Loading...
Invitado


Sábado 22 de septiembre de 2012

Portada Principal
Revista Tu Espacio

EL PSICÓLOGO RESPONDE

22 sep 2012

Fuente: LA PATRIA

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Licenciada:

He estado pasando los últimos dos meses por mucho estrés, tengo mucha ansiedad, me pongo muy nerviosa en mi trabajo y a la casa llego muy fatigada. No llevo mucha vida social. He intentado tener pareja pero nunca dura mucho. Últimamente salgo con un muchacho y no sé que espero de la relación. Nada me motiva.

He pasado por muchas situaciones difíciles, pero creo que una me ha marcado: hace mucho tiempo cuando era muy niña fui violada por un pariente cercano. No sé si esto tenga que ver con mi estrés o la forma en la que me comporto, no puedo relacionarme con mi pareja, sexualmente tengo miedo a experimentar o no me imagino algún contacto.

Creí que lo había superado, pero creo que no y me siento muy mal.

Algunas veces he intentado suicidarme y bueno, gracias a Dios estoy aquí para contarlo.

No sé que sentir ni que pensar, no sé que esperar de la vida, lo único que hago es vivir cada día como robot, como algo rutinario, algo que estoy obligada a hacer. Ayúdeme por favor.

Querida amiga:

Algo que tienes que saber es que tú no eres culpable de lo que te ha sucedido cuando niña, has sido víctima de una situación y es otra la persona que ha cometido el error de proceder de forma inapropiada.

Una vez que perdones a esta persona, simbólicamente, por ejemplo, imagina que está en frente tuyo, perdónalo por su mal comportamiento, por sus errores. Verás y sentirás que un gran peso de encima se irá.

La monotonía, la rutina, el hecho de no tener vida social, es una consecuencia de lo que quizás no has podido superar y se manifiesta en remordimientos, resentimiento, odio, enojo, tristeza, decepción y quizás lo más importante la perdida de amor propio y las ganas de vivir.

Es por eso que llegaste a intentar quitarte la vida. Tú también necesitas sentirte reconciliada contigo misma, pídete perdón, siéntete perdonada y liberada.

Verás cómo estos dos procesos de purificación, te harán sentir mejor.

Tendrás un reencuentro contigo misma, así sabrás qué esperas y qué quieres de la vida. Luego tratarás de abrirte a las demás personas y por ultimo lograrás superar los temores con respecto al contacto físico en la relación sexual.

Encuéntrate a ti misma, ámate y si eres creyente, nunca olvides que Dios ya te ha perdonado y tienes la oportunidad en este momento de cambiar la historia de tu vida. Ánimo, nunca es tarde.

No pienses que tus relaciones deban llegar al plano sexual sin antes estar debidamente preparados tú y tu pareja. Deja que pase el tiempo y disfruta la compañía, la novedad y la forma de ser de los compañeros que eventualmente puedas tener. Cuando sientas que sea el momento oportuno, advierte a tu compañero sobre tus temores y él sabrá respetarlos y cuidar de no hacerte daño.

También es muy aconsejable que acudas a un profesional en psicología para que pueda orientarte y te ayude a superar tus temores y ordenar tus sentimientos.

Lic. Carolina I. Mena Medina

Consultorio: “La casa está linda”

Dirección: Sucre Nº 886 esq. Washington

Telf.: 5251326

psico_menaan@hotmail.com

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: