EDITORIAL

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Un país sólo prospera con trabajo y con más trabajo, no con bloqueos, ni movilizaciones. En las recientes semanas, Bolivia estuvo en vilo debido a las medidas de presión que adoptaron varios sectores sociales, vecinos, mineros, campesinos, etc., etc.

Una vez más está demostrado que los bolivianos queremos todo a “punta de presión” y así no funcionan las cosas. Sabemos perfectamente que detrás de cada movilización, siempre hay un interés, puede ser común, puede ser de grupo o personal, pero siempre hay un interés.

Pero, lo que es lamentable, es que hasta ahora no hemos aprendido a usar la cabeza y por el contrario sólo nos vamos a las medidas de presión como una última alternativa para crear conflicto, caos, malestar y retraso.

¿Acaso, este simple hecho no es conmovedor?, creo que no, porque los bolivianos nos volvimos indolentes al dolor ajeno.

Cuando dijimos que no sabemos usar la cabeza, nos referimos a que la falta de lectura ha hecho que nuestros cerebros dejen de pensar y por el contrario simplemente actuemos como ovejas a caprichos de unos cuantos que creen tener el poder o la capacidad de manipular masas.

Para qué bloquear si se puede arreglar el problema a través del diálogo, para ello existen instancias para hacerlo, pero antes que usar la fuerza o las medidas de presión, se deben agotar todas las instancias para llegar a un punto de coincidencia entre ambos sectores que hacen el conflicto, con la finalidad de no perjudicar a terceros.

Caso Machacamarca, por ejemplo, los habitantes cuestionaron a su alcalde y para presionarlo a renunciar bloquearon la carretera. Si el alcalde no hizo obras, como dijeron, entonces, sáquenlo también por la vía legal, es decir, pedir su revocatoria, pero no se actuó de esa manera.

Los mineros, también actuaron a plan de fuerza, hecho que desmotiva a seguir viviendo en Bolivia, y lo peor de todo es que hacen uso y abuso de los explosivos, como si fuesen cohetillos, dañando el ornato público y la paz del país.

Que todo el mundo tiene derecho a protestar, lo tiene, pero hagámoslo inteligentemente utilizando otro tipo de situaciones que pueden llegar a brindar grandes soluciones.

Señores, el país necesita trabajar, no necesita movilizaciones, no necesita paros ni huelgas. Dejemos atrás la vaciedad, dediquémonos a estudiar, a leer, aprendamos más de lo que creemos saber para buscar la superación y el bien común.

Acaso no se cansaron de ser siempre los últimos, un ejemplo de ello, el fútbol, hasta cuando seguiremos siendo perdedores. Pero nos conformamos con decir, “jugamos como nunca y perdimos como siempre”, en vez de decir, “hoy ganamos uno a cero, pero mañana será cinco a cero”.

Si ustedes no se cansaron de ver siempre la derrota, hay otro grupo de bolivianos que sí se cansó y lo único que quiere a partir de la fecha es trabajar para ver una Bolivia grande, que es lo que necesitamos los bolivianos.

Fuente: LA PATRIA