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Domingo 09 de septiembre de 2012

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Revista Dominical

Museo Mineralógico de la carrera de Minas de la FNI

09 sep 2012

Fuente: LA PATRIA

Por: Marlene Durán Zuleta - Poeta, escritora y compositora. Licenciada en Comunicación Social

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La Escuela de Minas (1906), primigenia de lo que hoy es la Facultad Nacional de Ingeniería, permitió con el tiempo tener una infraestructura propia junto a un Museo Mineralógico.

“A fines de 1930 el Ing. Hans Block se adjudicó un yacimiento en Pacajake, las muestras fueron analizadas por el Dr. Roberto Herzenberg, quien verificó que el componente principal de la mineralización de Pacajake era un seleniuro doble de níquel y cobalto” al cual se dio el nombre de Blockita en honra a su descubridor. Este venero conocido como Hiaco de Charcas por la explotación de minerales de plata era conocido desde la época de los Jesuitas y a pesar de ser mencionada en la obra del Padre Alonso de Barba “El arte de los metales” publicada el año 1630 (Esta mina de Pacajake, todavía no había sido descubierta), se encuentra cerca a Colquechaca. Es única en Bolivia y se puede apreciar la presencia de plata, metales del grupo de platino, oro y otros (1).

Precisamente unas muestras de Blockita se encuentran en una de las vitrinas del Museo Mineralógico de la carrera de Minas de la FNI, el Ing. Hans Block fue Decano de la misma.

Antes de la Guerra del Chaco, la Facultad Nacional contaba con dos colecciones de muestras petrográficas. La primera había sido adquirida durante los primeros años de existencia de la Facultad (Escuela de Minas) y la otra transferida por la Escuela de Minas de Potosí. Al haberse consumado el conflicto durante el año 1933 y hasta el fin de la escaramuza, esta Casa de Estudios, sirvió de Hospital Militar. Tiempo en que las muestras quedaron guardadas sin ser inventariadas.

Después del cese de hostilidades a tiempo de normalizar las actividades académicas, la apertura de la Biblioteca y considerar la reapertura del tesoro de las muestras, no llegó a concretarse la exposición de esta serie. Se constató que estaba incompleta porque las rocas estaban sin etiquetas. Una tercera oferta hubiera compensado la pérdida, por inadvertencia del Decano de aquel entonces no se llegó a comprar la colección de 3.000 muestras de 11x8 cms ofertada por el representante del Dr. Y. Krantz.

Finalmente venció la posición de exhibir los prismas que quedaban, hasta contar con un recinto definitivo.

La gestión del Dr. Julio Garrett Ayllón había planificado una edificación que albergaría a toda la Comunidad Universitaria, sin embargo, se creyó conveniente habilitar solo para una unidad académica, la Facultad Nacional de Ingeniería.

La inquietud de considerar el proyecto de la Ciudad Universitaria, era precisamente extender el desarrollo urbanístico en un espacio rural, pero el límite de distancia se fue acortando, equilibrando el espacio físico de una Facultad poblada de árboles, convertida hoy en un centro de investigación, cuyos eventos científicos, tecnológicos y culturales dan resultados sobresalientes, encontrándose dentro del radio urbano, zona identificada por el paisaje que alberga la tradición.

El Arq. Gustavo Medeiros Anaya publicó “Oruro: Su Ciudad Universitaria Como Factor del Desarrollo Regional y Urbano”. Cinco capítulos resaltan la “Formulación de los Planteamientos”, definiendo “La Cuestión Regional, Urbana, Universitaria y Arquitectónica”, “Criterios Generales para el Diseño de Edificios y de Ciudad Universitarias” considero que esta sección es la más importante porque es la “Guía para la Programación de Ciudad Universitaria” (3), condensa todas las áreas y elementos para la construcción. Antes del episodio de Homenaje está “La Cuestión Regional, Urbana, Universitaria y Arquitectónica” donde la rica estructura descrita a través no solo de literatura sino de planos con pirámides que mencionan luz natural, y otras creaciones. De haberse concretado toda la edificación habría sido un logro total, para la Universidad Técnica de Oruro y para nuestro Departamento.

Es necesario aclarar que los arquitectos Edmundo Mirones Bustos como Decano, Franklin Anaya Arze y Gustavo Medeiros fueron responsables de llevar adelante este importante proyecto para la vida universitaria de la FNI.

La arquitectura inicial fue de la carrera de Minas junto al Museo Mineralógico y la Torre Plumbing, posteriormente se continuó con las otras obras para cursos de básico como Matemáticas, Física y Química, también los Anfiteatros y el bloque de la carrera de Ingeniería Metalúrgica que comparte con el Laboratorio de Spectrolab.

Tiene de 7.000 a 7.500 muestras de rocas y fósiles, se hallan los 5 continentes: Asia, África, América, Europa y Oceanía. Últimamente se ha recibido 350 muestras nuevas de coleccionistas, se cuenta con el Proyecto “Enciclopedia Museo Mineralógico” rica en impresión de fotografías y literatura relacionada a estos minerales, será editada con el apoyo necesario de las autoridades universitarias (2).

Se tiene previsto realizar cambios en la parte superior (techo). En un nuevo proyecto está habilitar un paraje corto dentro el museo, es decir dar apariencia de un túnel, para entrar directamente a la planta baja donde están los teodolitos divididos en niveles F.W. Breithaupet, Otto Fennel, Hissecassel y Telescopio, instrumentos de topografía y mensuras.

El ponente Museo Mineralógico interno y externo integra el campus universitario, evaluado como el “Segundo Museo con esas características en el mundo”, fue creado con el propósito de convertir un “Centro Turístico” para la comunidad orureña y visitantes. Cuenta con apoyo académico e investigadores al margen de tener apartado de Paleontología, Mineralogía y Petrografía. En ocasiones se vuelve laboratorio, mostrando un espacio cultural con vitrinas que enriquecen los ángulos de sulfuros y sulfosales.

