Jueves 18 de octubre de 2012
ver hoy
Que cada uno haga un examen de conciencia y se sumerja en su interior, sabiendo que la fe de la Iglesia es un formalismo externo y vacío y la fe de corazón es la vida interna. Sólo con la profunda fe de corazón te acercarás a Dios ¿Cómo encuentras a tu Dios? Sólo a través del autorreconocimiento llegarás a conocer a Dios, y encontrarás el camino hacia tu Padre. Por eso empieza primero a trabajar en ti mismo, no veas la viga en el ojo de tu hermano, sino ve primero la viga en tu propio ojo. Cuando la hayas reconocido, podrás apoyar a tu prójimo y quizás ayudar a sacar la paja de su ojo.
Ama a tu Dios de todo corazón; si hoy aún no puedes hacerlo, empieza a rezar de corazón. No son los labios los que deben hablar, sino el corazón. Dondequiera que vayas, o lo que hagas, háblale a Dios dentro de ti, a tu eterno Padre y al Cristo de Dios, tu Redentor. Aunque hagas un trabajo muy sencillo, haz primero una breve oración de corazón: «Padre mío, no estoy solo, voy contigo, que el trabajo sea en Tu nombre».