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Invitado


Domingo 11 de noviembre de 2012

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Cultural El Duende

Marcia Mogro

11 nov 2012

Fuente: La Patria

Marcia Mogro. Poeta. La Paz, 1956. Reside en Santiago de Chile desde 1985. Tiene publicaciones en revistas, periódicos y antologías. Entre sus poemarios destacan: NES Semíramis, 16 - Colección de Poesía Joven Chilena (1988); Los Jardines Colgantes (1995); De la Cruz a la Fecha (2000), Los Jardines Colgantes (2004- segunda edición) y Lacrimosa (2005)

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De la cruz a la fecha

(fragmentos)

El cómo y la manera que fue

no estoy condenado a escribirlo

BITÁCORA:

“… y toda la noche

oímos pasar pájaros intuimos organismos

inmóviles

en las más oscuras aguas

según nos desplazábamos invocando relatos

legendarios y llevando acaso

en nosotros mismos

el principio de la destrucción”

ASÍ HA PASADO.

OBLIGADO.

En amaneciendo recuerdo un escenario

abierto, de cara a este valle

(como las huertas de Valencia en marzo)

sabiendo que esta impresión

no tardaría en reproducirse en mis sueños

durante toda mi larga permanencia

en este territorio desconocido

Cada víspera descubría algún elemento.

La ciudad develaba su propia organización

tomando forma según normas clarísimas

y detalladas

que el rey había establecido

desde otras y lejanas tierras

para la arquitectura de un sueño

Sin un paisaje

diseñen los puentes de la ciudad,

las cavernas subterráneas que deben su origen

a la acción del agua,

diseñen las altas y delgadas torres

ramificadas hacia las alturas

desde donde los centinelas anuncien

la llegada de los navíos

perceptibles apenas entre la niebla

y envueltos por la acción de la tormenta

Para la construcción de la cripta:

Usen un modelo con capacidad para recibir un cuerpo humano

y que sirva sólo para calcular las fuerzas del equilibrio

de las columnas que se bifurcan

y se multiplican

conformando las amplias naves transversales

desde donde se vean

las bóvedas de estructuras escalonadas

Así,

semejantes catedrales eran un constante recordatorio

de que hombres como éste,

tan obedecido, tan temido, tan señor y respetado

iban a ser enterrados aquí, en esta tierra

pero mirando a la suya propia:

esta ciudad en el paralelo exacto de Andalucía

A veces le parecía

que estaba a punto de descubrir

un sistema armonioso

para que la arquitectura de la ciudad recibiera su forma

de los grandes cerros que la rodean

y mandaba centenares de indios

que deshuesaran el edificio

Permanezcan las imágenes que en mí convocas

para toda la vida permanezcan

en mi corazón que te invoca

mientras trazo el diseño

de los grandes patios interiores,

o del deambulatorio con columnas que simulan ramos

pero ramos de acantos porque a ti

así te gustaría

Sin tener quietud alguna

se dedicaba desenfrenadamente

a desarrollar modelo propio de acuñar

que se distinguía de otros

por la cabeza de Fernando VII

su larga y suelta cabellera impresa

en sus ambos lados

Sé que ningún modelo resiste la comparación

con este imperio ancestral e invisible

y renegado con nuestro ordenamiento

que haciendo concesiones a la leyenda negra

donde nadie conserva su forma originaria

descubrimos, a pesar de nuestra ciencia,

que sólo los brujos comprenden lo que pasa

Le correspondía consagrar el templo:

encantadora,

hechicera, la mayor y maestra

temerarios ojos capaces

de recrear la percepción estable del universo

cuya imagen consistía en una geografía sagrada

de fragmentos únicos y cristal humedecido

para que las sombras establezcan

otra clase de luz

ante un mundo vasto e indiferente

Estoy mirando, estoy mirando

reflejo del mundo

fragmentos que han dejado esos hombres,

estados correspondientes a una nostalgia irremediable

de sus lugares

(que por tan lejanos ya no son)

marcando para siempre con su lengua

y con su dios

pero vigilantes y mudos

junto a cuerpos de sus ancestros

restituyen la muerte de un imperio

y, herederos de sí mismos

presiden

un idioma negado a desaparecer

Por la noche subía a las azoteas de su palacio,

desde allí consideraba las estrellas:

Cruza –dice–

un nunca visto firmamento

y al amanecer

el mismo cerro custodio,

mismo río atravesado

mismos jardines colgantes…

He venido a estar triste,

tengo doliente el corazón

tan podrido, tan sin esperanza,

tan dramáticamente opuesto

a mi estado anterior a la travesía

Sabían que entraban en la larga tradición,

que entraban a otra altitud geográfica, a un frío repentino:

sabían

que serían enterrados

en catedrales y conventos

(de esta tierra, donde respirar no es fácil)

con orientación al noreste y privados

de la fascinación de un funeral mediterráneo

Pero todavía recordaba

(como en un sueño)

la superficie del mar

donde todo parecía brotar y retroceder

y veía su cuerpo

como ante una playa de espejos

donde los ojos se unen con el pensamiento

recostado contra una roca y lamiendo

de su propia mano el arsénico

Deseando

cuerpo de mujer

no sirena

no ángel

el dicho capitán

con muy grande tristeza y melancolía

desplazaba su recuerdo a otros puntos del cielo

en paralelo y latitud

Tampoco yo estoy muy seguro de estar aquí,

paseo

la vastedad de esta arquitectura de ficción,

escucho el eco de otro idioma y el eco

de otra música

nunca antes vista ni sabida

y de posibilidades sólo imaginarias

Alguna vez

sentado en un largo y desgastado banco de iglesia

tuve la certeza física

de que el mundo estaba compuesto de objetos

concretos y rodeados por el infinito,

entonces

estremecido ante la sola mención de esta posibilidad,

por primera vez en mi vida

dolorido, enfermo y próximo a la muerte,

juré que conservaría la memoria de aquella oración

…leía

mientras cae

una magnífica tormenta

y como en un sueño

la visión de una luna en movimiento

destaca

en ceremonia permanente

de manera indiscutible

para memoria y generación

un proceso en nuestros cuerpos

que deviene conciencia de ser en nuestras almas

Fuente: La Patria
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