Apología de un Habeas Corpus

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Un simple decreto del tribunal en este sentido: “No ha lugar al recurso planteado, por no sujetarse a los preceptos legales e incurrir en desacato (…), habría sido lo correcto para un tribunal formal, más aun si este tribunal se hallaba bajo la influencia de un gobierno dictatorial; empero la Corte admitió el recurso de Habeas Corpus formulado por un prisionero político, que guardaba detención en una sórdida celda, en el gobierno de una feroz dictadura de hace cerca de cuarenta años, recurso planteado en un metro de papel higiénico, que era el único material donde el detenido podía escribir, puesto que carecía completamente de menesteres necesarios y recado de escritorio.

Ese prisionero de la dictadura era tratado como todos los sin nombre de una celda, así haya sido Pinochet, Videla o Banzer, tres de los muchos capitostes y miembros del tenebroso “Plan Cóndor”. El caso sucedió fue durante el banzerato en Bolivia, y quien hizo el recurso doblemente heroico fue el abogado Reynaldo Peters Arzabe.

El Habeas Corpus es el recurso más importante, consagrado por la Constitución Política del Estado de todos los pueblos civilizados del mundo cuando un ser humano es injustamente perseguido o prisionero. Aun cuando se presuma justa su detención, igualmente debe comparecer ante el tribunal competente para establecer su grado de culpa o… su libertad. No siempre la demanda ha de ser contra una determinada autoridad que dispuso la detención o persecución, sino simplemente el pedido de libertad.

La apología es un procedimiento humano, una alabanza con fundamento, no es una simple defensa como la haría un causídico de un presunto delincuente. Si así fuera, bastaría llamarse simplemente defensa. La apología es la decisión de justificar lo que parece aberración en un tema de valor, es en concreto una alabanza a algo que alguien considere una doctrina o quizá el intento de justificar algo que pueda parecer la defensa de algo parecido a la comisión de un delito. Como querer legalizar por ejemplo el consumo de alguna droga, o un una inesperada tesis planteando por ejemplo la neutralidad de Bolivia con la liquidación del ejército bajo el principio de que un país desarmado no puede ser agredido. Esta doctrina como otras debe tener fuerza para merecer una apología, tendría partidarios y contrarios, los primeros de éstos defendiendo el planteamiento o la tesis y los segundos como apología del delito incluso de traición a la patria. Apología no es precisamente un ditirambo. En la historia han habido célebres apologías; una de ellas ha sido la Apología a Sócrates, por Platón, una alabanza a la doctrina de aquel gran filósofo griego, que no había ido en contra de ningún valor. De modo que este trabajo mío también es una apología al Habeas Corpus planteado por Reynaldo Peters Arzabe en un metro de papel confort. En este caso doblemente heroico como tengo dicho y ha merecido la admiración y el apoyo de magistrados e instituciones de varios países, porque existen recortes de prensa elogiando el hecho, que ha habido conferencias y encuentros de magistrados como lo acontecido en La Paz los días 31 de agosto y 1 al 2 de septiembre de este año. No se trata de saber que el autor del recurso fuera de una u otra confesión religiosa o doctrina política, sino del hecho mismo. Los que llegaron al ENCUENTRO y a la ”Noche de Togas” del viernes 31 de agosto pasado, magistrados de muchos países del mundo, vinieron imbuidos de exaltar el valor del recurso en un homenaje justo a su autor y se abocaron a dar lugar a su trabajo programado. Un tiempo breve atrás invitaron a escribir sobre el tema y el caso para la edición de un libro. Me honro haberme contado entre sólo cuatro que fuimos de Oruro. Durante los días 31 de agosto y 1 de septiembre se desarrollaron en el Paraninfo del Ilustre Colegio de Abogados de La Paz, las exposiciones de abogados jurisconsultos que llegaron de varios países, tanto de Europa cuanto de América, disertaciones que duraron hasta el 2 de septiembre. La noche de esta fecha de produjo la sesión especial y solemne de la Noche de Togas, de gran significación para la profesión de abogados. Se nos vistió con la toga de magistrados a los participantes en el libro y a los invitados que llegaron y se nos entregó el libro lujosamente acabado en dos tomos de 1.600 páginas, donde escribimos ciento cincuenta autores, entre abogados, jurisconsultos, historiadores, sociólogos, periodistas, incluso artistas plásticos como Clovis Días de Oropeza y Alberto Medina. En los trabajos literarios figuran exposiciones de ponderables autores, cuya presencia resaltó el valor del recurso planteado por el homenajeado. Tanto lo escrito en los libros y todo el desarrollo del evento no se tome como un panegírico vulgar o un ditirambo. Se trata de rendir homenaje al RECURSO EXTRAORDINARIO DE HABEAS CORPUS y fue planteado rompiendo tal vez algunos aspectos seculares del sistema, pero se le dio todo el valor merecido. En el evento denominado ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ABOGACÍA Y JUSTICIA, llevado a cabo en el Ilustre Colegio de Abogados de La Paz. El programa contenía los temas: Justicia Internacional. Justicia Supra nacional, Justicia Comunitaria, Justicia Popular y Justicia Arbitral. Aquella noche memorable, hubo poetas que desgranaron versos, como Matilde Cazasola. Del exterior, estuvieron mexicanos, chilenos, peruanos, españoles, argentinos, uno de Paraguay, otro de Portugal.

