Hay problemas que impiden el avance regular en el desarrollo de los proyectos más importantes de nuestra ciudad y que por supuesto a la hora de evaluarlos significa un notorio atraso en las expectativas del desarrollo departamental.
Casos concretos son el Puerto Seco que no puede avanzar hacia su consolidación debido a una serie de factores adversos, como el de su ubicación, la pugna de comunarios por tener tal infraestructura en sus predios, la falta de reglas claras para definir su posicionamiento en el orden de las prioridades departamentales y lo que es peor la falta de una decisión política que como en otras cosas hace falta para que se cumplan las decisiones superiores y su vigencia se consolide como parte dinámica del crecimiento local.
Hay que mencionar también lo que pasa con el aeropuerto y es que nuestra experiencia en la observación de algunos hechos nos llevó a mostrar claramente pesimismo en torno al cumplimiento de un cronograma original que fue alterado varias veces y que naturalmente no alcanzará su objetivo de ser concluido hacia fines del presente mes. Claro que no, pues en los días que faltan será imposible que el relleno sanitario de Emao sea retirado, rellenado o sustituido de manera técnica, simplemente el asunto no funciona como se pensaba.
Otro problema es el de trasladar las torres de alta tensión eléctrica que se encuentran en la parte Norte de los predios aeroportuarios y que tampoco en menos de un mes podrían ser reubicados en otro sitio dadas las características de un trabajo de alta ingeniería que facilite el cambio de ubicación de torres de alta tensión, se supone, con el necesario corte de servicios no sólo en la zona afectada sino en la red de la que forma parte esa instalación.
En ambos casos, Puerto Seco y Aeropuerto, los obstáculos no son insalvables, pero merecen cierta atención superior por parte de autoridades de manera que se vayan allanado todas las dificultades y se cumplan los objetivos delineados para activar la economía departamental, se trata de emprendimientos concatenados que son parte de la principal estrategia que tiene Oruro para impulsar su crecimiento sostenible.
Hay otros detalles, no menos importantes, por ejemplo el de la minería departamental que aparece restringida por falta de proyectos especiales de exploración de yacimientos y el apoyo a los pocos existentes, de modo que realmente el sector sea reactivado, pero con sentido práctico y absolutamente efectivo, lo que se observa es simplemente una forma de querer mostrar lo que todavía no funciona. Huanuni tiene problemas por efecto de la caída en el precio del estaño, la metalúrgica sentirá el efecto, pero además esa empresa tiene otros problemas internos que no llegan a aclararse y son parte de un problema que retrasa la fase importante de recuperar para Oruro su condición de distrito altamente productivo.
Si disminuyen las regalías se estancan los proyectos, cualesquiera sean estos, pues en Oruro dependemos de los ingresos que generan la minería y la metalurgia, en tanto el Puerto Seco dinamice la economía alternativa del departamento. Esa es una realidad que no podemos ocultar, pero que deberíamos cambiarla para responder a nuestros más caros anhelos.
Fuente: LA PATRIA
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