"En el oriente boliviano, donde todo el año se produce, yo digo solamente por falta de voluntad podemos ser tan pobres o no poder tener alimento, mientras en el altiplano es diferente: si hay helada, si no hay lluvia, si hay granizada no hay alimento, es una verdad eso, pero en el oriente no, solo por flojos podemos hambrear".
Lo anterior es lo que textualmente dijo el Presidente Morales en 15 de agosto pasado en Tiahuanaco.
Y esto es lo que tituló la prensa para dar a conocer el comentario presidencial: "Evo dice que si se hambrea en el oriente es por flojera”.
Un estudiante adolescente de primeros cursos de secundaria podría notar que no hay ninguna tergiversación o mala interpretación entre lo textualmente dicho y el breve titular periodístico. Comparando el texto original con el titular, se ve que se habla de lo mismo. El periodismo suele resumir para construir titulares; así como un estudiante de secundaria resume obras literarias y, no por ello, las tergiversa o cambia de sentido.
Cursos elementales de redacción periodística, nos enseñan cómo presentar titulares y resumir noticias en el periodismo escrito y en el radiofónico; en la televisión en cambio se presenta imagen con sonido (en vivo), aunque a veces por factor tiempo puede presentarse sólo parles salientes de un mensaje mediante la edición.
Si lo hecho por la agencia noticiosa enjuiciada se considera un error o delito imperdonable, entonces habrá que cambiar los contenidos de la currícula en las carreras de Comunicación y Periodismo de todas las universidades, lo que a todas luces sería descabellado, pero...
EL ESCÁNDALO
No obstante el escándalo se desato en las filas oficialistas con afirmaciones que magnifican el hecho a extremos increíbles. Así se afirma que la versión periodística es una "difamación", además de "aliento al racismo". ¿Será realmente así? ¿Por qué habrían querido los tres medios enjuiciados difamar a alguien? ¿Qué motivo tendrán estos tres medios para alentar el racismo?
Pero, además, las declaraciones oficialistas también indican que la versión periodística producirá "un enfrentamiento y consecuentemente un odio racial y discriminación entre bolivianos".
Vuelvo a preguntar: ¿será así?, ¿habrán tenido esa intención los o el periodista de la ANF? Me es muy difícil creerlo ni aún con una imaginación afiebrada o alocada, habida cuenta de una filosofía seria, cristiana y transparente en la que se desenvuelve aquella agencia noticiosa desde varias décadas atrás.
Y el escándalo parece no terminar cuando se afirma que la versión periodística puede incluso poner en "peligro la unidad del Estado plurinacional". ¿Será que por un titular nos partiremos en dos o en diez? Estimo que no porque nuestro pueblo tiene un razonamiento sabio que le permite escudriñar primero y discernir luego, entre razones y sinrazones, errores y delitos, así como entre buenas y malas noticias.
NECESARIA COMPARACIÓN
Las comparaciones son odiosas, pero a veces útiles para dirimir entre posiciones encontradas. La presentadora Milena Fernández no pudo evitar un exabrupto que le costó (al menos por el momento) la continuidad en la televisión de su programa Brújula.
No juzgo si fueron buenas o malas las palabras del presidente, pero Don Evo dijo lo que dijo y esto al parecer molestó a mucha gente del oriente boliviano, que expresó su incomodidad horas antes de que se publicase la versión periodística.
Ahora bien, está claro que su Excelencia no puede compararse a una presentadora de televisión, luego sus allegados tienen la obligación de convencer a la opinión pública que fue tergiversado, mal interpretado, etc. Y entonces aparece como chivo expiatorio, una vez más., la prensa, a la que se le ha colgado el sambenito de "opositora".
Por ello estimados lector y lectora relean una o más veces el inicio de esta columna y saquen sus propias conclusiones.
(*) Comunicador Social
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