Por lo menos en lo que corresponde a las previsiones de la producción de quinua para la presente gestión que está a punto de culminar y la próxima del año 2013, tendrá un incremento importante que cubrirá los requerimientos de compradores externos muy pendientes de lo que sucede, especialmente en la zona occidental de Bolivia.
Increíblemente el grano de oro, como se conoce a la maravillosa quinua orureña, ocupa la atención de compradores de Estados Unidos donde se adquiere un promedio mayor al cincuenta por ciento de toda la producción nacional, se menciona que Francia, principalmente en el caso de Europa, compra hasta un doce por ciento de la quinua boliviana, en tanto que los Países Bajos están prestos a incrementar el once por ciento que mantendrán hasta fines de la gestión actual, el porcentaje restante de algo menos de un 25 por ciento se distribuye en otros países europeos, algunos sudamericanos y algo queda para el consumo interno.
Un hecho que favorece a la producción del grano de oro es que oficialmente se lanzará el “Año Internacional de la Quinua”, hecho que ya fue anunciado por nuestro Gobierno y que tendrá su efecto de promoción internacional cuando oficialmente lo haga también la ONU, como parte de una invitación abierta – al mundo – para consumir el cereal altiplánico boliviano, cuyos naturales atributos nutricionales son ya reconocidos en las grandes potencias del mundo donde cada año es mayor la demanda del producto.
Precisamente en respuesta a ese crecimiento en el uso de quinua en los mercados externos es que desde el gobierno nacional se anticipa un programa estratégico que debidamente solventado con inversión estatal permitirá a los productores nacionales de quinua mejorar sustancialmente la cantidad y calidad en la producción del grano dorado, teniendo seguros muchos mercados externos.
El pasado mes de octubre en el Viceministerio de Desarrollo Rural y Agropecuario estimaban que al cierre de la presente gestión se alcanzará una producción muy cercana a las 50 mil toneladas métricas del producto, con un rendimiento de 84,57 millones de dólares en tanto que para el 2013, “Año Internacional de la Quinua” se espera que las ventas al exterior sobrepasen las 85 mil toneladas métricas, lo que sería ideal para satisfacer la demanda externa del famoso grano de oro boliviano.
Pues bien, la producción de la quinua y su importación desde importantes mercados del exterior está en crecimiento y ese hecho satisface plenamente las expectativas de los agricultores altiplánicos y de nuestras autoridades, pues el cereal estrella que se cultiva y se cosecha en el occidente boliviano se está convirtiendo en un factor que diversifica la economía regional, por tanto todo su proceso productivo merece apoyo financiero que redunde además en una motivación directa para encarar su industrialización, creando y adoptando sistemas tecnológicos apropiados para completar su cadena productiva.
Pero hay una latente preocupación, aunque la misma no se la expresa posiblemente por la contrariedad que produce saber que en la zona privilegiada para la producción e industrialización de quinua, su consumo interno es mínimo, hecho que se agrava cuando los índices nacionales reflejan la misma estadística aún sabiendo de las ventajas proteínicas y su valor nutricional en la alimentación diaria, aspecto ponderado fuera y que no tiene la misma atención entre los planes alimenticios de nuestra niñez y juventud. Una lamentable incongruencia que debe enmendarse.
Fuente: LA PATRIA
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