EDITORIAL

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Fue una semana complicada, demasiadas movilizaciones sociales, cuyos participantes abusaron del poderío que tienen, solo por el simple hecho de manejar dinamita. Nuestra querida ciudad casi fue destrozada el miércoles 26 de septiembre por el detonar del Tri Nitro Tolueno (TNT) de los trabajadores del subsuelo de Huanuni.

Eso fue lo negativo, al igual que el bloqueo que hicieron los cooperativistas en las carreteras y está demostrado que sólo en Bolivia se puede observar ese tipo de espectáculos, que cada vez nos hacen ver como un país que está sumido al retraso.

Sin embargo, no todo ha sido malo en la Alta Tierra de los Urus, lo positivo de estos siete días recientes fue la participación de miles y miles de estudiantes bolivianos, que demostraron sus habilidades deportivas en las distintas competiciones de los III Juegos Estudiantiles Plurinacionales “Presidente Evo”.

No fue nada fácil, principalmente para las autoridades organizar este tipo de acontecimientos, pero sin duda alguna y pese a las dificultades que se hayan tenido en el camino, se demostró que Oruro está en la capacidad de realizar estas actividades, que sería bueno se hagan más frecuentes, no solo en el aspecto deportivo, sino también en el científico, cultural, folklórico y otros.

Aunque aquí debemos hacer notar algo que no nos pareció correcto, las críticas que día a día se escucharon a través de los medios de comunicación, no solo de periodistas, sino también de ciudadanos de a pie.

Fácil es criticar cuando no se está en la acción, pero es complicado aportar con un granito de arena para solucionar el problema, lo que demuestra que en esta tierra bendita lo que hace falta es la unidad.

¿Hasta cuándo seguiremos defenestrándonos? No es justo, que los que decimos ser orureños, sigamos con ese tipo de comportamientos.

Somos buenos para criticar, pero somos malos para trabajar por un bien común. Algún día no muy lejano tendrá que acabar esa percepción que tenemos. Es hora de surgir, no de hundirnos más.

Ustedes saben que uno más uno es dos, pero si esos unos se multiplican con más unos, seguramente seremos miles para hacer algo que en definitiva nos llenará de orgullo.

También cabe hacer notar el poco amor que tienen nuestras autoridades hacia su tierra, en este caso, los concejales, quizás no todos, pero han demostrado con una actitud poco dable, que ya no hay hospitalidad en Oruro, porque pusieron una serie de argumentos para no declarar a los jóvenes deportistas como huéspedes ilustres. Y no estamos hablando mal del ente deliberante, simplemente les hacemos notar que para un futuro no muy lejano, sean ellas, nuestras autoridades quienes den el ejemplo de hospitalidad a nuestros visitantes.

Ya llega el festival de la Canción Boliviana y esperemos que para esa oportunidad, se reivindiquen y muestren que si se los eligió, fue porque son los primeros que aman a esta tierra que les da la oportunidad para mostrar su trabajo. No nos decepcionen más y hagan lo suyo, trabajar por Oruro.

Fuente: LA PATRIA