Viernes 21 de septiembre de 2012
ver hoy
Es increíble ver cómo los políticos son insensibles con los problemas humanos, y miopes para ver el fracaso de una guerra irracional. No hay peor ciego que el que no quiere ver. La guerra contra las drogas ha fracasado en todo el continente; llegó la hora de cambiar las estrategias de lucha contra el problema, y la mejor propuesta es la despenalización de las drogas.
¿No notaron que el presidente de El Salvador de la extrema derecha coincide con el nicaragüense Daniel Ortega de la izquierda radical al oponerse a la propuesta? Es que los extremos coinciden, y coinciden porque ambos son expresiones del fascismo.
Las ideas de guerra, de armas para combatir, de represión, y de violencia son ideas fascistas. Nosotros, en cambio, en vez de represión queremos prevención, en vez de armas queremos educación, en vez de guerra queremos asistencia solidaria a quienes están atrapados en el círculo vicioso de las drogas.
El problema de las drogas no debería ser tratado por los políticos porque no le entienden; debería ser tratado por profesionales de la salud humana porque es un problema humano que debe ser tratado con sensibilidad humana, algo que los políticos, de derecha o de izquierda, no tienen.