Proyecto Puerto Seco: Más embrollos que “cuento chino”

La instalación y puesta en marcha del Puerto Seco Oruro está en ciernes y se anunció recién, al propio estilo de las autoridades del Gobierno Autónomo Departamental, que no saben con exactitud cuándo se podrá licitar el proyecto a pesar de estar inscrito en el Plan Operativo Anual (POA) de la gestión 2012, “porque falta concluir los estudios de mercado, ingenieril y de localización”.

Eso pone en vilo a los orureños, que debemos aceptar la nueva postergación y mientras ello ocurra, quizá en Santa Cruz hasta fin de año arranquen con la instalación de su moderna plataforma logística para controlar el corredor bioceánico por el vínculo carretero directo con el Brasil y porque manifiesta mayor interés por llegar al Pacífico a través del Perú; “estrategia” que también maneja la Cancillería de nuestro país.

Oruro siempre se caracterizó por ser una región innovadora, con proyectos claros y visionarios, empero, los encargados de impulsar estas nuevas vocaciones de desarrollo están adormecidos y esperan que por decisión del Gobierno Central se hagan las obras, hecho que en la práctica no ocurre porque ahora las regiones tienen que ser competitivas y ganar mayores beneficios en función de la pronta y oportuna ejecución de sus proyectos.

Si queremos que la realidad económica y social del departamento cambie, debemos avanzar y ejecutar estos proyectos, que como el Puerto Seco no pueden quedar indefinidamente postergados, más aún con experiencias anteriores como lo sucedido con la Zona Franca, cuando Oruro ofertó ese servicio y sólo pudo concretar después del anuncio que existirán varias en el país. Ahora además se estimula falsas expectativas a pobladores de municipios aledaños a la ciudad comprometiendo la construcción y emplazamiento del Puerto Seco, generando división y haciéndose la burla de la región.

En definitiva el Gobierno Autónomo del Departamento tampoco sabe si aprobar o rechazar el estudio a diseño final del proyecto Oruro Puerto Seco realizado por la consultora española Prointec y asume la gran responsabilidad de efectuar otros estudios pese a que la Ley no permite otros gastos para un mismo proyecto.

La idea renovadora de instalar un Puerto Seco tiene una larga data en su concepción, mientras que los frustrados intentos para llevar a cabo ese propósito se inician el 2006, cuando el prefecto de entonces recibió la visita de los ejecutivos de la Empresa Minera Inti Raymi, quienes le anunciaron entregarle sus instalaciones al cierre de operaciones en Kori Kollo y Llallagua, en el sector de La Joya, lo que bien se pretendió aprovechar para rendir un homenaje –con el Puerto Seco- al cuatricentenario de la fundación de la Real y Noble Villa de San Felipe de Austria. La intención fue buena pero faltó decisión.

Entonces surgió el apoyo de la Asociación Internacional de Profesionales de Puertos y Costas (Aippyc) y la Asociación Boliviana de Marinos Mercantes y Afines (Abomma) para concretar ese propósito pendiente hasta ahora y luego que Aippyc y Abomma, en un segundo intento realizaron un estudio de localización recomendando instalar el Puerto Seco en el Municipio de Soracachi, hecho que no se concretó por el riesgo que conlleva la posible contaminación de los acuíferos subterráneos que sirven para abastecer del liquido elemento a la población de la ciudad de Oruro.

Luego se licitó el Estudio a Diseño Final de Ubicación y localización geográfica del Puerto Seco de Oruro, en el departamento de Oruro y se adjudicó en la segunda convocatoria a la consultora española Prointec, con reputación internacional en el diseño y construcción de puertos secos. Sin embargo, el estudio fue observado y la Gobernación no realizó la recepción final.

Los últimos embrollos surgieron al conocer el resultado de un supuesto Estudio de Ubicación del Puerto Seco de Oruro en Jiquilla K’asahuasa, donde funcionarios de la Gobernación lograron la dotación de 40 hectáreas de terreno, 20 donadas por comunidad de Jiquilla y 20 por comunidad de K’asahuasa, apareciendo luego de la delimitación 58 hectáreas demarcadas, lo que supone que 18 están al margen de las propuestas, hecho que motivó un impasse entre el gobernador Santos Tito Veliz con la alcaldesa mayor de Jiquilla, Teresa Choque Rivero, quien denunció irregularidades, lo que derivó en el pedido de renuncia por parte del gobernador al responsable del proyecto Puerto Seco, obligando a migrar a otro sector de la ciudad, en base al ofrecimiento de los comunarios de Cala Caja para donar terrenos, lo que demuestra ahora que el proyecto Oruro Puerto Seco, tiene más vericuetos y contradicción que “cuento chino”, por lo que habrá que exigir a las autoridades plena dedicación y total responsabilidad.

Lo de “cuento chino” se adapta muy bien para este caso, porque “cuando comenzaron los viajes de navegación hacia China los viajeros regresaban contando sus historias sobre sus vivencias en China. Muchas de ellas cargadas de imaginación y exageración sobre pueblos fantásticos, monstruos marinos, etc. Por lo que, cuando una historia tornaba a algo fantasioso se decía que estaban contando un Cuento de China”.

Así esa frase se fue descomponiendo hasta llegar a lo que conocemos ahora como “cuento chino”. Ojalá no vengan con más cuentos chinos y se ejecute de una vez el proyecto Puerto Seco para que no quede como una plataforma circunstancial que se acomoda a las necesidades de los políticos de turno, con preferencia en etapa pre electoral.

(*) Periodista