El Gobierno como siempre reacciona tardíamente contra contrabandistas e invasores de propiedades mineras con resaltados sangrientos, como ocurridos en días pasados en Challapata, población distante a solo 100 kilómetros al sur de la ciudad de Oruro, junto a los sucesos ocurridos en las minas de Mallku Khota y Colquiri que ponen en vilo al país con balance negativo de muertes y heridos.
Por primera vez en su gobierno, Evo Morales, dispuso la acción militar, junto a policías y agentes del Control Operativo de Aduana (COA), para tomar control sobre contrabandistas de vehículos motorizados, denominados "chuteros" que comercializan el producto ingresado al país ilegalmente. Aquella acción fue calificada como la voluntad del Gobierno para establecer soberanía, en una región considerada como "tierra de nadie", donde no imperaba la ley porque pocos policías y autoridades judiciales no cumplían su misión, por temor a reacciones violentas de contrabandistas.
Challapata, en la provincia Avaroa, región agrícola-ganadera por excelencia, se convirtió en refugio de contrabandistas con presencia de delincuentes nacionales y extranjeros, después que el Gobierno hace poco menos de un año aprobó una disposición legal cometiendo error, influenciado por algunos asambleístas, abriendo el canal de nacionalización para casi 30 mil motorizados indocumentados.
Aquel canal fue aprovechado en Challapata para convertirla en un reducto de concentración de vehículos motorizados, para alterar registros de motores, clonar placas, transformarlos y falsificar pólizas de importación en decenas de talleres, logrando fácil comercialización. Pero, no sólo aquella región altiplánica es refugio de vehículos "chutos", porque también en el Chapare cochabambino circulan motorizados indocumentados, debido a que el sector cocalero es infranqueable.
Como periodista, hace más de cuatro meses en columnas de este matutino, denuncié lo que ocurría en Challapata con la práctica del contrabando ante la fragilidad del COA, cuyos funcionarios proclives a actos reprochables, aprovechan el momento si un contrabandista le extiende la mano en señal de afecto entregando entre 500 o mil dólares para tener el tránsito abierto. Esta es una práctica arraigada en nuestra cultura, entendiendo que pese al comportamiento corrupto, puede aliviar la economía del hogar considerando que sus sueldos no satisfacen sus necesidades.
Volviendo a la incursión de fuerzas combinadas sobre contrabandistas en Challapata, ha sido considerada una medida acertada al estar dirigida a la ilegalidad, aunque esa acción fue trágica con dos muertes y varios heridos. Si el Gobierno dio orden de intervenir con fuerzas militares, pero sin utilizar armas letales; él debe saber como Comandante que el Ejército no se moviliza con palitos, sino con fusiles o presencia de tanquetas las condiciones se tornan más violentas; acaso se habría roto nuevamente la cadena de mando como en Chaparina, donde policías actuaron con dureza a indígenas del Tipnis.
La vocera el Gobierno, Amanda Dávila, en contacto con la prensa informó que el Presidente Evo Morales no dio órdenes para la represión ejercida por oficiales y soldados el regimiento acantonado en Challapata, pero autoridades afirmaron que hubo planificación adecuada. También, suelta de cuerpo, cuando periodistas denunciaron exceso de militares y policía en contra de la prensa, contestó lacónicamente: "ustedes deben hacerse respetar". Ella debe saber que periodistas que sólo cumplen la función de informar, no pueden responder a la violencia con violencia por nuestra formación profesional.
(*) Periodista
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.