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Domingo 11 de noviembre de 2012

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Revista Dominical

¿De qué raza somos?

11 nov 2012

Fuente: La Patria

Por: Vicente González Aramayo Zuleta - Abogado, escritor Nacional, Miembro de Número de la Academia de Ciencias Jurídicas; excatedrático de Derecho Romano (Fac. Derecho) y Sociología (Facultad de Economía) de la UTO, historiador, Miembro de la Sociedad Geográfica y de Historia de Oruro

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Puede darnos una idea con respecto del título de este trabajo, la anécdota histórica que la veremos más adelante. En el período del imperio, Roma ya se hallaba decadente. Las causas de esa decadencia fueron principalmente tres:

Primera, la corrupción en que cayeron los emperadores como en un pozo de pudrimiento. Para Fernau, éste el principal motivo y dice a propósito: “Ya está./ Roma se hundió sin pena ni gloria. No fue vencida como Grecia, dividida, devorada, no chocó en una curva, no murió de accidente, no se despeñó, no tuvo un ataque cardiaco./ se pudrió./ Podría haberse salvado- Pero en vez de sajar le administraron opio. ¿Oyen ustedes lo que gritan las ruinas, las columnas truncadas del Foro Romano? Con cariñosos saludos para mis nietos.”(1).

La segunda causa de su colapso le atribuyen los historiadores a la división del imperio en el siglo IV de nuestra era en dos capitales por el emperador Teodosio, entre sus dos hijos. Le dio a su hijo Honorio la urbe misma y a Arcadio, Constantinopla, sobre la antigua Bizancio, Grecia, en el mar Negro, (ahora es Estambul). En esta parte griega del Imperio Romano se prohibió hablar latín, también las costumbres latinas y occidentales. Como Roma ya se había convertido al cristianismo desde Constantino, en el año 312 de la era vulgar, el imperio en su región griega había adoptado el cristianismo ortodoxo. No obstante, una gran parte del Derecho Romano, principalmente el Corpus juris Civile (Derecho Civil) que fue elaborado por Justiniano en Roma de Oriente. El Imperio de Oriente subsistió hasta la toma de Constantinopla por los turcos, en el año 1453, fecha que marca el fin del feudalismo y comienzo del capitalismo en su fase mercantilista.

La tercera causa importante del colapso del imperio romano, señalado también por varios autores ha sido la invasión de los pueblos bárbaros de Europa: visigodos, ostrogodos, équos, cimbrios, germanos, hunos, hérulos. Decían del ejército romano que sus ejercicios diarios, rutinarios, eran batallas incruentas (sin derramamiento de sangre), y sus verdaderas batallas eran ejercicios cruentos (sangrientos). Durante ese período de las invasiones de los bárbaros los encuentros sangrientos constituían el pan de cada día, sembrando la muerte en terribles campos de batalla. Corrió tanto la sangre de los bárbaros como de los romanos; morían miles, dejaban los campos sembrados de cadáveres y regados como ríos de sangre, hasta que Odoacro, rey de los hérulos tomó la ciudad… la Roma eterna, en el año 476, de nuestra era, siendo Rómulo Augústulo el último emperador de Roma de Occidente, fecha que se considera el fin del sistema esclavista. He aquí entonces la anécdota histórica a la que me referí al comienzo: durante la invasión de los bárbaros a Roma.

Ya mencioné a los visigodos. Al respecto, el canal de TV. NatGeo (National Geografic Channel), en uno de sus programas difundió el pasaje histórico de la invasión de los visigodos a Roma. Ha falseado; dijo que estos bárbaros habían destruido a Roma; nada más alejado de la verdad. Roma no fue destruida, fue tomada por los hérulos. Al final, como tengo dicho. Más bien, Roma y este pueblo bárbaro entraron en un acuerdo de alianza, con el propósito tal vez loable de mantener aún a la urbe vigente, durante el emperador Teodosio, cuya hija Gala Placidia contrajo matrimonio con Ataulfo, rey de los visigodos y se establecieron en la provincia llamada Hispania (España). Empero, éstos debían cumplir la misión de arrojar a los vándalos, suevos y alanos que habían invadido parte de aquélla.

Aparentemente nada tiene que ver con el título de este trabajo, pero veremos. Vivieron en España inicialmente los celtas, los iberos, luego ocuparon los cartagineses, romanos. Después, como tengo dicho, los suevos alanos y vándalos a los que sometieron los visigodos para ocupar ellos España. Ulteriormente, en el 700 de nuestra era, los abencerrajes (llamados moros), invadieron España y se quedaron por 800 años, es decir, hasta 1492, en que fueron desalojados por los reyes católicos Fernando e Isabel, propiciando ellos el descubrimiento de América. Contingentes de europeos vinieron a nuestras Américas a producir la conquista y el colonialismo.

Es necesario remarcar que de España vino una mezcla ya de nueve razas que a su vez se mezclaron durante el colonialismo con las mujeres de los imperios azteca, maya, inca y chibcha. El mestizaje que se produjo particularmente fue llamado también cholaje, (aun cuando para algunos sociólogos el cholo es término cultural). Total: diez sangres tanto en el crisol de España y la América de los imperios señalados. Entonces, ¿de qué raza somos?

Ahora vayamos a una digresión:

Inicialmente existieron en el mundo cinco razas puras: la celto -germánica, que se desarrolló en el norte de Europa, donde existió la raza Tule, de donde se originaron los racistas alemanes. Ésta era gente blanca como la leche, cabello rubio, ojos celestes, casi como el mercurio líquido. La segunda fue la raza greco-romana, de la gente meridional de Europa; de piel rosada, ojos verdes, cabello castaño. Eran los romanos, italianos, griegos, celtas, sajones, bretones, francos. La tercera raza blanca es la eslava, o sea rusos, checos, yugoeslavos, kosovares, croatas y otros, correspondiente a los Balcanes. La cuarta raza blanca es la berebere, árabe del Medio Oriente. Son de tez blanca dorada, ojos grandes, párpados gruesos, ojos y cabello negros.

La segunda raza universal es la negra, del continente africano, donde, según las regiones existen tonalidades en el color oscuro de la piel- En el norte son blancos argelinos, egipcios, cartagineses (ahora Túnez). La tercera raza universal fue considerada la amarilla, o asiática, que la raza mongólica (chinos, japoneses, coreanos, vietnamitas, laosianos, camboyanos… La cuarta raza, la malaya, en el sudeste asiático (filipinos, birmanos, indonesios y otras del archipiélago malayo). Se consideró como la quinta raza universal a la cobriza o americana Pieles Rojas y la de otros pueblos de la América. (2).

Aun existiendo muchísimas lenguas más, ya no existe puridad de razas, pues se ha producido una gran mezcla o mestizaje en todo el orbe. Entonces ¿de qué raza podemos considerarnos?

NOTAS:

1) FERNAU, JOAQUIM, Ave César. Ed. Bruguera. Barcelona.

2) GONZÁLEZ ARAMAYO Z. VICENTE, Sociología, Ed. Latinas Editores, Oruro, Bolivia.

Fuente: La Patria
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