiciones a los ancianos entre hombres y mujeres que son las que necesitan de apoyo, cariño y atención.

Para las religiosas, la manutención de los ancianos se realiza a través de las donaciones que logran golpeando puerta por puerta para cubrir los servicios básicos que en muchos casos les provocó preocupación debido al gran costo que significa brindar servicios de gran calidad.

El alto costo de las tarifas por el servicio de agua esencialmente, en un momento tuvo que ser asumido con reclamos e incluso algunas medidas junto a los ancianos para que el municipio pueda condonar la elevada deuda que contrajeron debido a que en el hogar se utiliza bastante líquido elemental para elaborar alimentos, lavar ropa, realizar la higiene de los ancianos que en algunos casos no pueden ni movilizarse de forma personal, pues no pueden ni levantarse de la cama debido a los problemas de salud que tienen.

El sacrificio que realizan las religiosas es apoyado por voluntarios que por algunas horas comparten con los abuelitos diariamente o en ocasiones especiales como el día del anciano en agosto donde se preparan varias actividades junto a personas e instituciones que realizan donaciones para los ellos.

Otra actividad que realizan es la coronación en la que participan los ancianos año tras año, donde se corona a una de las abuelitas, día en el que demuestran su aptitud en el baile y su picardía que a pesar de los años persiste para agradecer a la vida el compartir con otras personas de su edad quizá en los últimos años de su vida.

Las ancianas, con sus vestidos largos y elegantes se sienten princesas o reinas porque es uno de los días en los que comparten entre danza, comida y mucha compañía, lo que no es habitual pero lo hacen con mucho entusiasmo.

A pesar de las necesidades por las que atraviesan, las religiosas continúan con esa fe y compromiso que asumen al realizar sus votos, tomando en cuenta que la atención a los abuelitos indefensos y desprovistos de cariño es lo primordial para brindarles alimentación, abrigo y cariño en sus últimos días, cumpliendo la vivencia evangélica a través de lo espiritual, salvando y entregando la vida por los ancianos, otro aspecto importante es que responden a la necesidad de cambiar el sufrimiento, abandono, soledad y pobreza de las personas desprovistas de un hogar, por alegría y ganas de vivir.

Todo el sacrificio y labor humanitaria de las religiosas se hace cumpliendo lo que dijo alguna vez Santa Teresa de Jesús Jornet fundadora de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, quien fue canonizada por el Papa Pablo VI en enero de 1974 y quién dijo “La vida consagrada es muy bonita pero también en ella encontramos dificultades como en cualquier estado de vida. Ahora me encuentro en etapa de formación, preparándome para dar un “sí definitivo al Señor. Yo les digo por propia experiencia ¡vale la pena dejarlo todo por Jesús¡ Si así lo haces, el guiará tu camino llenará tu corazón de paz y te dará la verdadera alegría que en el mundo jamás encontrarás, que el Señor ilumine tu camino”.

Este mensaje de Santa Teresa de Jesús Jornet actualmente lo llevan a la práctica en Oruro las religiosas, Sor Asunción Rodriguez, madre superiora en el asilo “Hogar La Sagrada Familia”, Sor Asunción Bravo, Sor Sicilia Mondaca, Sor Isabel Agup,Sor Asuncion Pucho, Sor Esperanza Cahuana, Sor Elena Cotrino, Sor Sofía Mamani.

Al cumplir los 100 años de servicio a los adultos mayores desprotegidos de Oruro la congregación recibió numerosas distinciones, entre ellas destaca la carta con las bendiones del Papa Benedicto XVI, entregada por el obispo de la Diócesis de Oruro, Monseñor Cristóbal Biálasik, durante la eucaristía de acción de gracias, realizada el miércoles 12 del presente.

Fuente: LA PATRIA
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