Se abordaron temas como Rol de la Corte Internacional de Justicia en la Solución de Controversias al inicio de la segunda década del siglo XXI, Reflexiones sobre los ámbitos sustantivos y adjetivos, y lo siguientes expositores: Miguel Ángel Rodríguez Mac Kay, del Perú (La imputación al Estado de hechos internacionalmente ilícitos derivados de una obligación “erga omnes”); (Gilberto Boutin de Panamá (Acceso a la Justicia Internacional); Nancy del Rosario Romero de Bolivia (Crimen de agresión en la Corte Penal Internacional); Carolina Loayza, del Perú (Aspectos salientes y críticos del Caso Lubanga: (Primera Sentencia del Tribunal Penal Internacional); Elizabeth Santalla (El difícil acceso a la Justicia Internacional); Waldo Albarracín de Bolivia (Sobre la Justicia Supranacional); Raúl Lozano (Hacia un Tribunal Internacional de Medio Ambiente); Wilfrido Fernández (del Tribunal del Mercosur); Ángel Irusta (Acceso a La Justicia). Otros expositores: Miguel Antonio Bernal, Rafael de Mendizábal (Corte Derechos Humanos); Eber Betanzos (Notas históricas sobre el Amparo Mexicano su Influencia en los Medios Constitucionales de los Derechos Humanos en Iberoamérica); Lizette Vilá Noya (El abogado y el derecho a la justicia en Cuba); Fernando Saenger (Derecho Constitucional Chileno); Otros. Raúl Tavolari, Luis Ortiz, Mario Cordero Miranda (El Derecho Arbitral de la legislación boliviana); Ulises Montoya (Justicia Arbitral); A. Pires de Almeida (El Arbitraje en Portugal); Rosmy Pol (Nuevas orientaciones del Arbitraje); Ronald Martín (El Debido Proceso Arbitral), Paulo Lins de Silva (La Conciliación en el Derecho de Familia). Los expositores Luis Martí Mingarro, Carlos Andreucci y Javier Quijano hicieron la presentación del Proyecto de Creación del Centro Iberoamericano de Arbitraje. Nuevos planteamientos con Reynaldo Vanossi y Rául Lozano

El último día de exposiciones: Ester Eunice Calderón (Crimen de Ayo Ayo); Iván Lima (deslinde Jurisdiccional); Iván Campero (los límites de la Justicia ordinaria en la casuística); Fernando Villamor Lucía, penalista boliviano, no estuvo presente en el evento.

La intervención mía se halla en la página 860, tomo II del Libro, como historiador abogado con el tema HABEAS CORPUS, sumándome a homenaje.

(*) Abogado, historiador, escritor Nacional, Miembro de Número de la Academia de Ciencias Jurídicas, ex catedrático de las facultades de Derecho y Economía de la U.T.O.

Fuente: LA PATRIA