Viernes 19 de octubre de 2012
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En medio de la crisis que altera el curso normal de las actividades mineras del país surgen denuncias que le ponen un nuevo contenido de incertidumbre a la ya caótica situación, la misma que –como lo dijimos en otro comentario– es parte de una pugna entre sectores de trabajadores mineros, los asalariados que defienden sus fuentes de empleo y las reservas mineralógicas de las empresas y los cooperativistas dispuestos a ganar mayor terreno para ubicar a sus asociados que se incrementan paulatinamente.
Una reciente denuncia fue hecha pública por un dirigente de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb), señalando su molestia al afirmar que “nos dimos cuenta que el Gobierno y los cooperativistas mineros son socios políticos”, añadió “nos damos cuenta que el Gobierno está más aliado con el sector cooperativo porque ya está realizando campañas indirectas, son sus socios políticos, los cooperativistas hacen un bloqueo y consiguen lo que quieren”, afirmó el denunciante de la Fstmb.
El curso de los hechos muestran que las soluciones que han permitido reiniciar las actividades en Colquiri y posiblemente se definan estrategias para Mallku Khota bajo control policial no están en condiciones de garantizar un armonioso vínculo laboral entre los dos sectores, pues bajo las apariencias de cierto entendimiento de partes hay una guerra que se cumple con los primeros elementos a mano que son justamente las denuncias sobre una serie de hechos que están mostrando a la ciudadanía el verdadero interés de esa motivación política que se contará en función de votos en una próxima contienda electoral, como lo señalan los mineros asalariados.
Fuente: LA PATRIA