Desde el ingreso a la Ciudad Universitaria, sobresalen los “Detalles de la calle escalera” para terminar en un edificio con materiales traídos desde la ciudad de La Paz. El interior del museo por las claraboyas con formas geométricas, conduce a conservar el calor del altiplano, toda la estructura de niveles y puentes está en el aire retenida por “tensores de un único techo en grilla de hormigón armado casetonado con lucernarios piramidales”.

Esta edificación parece extraída de una inmensa piedra, esculpida por la magia de las manos de un orfebre que no solo ha dedicado su tiempo calificado como instrumento de trabajo, ha perpetuado ante la sociedad y el mundo en 1.200 m2 como sólida estructura junto a la carrera de Minas.

A partir de ese entonces la unción hacia las muestras de yacimientos específicos de minerales como la Fosfolita valiosa entre el misterio de las vitrinas, cobró vida. El edificio está cargado de energía, la presencia de cristales de roca, los silicatos u ópalos de mil formas resaltan, son indescriptibles en belleza natural, formas caprichosas en frascos con amianto de raíces blancas.

Las diferentes muestras de ágatas, convocan a escribir sutilmente sobre este hermoso mineral color mate y otros con brillantez total. Calcitas (mármol), crisocolas con matices de verde, plomo y verde verdaderas obras de arte que la naturaleza en todo su esplendor las pinta, todas reposan como bienes de la creación.

La variedad de los nombres no implica nada, centrándose en el tiempo se observa el secreto que cada una de ellas posee, como la tetraedita (en caolín), el cuarzo lechoso (color de dos tonos), cuarzo citrino (casi transparente de fondo amarillo bajo), sideritas (cuarzo-pirita, crisaterita, da la impresión de ser un trozo con puntas transparentes, es decir el espectáculo es el resultado de una misión generosa de quienes conforman la familia de Ingeniería de Minas, porque el Museo Mineralógico es dependiente de la carrera que transmite la visión infalible que tienen las montañas.

Otros minerales como Borita blanco (opaco), yeso rosa del desierto, wolframita (mineral accesorio) cuarzo limonita, los Haluros como la fluorita, carbonatos y boratos. Cuarzos ahumados, amatistas, sanguíneos indescriptibles silicatos, incrustados. Minerales encantadores traídos desde Francia, Fraiberg-Alemania, EE.UU., Suecia, Canadá, Australia, Austria, Noruega, Polonia, Egipto, muestras que revelan al Museo Mineralógico de la Universidad Técnica de Oruro

El gabinete Paleontológico, rama de Spondlos, de moluscos, algunas muestras parecen estar sumergidas en el fondo del mar, parecen arrecifes, solitarios, emblemáticos que se inmortalizan ante los ojos. Minerales como el zinc, galena, baritina y estannita.

Otro espacio muestra huellas pisadas de chiraterium, de la rama de los vertebrados. Lugar fascinante, detenido en la tierra para valorar a las piedras que tienen nombre.

En 1988 se hizo entrega del Museo Mineralógico Herzenberg con motivo del 82 Aniversario de la FNI. El Sr. Ministro de Minería y Metalurgia Dr. Jaime Villalobos, instruyó al Ing. José A. Flores Director EMO, realice el traspaso en calidad de depositario de la colección mineralógica Herzenberg (Familia Biggeman) de propiedad de Comibol, a favor de la FNI, colección encajonada en almacenes de Oruro.

También se manifestó en ese entonces el Dr. Ing. Fidel Terrazas Camacho, solicitando al Presidente del H. Concejo Municipal que la colección de minerales sea declarada Patrimonio Cultural de Oruro y al Director de Turismo de ese tiempo Sr. Eduardo Berbety López sugiriendo incluya en el Programa de paseos turísticos al Museo de Mineralogía, Petrografía y Paleontología.

DONACIONES:

La Sra. Olga Zamorano v. de Hydra esposa del ex Meritorio Ing. Pedro Hydra, donó una colección de muestras de minerales.

La familia del Ing. Aurelio Mendiola, ex Director de la carrera de Minas entregó en calidad de donación un muestrario de minerales.

Finalmente la Familia del Ing. Miguel Vargas Mujica, ex Director de la carrera de Minas y ex Decano de la Facultad Nacional de Ingeniería, dejó en el Museo Mineralógico, un legado que en vida había conservado, una variedad de minerales. Sus constantes viajes permitieron conocer, valorar y rodearse de rocas, de ellas aprendió que son perennes en el tiempo, por eso escribió “Las Montañas”.

Esta cúpula de cristal, alberga silenciosa a estos fragmentos, perfectos en su serie natural, impresionan por su existencia, muestra de vetas explotadas por el hombre, desde tiempos inmemoriales.

El Museo Mineralógico de la Universidad Técnica de Oruro no solo encierra el misterio de los diáfanos minerales, es parte de la historia de este suelo, que atrae desde la inmensidad, al sol para terminar el día. Esta torre atractiva guarda cada jornada murmullos de todas las muestras grandiosas y únicas por sus formas, en este piramidal espacio de rocas eternas, que ostenta la Facultad Nacional de Ingeniería.

Referencias:

1. BLOCK Mery.

2. LLANQUE Milán. Director Museo Mineralógico Carrera Minas de la FNI.

3. MEDEIROS ANAYA, Gustavo. ORURO, su Ciudad Universitaria, como factor de desarrollo regional y urbano. Publicación No. 1 del Centro de Estudios y Proyectos NUEVA VISIÓN. La Paz 1975.

Fuente: LA PATRIA
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