Lunes 22 de octubre de 2012
ver hoy
Mientras la escuela tradicional relegaba al juego a la hora del recreo y lo consideraba como una pérdida de tiempo; estudiosos demostraron que los niños y las niñas tienen modos de sentir, de ver y pensar propios; que nada se aprende sino es a través de la actividad que se desarropa y se repite constantemente en los juegos.
El juego es un ensayo de lo que representará su vida posterior; si juega con honestidad, será honesto; si acepta perder un juego, será digno; si es rápido y preciso, será diligente; si se esfuerza en el juego pese al reto que esto significa, será perseverante...
El juego permite el desarrollo de conocimientos, aptitudes y actitudes como parte de su preparación para la vida soda!, desarrollar sentimientos positivos, como el amor, valores como la responsabilidad, la solidaridad, el respeto y otros que son parte de su formación personal.
Es un recurso tan sencillo, práctico y económico, que la escuela no debe desperdiciar.
(*) Profesor de primaria