¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
Enchantment
Como desplegar
el cuerno de la abundancia
espigas finísimas, esbeltas
piedras preciosas, oro
cerbatanas de jade
góndolas
cristales como lunas
soles como los ojos del tigre
apenas vislumbrado entre las hojas
y el rumor de las hojas al rozarse
y el océano
la insistencia nocturna de los grillos
la luna blanca como una pregunta
o el asombro
noches como perlas enlazadas
centellas como calles vivas
y el tiempo ancho como la llanura
Boredom
Tedio
cuando se aquieta el día.
Como cuando un río se aquieta
y despierta
al acunado por el río.
El susurro del agua
que se va
ensordecida:
Vocerío –no voz.
No iris –niebla.
Y más atrás el vacío.
Luna
de metal inmaleable
donde nada se engarza
ni se inscribe.
Tedio
como un reino.
Hasta
recobrar
la habitada
condición del silencio.
Como cuando
se aquieta el río
y el acunado por el río
por fin despierta
o por primera vez
recuerda y ve
ancladas en las radas de la noche
las tartanas del sueño.
Autorretrato a orillas del río helado
Leer más
Je ne donne
pectacle que de mon âme
L. Aragon
Diamantes
dientes
cal
Carrara
laja y granito
Un ajedrez caprichoso
sin reina ni peón
A veces
ni el río fluye
Alta la cresta al sol
al día claro y tibio
amenaza y reprocha
digna y necia
la ola detenida como el paso
en la hora de Pompeya
A veces
ni el río fluye
Faz crispada, puntas
agrestes
cuarzo
lechoso o ceniciento
trizas
de cúpula estallada
sal
añicos
ínsulas
lotos
rectilíneos
fauna quebradiza
de un trópico cándido y letal
(Lo compacto
níveo
estridente de la costa
le inventa
una playa enojosa)
A veces
ni el río fluye
Rompe el vuelo, blanca
una gaviota
Esbelta, desplegada
sobrevuela
la quietud
y el vuelo
se acompasa a lo inmóvil
A veces
ni el río fluye
De las peñas azules
los enebros
simulan
una flor horrorosa
bronquios
ahogados para siempre
una mano mendiga
y calcinada
A veces...
Incrustada en la inercia
como un dolor se encona
el negror de una rama
La noche y las palabras
A la luz de las velas
las palabras
iban perdiendo toda realidad
ese poco de peso que arrastran en sus ruedos
como cuelgan de las eses
de hierro las reses y sus moscas.
Fabulación
–casi una mentira.
El tintineo ramplón de la hojalata
adulador del vacío.
Mascarada
–casi una mentira.
Anillos de humo como almas
se llevan el aliento
de un entusiasmo exangüe
sin voz y sin ayer.
Niebla / polvo / nada
Lo volátil.
¿Cómo sostenerse
en la ignominia?
La inanidad de decir
sólo palabras
mar bigote bingo azul campos cuevas
aros libros desayuno
tren
espada
Nada es nada.
Apretarse los ojos hasta
que el azul
colme el vientre del vaso.
–Toma, bebe.
Y brindemos por todo. Y dale
el crédito al silencio. Toma,
ahí lo tienes.
La inanidad de decir
sólo palabras
cuna ensanche tribu césped
tuna zanja
colofón
Un hueco / aventado
por la gimnasia feliz del pronunciar
el eco de un pasado
–el coletazo final
del corvo
contra la arena reseca.
Agallas
Tener agallas
Sostengámonos
en la ilusión de LA LUZ
las palabras / morirán lejos
acaso en el recodo
donde el deseo abraza a la memoria
ante el mirar sonámbulo de un otro
displicente o mordaz.
–No hay trama –dije–.
No hay intriga ni final.
Sólo el regreso. No hay
andamiaje posible. La noche
sin embargo
se sostiene.
Contra toda gravedad, la noche
se sostiene.
Inevitablemente
se sostiene.
Fuente: LA PATRIA