Bolivlá, el Astado Plurinacional se convierte en el país de los pluriconflictos, producto de errores administrativos del Go-bierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), que no puede salir de la encrucificada minera protagonisada por dos sectores que hacen prevalecer la ley de la dinamita, bloqueo de caminos y cerco a más de cinco departamentos, pricipalmente la sede de Gobierno, pidiendo una definición clara sobre el manejo de la minería, a través de la ineficiente Comibol que, nunca en los últimos años mostró pautas eficientes en la administración de empresas supuestamente nacionalizadas.
El Presidente Morales hace algún tiempo alentó la incursión y toma física de empresas sin especificar la actividad que cumplen, junto al avasallamiento de hectáreas de terreno y propiedades agrícolas, si éstas no cumplen actividad social. Aquella arenga con facilidad fue asimilada por diferentes sectores sociales, para tomar en forma arbitraria centros mineros y terrenos con el pretexto de mostrar el membrete de "los sin techo".
La fragilidad del Gobierno permitió la toma de una nina en una comunidad Bolívar, en el límite de los departamentos de Cochabamba y Oruro, con resultado de un muerto y heridos. Más tarde, comunarios tomaron la mina Mallcu Khota con acciones de fuerza contra policías y toma de rehenes a cinco personeros de la empresa canadiense que tenía a su cargo la exploración de yacimientos de oro e indio. Bvo Morales salió del paso presionado para echar- a la empresa dejando sin efecto un convenio existente.
Casi, simultáneamente, cooperativistas mineros incursiona-ron sobre la mina Colquiri, del departamento de La Paz, pero sólo a 166 kilómetros de Oruro, pese a la administración de la empresa Sinchy Waira, que explotaba la mina bajo contrato de riesgo compartido con el Gobierno a través de Comibol. El Poder Ejecutivo, encontrándose en nueva encrucijada, comete nuevo error despidiendo a la empresa y declara “mañosamente” la nacionalización de aquel centro minero, sobre el cual siembre tuvo control.
Para contentar a cooperativistas, cuyo rubro no aporta un centavo, emite un Decreto Supremo que les permite explotar la veta "Rosario", rica en estaño y zinc; pero, esta disposición genera reacción de trabajadores regulares de Colquiri, provocando enfrentamiento entre ambos sectores. Estos últimos se traladan a la sede de gobierno, pidiendo la anulación del DS. Por su parte, cooperativistas, también coparon varias zonas de La Paz e instalaron piquetes que bloquearon caminos impidiendo el tránsito libre de vehículos motorizados y pasajeros, tornándose clima de agitación y enfrentamientos entre los bandos en pugna.
El Presidente Morales, como si estuviera ausente a los problemas, prefiere viajar a muchas comunidades para entregar "pichangas" como pelotitas, uniformes deportivos, dejando la responsabilidad de resolver los conflictos a dos o tres ministros que no encuentran caminos adecuados para contentar a trabajadores asalariados que, repentinamente, reciben apoyo de la Central Obrera Boliviana, cuyos dirigentes dispusieron para de 24 horas cumplido el pasado viernes 14 de septiembre, como presión para que se cumpla la nacionalización de la mina Colquiri con la administración directa de Comibol, para trabajar en todas las vetas, sin que exista la explotación desordenada de cooperativistas.
La inoperancia y la falta de adecuada política minera por parte del Ejecutivo y la escasa o nula administración de Comibol, son causas de aquella grave situación que atraviesa el país con marchas, bloqueo de caminos, cercos a las ciudades y dinamitazos que frenan la economía y perjudican al pueblo porque en nuestro Estado Plurinacional se intensifican los desórdenes pluriconflictos de todo tipo y en cada momente.
(*) Periodista
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