Loading...
Invitado


Sábado 25 de agosto de 2012

Portada Principal
Revista Tu Espacio

PORTAL DE LA SABIDURÍA

Madre Naturaleza (Segunda Parte)

25 ago 2012

Fuente: LA PATRIA

Por: El Alquimista

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Continuamos transcribiendo el: “Evangelio de La Salud”, del apóstol Juan, que forma parte de los “Rollos del Mar Muerto”, con enseñanzas de Jesús acerca de la Madre Naturaleza (Segunda Parte).

“Guardad por lo tanto, los sabios preceptos de la Madre Natura, porque nadie puede alcanzar una perfecta salud y una larga vida ni ser feliz, sino mediante el fiel acatamiento de los Mandamientos de la Madre Natura, amándola y sirviéndola con todos vuestros esfuerzos, con todo vuestro entendimiento. Amarla y servirla significa practicar y vivir las grandes virtudes humanas.

Vosotros estáis íntimamente ligados a la Madre Natura, porque vuestro aliento es su aliento; vuestro pulso es su pulso, vuestras emociones son sus emociones. Vuestra sangre es su sangre, vuestra carne es su carne, vuestros huesos sus huesos, vuestras entrañas sus entrañas. También vuestros ojos, oídos y olfatos son sus ojos, oídos y olfatos. En verdad os digo, si con vuestros vicios o malos hábitos ocasionareis algún daño a vuestro cuerpo, o a cualquiera de sus órganos, infringiréis gravemente los sabios preceptos de la Madre Natura y os haréis merecedores de dolorosas sanciones, enfermedades, dolores y sufrimientos. Porque el cuerpo que vosotros creéis vuestro, no es vuestro, sino tan sólo prestado por la Madre Natura, como herramienta e instrumento de evolución, para que vuestra alma, con su auxilio, pueda practicar en este Taller del Señor, adquirir experiencia, conocimiento y sabiduría.

Cuando padecéis de alguna enfermedad o algún dolor, es señal segura de que habéis abusado de vuestro cuerpo y desobedecido los Mandamientos de la Madre Natura. En cambio, si en cualquier edad gozáis de una perfecta salud, pero ante todo en una avanzada ancianidad, es señal segura de que habéis obedecido los Mandamientos de la Madre Natura, que ahora os premia con una larga vida y una buena salud.

De cierto os digo que si abusáis de vuestro cuerpo estáis infringiendo gravemente contra los Mandamientos de la Madre Natura, y en tal caso no escaparéis del castigo, consistente en graves enfermedades, achaques, dolores y muerte prematura. Benditos los hijos de la Madre Natura que sumisamente la obedecen, porque serán mimados y agasajados por ella, otorgándoles bienestar y felicidad, prosperidad material y espiritual, una buena salud y una larga vida.

Si estáis sufriendo graves achaques, enfermedades y dolores, os aseguro que estos males se os quitarán como por obra de encanto si os incorporáis dentro de las Leyes Naturales, obedeciéndolas rigurosamente, cual premio por haber vuelto al regazo de la Madre Natura. Al incorporarse dentro de la Ley Natural vuestra ancianidad será plácida, sin achaques ni dolores, gozando de una perfecta salud y una larga vida, colmada de felicidad y protegida de lo alto. Es el hijo pródigo que regresa sumiso al regazo de la Madre Natura, recibiendo todo cariño y protección de ella; lo protege de accidentes, asaltos de bandoleros, de picaduras de serpientes venenosas, de animales feroces, de incendios, inundaciones, malas cosechas, terremotos y de tantos riesgos y peligros que acechan a los hijos rebeldes que se mofan de su propia Madre al pisotear sus Mandamientos. Pero, a pesar de esta rebelión, Madre Natura ama tiernamente aún a sus hijos malos, sacrificándose para cuidarlos cuando caen enfermos. Es que únicamente la Madre Natura tiene el poder exclusivo de sanaros si estáis enfermos. Fuera de ella, nada ni nadie en el mundo puede sanaros, ni el más docto de los médicos con sus remedios milagrosos y sus menjunjes, porque las medicinas y los remedios jamás curan, ni pueden curar. Lo único que cura y sana las enfermedades es el estricto acatamiento a la Ley Natural. Es por este motivo, por infringir contra las Leyes Divinas, que jamás sabio alguno hallará una droga milagrosa para sanar una enfermedad.

Bienaventurados los obedientes y sumisos hijos que aman a la Madre Natura, porque serán agasajados por ella y protegidos y así, seguros reposarán en su blanco regazo. Porque en verdad os digo, la Madre Natura nunca deja de amar a sus hijos, sólo que se entristece cuando ellos la desobedecen, se avergüenzan de ella, o la abandonan, Grande es el gozo que ella experimenta cuando el hijo pródigo, sumiso y arrepentido vuelve a sus brazos. Este es su mayor goce; más grande que las montañas, más gigante y más profundo que el más hondo de los mares. A tales hijos arrepentidos, ella los colma con sus bendiciones, con sus dádivas y sus distinciones. Los cuida y los protege, como la gallina cuida y protege sus polluelos o la leona sus cachorros. Así, la amorosa Madre Natura afanosamente protege a sus hijos, los cuida y salva de tantos peligros que en el camino los asechan, si ellos con absoluta fe y confianza se entregan en sus brazos, tal como el niño confía en su madre al entregarse sin titubear en sus protectores brazos.”

Desarrollemos: Castidad, Humildad, Serenidad, Altruismo, Filantropía, Diligencia y Templanza, las grandes virtudes humanas que son Amor en acción, síntesis de los Mandamientos de la Madre Natura.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: