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Domingo 30 de septiembre de 2012

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Revista Dominical

Un reposo placentero en las montañas

El Fuerte de Samaipata es un monumento único en el mundo

30 sep 2012

Fuente: LA PATRIA

Por: Mónica Aramayo Quinteros - Periodista

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Reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como un Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, está el imponente Fuerte de Samaipata, situado a una altura de 1950 metros sobre el nivel del mar (msnm), en el departamento de Santa Cruz. Su emplazamiento está localizado en las primeras estribaciones de la cordillera en la región de los valles orientales.

Este sitio arqueológico quedó como testimonio de una cultura que supo hacer de las montañas sus principales centros ceremoniales. En éste caso además fue un centro administrativo de incalculable valor universal y excepcional que data del periodo prehispánico.

En esa inmensidad de un atractivo paisaje que la naturaleza ofrece a los visitantes con vistas atractivas y placenteras en un contacto absoluto por la generosa vegetación, se erige como el prototipo de arquitectura y arte rupestre de mayor impacto en el continente americano.

Así como se presenta a los ojos de los turistas, probablemente sea la piedra esculpida más grande del mundo.

CEREMONIAL

Y ADMINISTRATIVO

Está dividido en dos sectores: el ceremonial y administrativo. El ceremonial con un epicentro físico y espacial concentrado en una enorme roca de composición arenisca y monolítica con una dimensión aproximada de 220 metros de largo y 60 metros de ancho, en cuya superficie fueron esculpidas varias imágenes de animales como serpientes, pumas, jaguares, entrelazados con formas geométricas, hornacinas, canales, recipientes, todos llenos de significados mágicos y religiosos, ejecutados con gran maestría y dominio del material pétreo. Con esa descripción se constituye en una de las obras ceremoniales precolombinas más colosales del mundo.

De la lectura del testimonio rupestre, según los guías que orientan el paseo de los visitantes, se puede hablar de un uso hidráulico de culto a los animales que fueron sagrados y simbolizan deidades, de ritos purificados y de fertilidad de un posible calendario astronómico que expresaba la cosmovisión de los constructores, del fuerte.

El sector administrativo está constituido por una serie de estructuras arquitectónicas que corresponden a diferentes periodos de asentamientos culturales.

Así y con una calidad estética única, en relación al equilibrio con un sistema ecológico amplio y de imponentes efectos visuales y de gran potencia simbólica que de manera sincronizada muestra la creatividad en el aprovechamiento del material que ofrecía la naturaleza, como es el caso de la roca para hacer de éste monumento único en el mundo.

El fuerte durante siglos fue meta de viajeros y estudiosos de todas partes del mundo, y ahora por su belleza y misterio cautiva el interés de visitantes nacionales y extranjeros, que quedan maravillados por el impacto de la naturaleza que cobija un testimonio invalorable de la historia de los antepasados de la humanidad.

A pesar de haber permanecido por siglos con su imponente presencia, recién en los recientes 30 años es estudiado por científicos que no dejan de sorprenderse por los hallazgos y las interpretaciones que dan luces sobre su origen y función, particularmente sobre el rol de Samaipata como territorio articulador e integrador de las principales macroregiones de Suramérica, la inmensa Amazonía, el Chaco y los Andes.

Por su privilegiada posición fue un punto geográfico y geopolítico de confluencia intercultural, que por una cronología relativa y aproximada, en primera instancia como un centro ritual y ceremonial de los mojocoyas y los chanés del gran Gricotá ente los años 800 y 1300 después de Cristo.

Ha sido un lugar de tránsito para los aguerridos guaraníes durante los años 1450, luego el territorio se convirtió en un espacio de contacto y centro administrativo de los incas (1400 - 1450 d.C).

Durante la colonia funcionó como un tambo y fuerte español para garantizar la ruta de unión entre Asunción del Paraguay hasta Lima-Perú.

Ancestralmente Samaipata significa “descanso en las alturas”, pero se consolida como una simbiosis lejana en el tiempo y en el espacio.

Los paseos por el sector están revestidos de un constante contacto con la naturaleza.

Fuente: LA PATRIA
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