Jueves 06 de diciembre de 2012
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Está claramente obvio, que la gran mayoría de los Parques Nacionales en diversas partes del mundo cuentan con caminos y carreteras. La mayoría de todas ellas son de acceso a las mismas reservas, de lo contrario sería difícil llegar para visitarlos. Muchos parques del mundo se han creado posteriores a la construcción de carreteras, caminos e incluso líneas de ferrocarril que cruzaban las áreas protegidas y muchos parques son centenarios en el tráfico de un punto al otro. También los caminos llegan hacia los sitios de atracción ya que la mayoría de ellos cuentan con varios lugares o escenarios de atracción turística, pero no son de tráfico pesado en ningún caso. En los últimos años y con las nuevas tendencias y exigencias de protección al medio ambiente y especialmente a la vida silvestre que albergan, se hacen innumerables esfuerzos técnicos y de ingeniería ambiental para evitar que estas importantes sendas de comunicación no alteren los territorios silvestres.
En tal sentido, debemos tomar en cuenta que las áreas protegidas se crean para proteger el patrimonio natural que cuenta una región, un departamento o un Estado. De la misma forma, debemos entender que las áreas protegidas del mundo son totalmente diferentes unas de otras. Nuestro país, está considerado biológicamente hablando como megadiverso, no solamente alberga “cuatro regiones” (¿?) como nos enseñaron en el colegio. Según varios ecólogos e investigadores en nuestro territorio se han identificado más de 43 ecosistemas. Por lo que no es lo mismo realizar carreteras en el altiplano, o valles mesotérmicos, que hacerlos en los bosques amazónicos que son poseedores de una alta biodiversidad y mucho menos, abrir caminos en laderas pronunciadas de los bosques nublados o pluviosos. Ya que la perturbación de estos, altera el normal comportamiento de las lluvias, se extrae los árboles maderables, se asientan nuevos colonos, los sitios se defaunan entre muchos otros problemas.