Está en vigencia el D.S. 1403 que dispone la reestructuración de la Caja Nacional de Salud, CNS, aunque dicha norma no fija plazos concretos ni siquiera para la nominación de un nuevo gerente general de la entidad, por tanto de momento la intención de establecer apropiadas condiciones para mejorar los servicios del sistema de salud a través de auditorías internas que se cumplen actualmente y que posiblemente acaben el próximo mes.
La CNS confronta problemas desde su creación como CNSS, cuando se priorizaba además la Seguridad Social, como factor global en el que está incluida la salud ciudadana, sin embargo, ciertas ideas, conceptualización del sistema de seguridad y algunos detalles establecieron otra denominación del sistema simplificando aparentemente la sigla, que sin embargo en la práctica tal parece que tenía la misión de reducir realmente la “seguridad social” como tal y entonces comenzaron ciertas limitaciones en los servicios que actualmente están siendo evaluados ante el cúmulo de reclamos de los afiliados.
Está pendiente la designación de un nuevo gerente de la institución y se menciona que por efecto de una resolución en vigencia, tal nombramiento corresponde al Primer Mandatario aunque a propósito de esa situación, organismos como la COB y sus filiales departamentales reclaman su derecho a intervenir de manera directa en tal elección, entendiendo que son justamente los trabajadores los que aportan en buen porcentaje el sostenimiento de la caja de salud.
Una de las debilidades del seguro de salud es la falta de profesionales “especialistas” en diferentes ramas de la amplia materia de medicina, pero además del manejo de nuevos equipos que el avance tecnológico obliga a incorporarlos para mejorar la atención de miles de pacientes que tendrían resultados positivos con el buen uso de los modernos equipos, algunos que inclusive tiene la CNS, pero carece de especialistas para manejarlos, por ejemplo radiólogos.
Otro gravísimo problema del “seguro social” es el modelo administrativo de atención a los miles de pacientes, que deben hacer largas filas, esperar turnos por muchas horas y en algunos casos inclusive días para ser atendidos en ciertos consultorios, donde los médicos “generales” no tocan pito, aunque esa es la generalidad de los centenares de profesionales que ahora se gradúan en varias universidades.
El problema de la CNS es un claro referente de lo que pasa en nuestro país en cuanto se relaciona con el cuidado de la salud pública. Hay problemas con la densidad demográfica de la población que necesita atención médica y hay notoria deficiencia en la infraestructura de esos servicios, por tanto cuando se habla de “reestructuración de servicios”, la opinión de quienes sufren las contingencias de las limitaciones de servicios de salud pública es que el Gobierno debe disponer recursos para construir más centros hospitalarios complementarios de segundo nivel, pero además centros de tercer nivel para el tratamiento de más pacientes.
La problemática de la salud pública es un asunto delicado, podría decirse que tiene diagnóstico reservado, por lo menos hasta que se efectúe un evento nacional que seguramente definirá algunos lineamientos para mejorar la calidad y calidez de los servicios de salud en general. Hay que evitar que la salud pública ingrese a “terapia intensiva”, una alternativa preocupante que ojalá sea superada con disposiciones generales del Poder Ejecutivo.
Fuente: LA PATRIA
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