La diplomacia chilena emite criterios especiales en torno a sus relaciones internacionales y en el último tiempo particularmente las que tienen que ver por ejemplo con el Perú, cuando se ventila un proceso en la Corte Internacional de La Haya, pero además cuando se habla de las relaciones con Bolivia, poniendo como antecedente básico el cumplimiento de tratados y en el tema que nos ocupa, especialmente el que se firmó en 1904.
Cuando tocamos ese asunto hay que recordar que parte de tal tratado obliga a Chile poner en funcionamiento el tramo ferroviario entre el Puerto de Arica y El Alto de La Paz para facilitar el transporte de la carga de ida y vuelta entre esos dos puntos como parte de la compensación reconocida por Chile a favor de la afectada Bolivia, que pierde su soberana salida al Pacífico y que entonces, podrá utilizar una vía ferroviaria para llegar a un puerto marítimo, como marca el art.- 3 del tratado de marras y que para perjuicio del comercio boliviano está suspendido desde hace más de diez años, como una prueba de la irresponsabilidad diplomática chilena que arguye frecuentemente el cumplimiento del Tratado de 1904 y lo ignora abiertamente.
Algunos datos señalan que desde 1913 el Ferrocarril Arica – La Paz (El Alto) facilitaba el transporte de importantes volúmenes de carga y también de pasajeros, sin embargo por una decisión unilateral del gobierno chileno que transfirió la administración del servicio ferroviario a manos privadas el año 1997, tal beneficio específico a favor de Bolivia ha quedado alterado desde el 2001 por una serie de problemas técnicos y otros de logística propia del sistema, pero en todo caso con perjuicios directos para la soberanía y la economía bolivianas.
Como se puede apreciar es más de una década que el servicio del F.C.A.LP. está interrumpido y al respecto pese a los insistentes y constantes reclamos del gobierno boliviano, incluso a través de la vía diplomática, simple y llanamente el gobierno chileno no ha hecho nada para cumplir responsablemente el Tratado de 1904, que sus actuales gobernantes parecen desconocerlo.
Hay otro antecedente que tampoco ha merecido atención específica de autoridades chilenas cuando la empresa privada que administraba el Puerto de Arica entró en quiebra y suspendió sus operaciones, dejando las mismas en manos del sector oficial, que tampoco se preocupó por restablecer la actividad del servicio ferroviario. Ante esa arbitraria posición del sector chileno, autoridades bolivianas propusieron hacerse cargo de la administración del Puerto de Arica y de la rehabilitación del servicio ferroviario entre Arica y El Alto, lamentablemente sin obtener respuesta de ninguna clase, por tanto las actividades en ese puerto siguen siendo irregulares y perjudiciales a los intereses bolivianos, pese a que el Art 12 del Tratado compromete a los dos países “garantizar el libre tráfico del ferrocarril a perpetuidad”.
La pregunta es concreta, ¿Quién incumple el Tratado de 1904?, la respuesta es obvia, por lo tanto corresponde a nuestras autoridades gubernamentales plantear de manera formal a las similares del país trasandino, cumplir el Tratado y establecer con fechas concretas la pronta rehabilitación del F. C. A. LP., advirtiendo que los daños y perjuicios ocasionados a la economía boliviana deberán ser compensados de forma legal y en la proporción del daño causado. De aquí adelante ya no corresponde ni un solo paso atrás en lo del F.C.A.LP.
Fuente: LA PATRIA
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