Domingo 04 de noviembre de 2012

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La experiencia de los pueblos originarios de nuestros antepasados fue la razón de vivir bien, esto implica una nueva vida orientada a la convivencia armónica del ser humano con la Madre Tierra. Vivir bien plantea ahora una nueva conciencia de interdependencia, complementariedad y relacionalidad del ser con el entorno, es decir, no reducir la relación con personas, con la naturaleza y consigo mismo.
La razón de vivir bien es concienciar sobre el uso adecuado del acceso a la naturaleza y no engullir la naturaleza de manera individualista, más bien tiene que concebirse en comunidad, caso contrario esto trascendería a la desnaturalización del ser humano, con una visión de un recurso natural sólo para explotar o para enriquecer a uno solo.
Es más, la razón de vivir bien, es la expresión cultural y la forma de entender la satisfacción compartida de las necesidades de la comunidad, sin asimetrías de poder, para una vida completamente comunitaria. Además, tiene un gran significado de preservar la Madre Tierra, con una vida futura para las generaciones provenientes y no acaparar todo la generación presente.